Carmen Martin Gaite |
Son las únicas que realmente conocen sus almas. La de Sofía, creativa e imaginativa, pero sesgada por su matrimonio con un hombre preocupado solo por ganar dinero. Su vida, tres décadas después, aparte de haber cuidado de sus dos hijos, Gonzalo y Encarna (quien hereda su talento literario), es pura monotonía y engaño. Mariana la alienta a escribir.
La trayectoria profesional de Mariana se ha convertido también en una rutina atendiendo en su consulta a mujeres ricas y deprimidas. Sin embargo, ahora es ella quien necesita el consuelo. Ocupándose de los demás, se ha olvidado de su propio corazón. Es consciente de su derrumbe interior. Como dice la autora:
El alma humana se parece a las nubes. No hay quien la coja quieta en la misma postura.
Asistimos al crucial momento en que las dos amigas necesitan huir de su actual existencia, anhelo que las conduce a su principal deseo: reencontrarse. Sofía, por su carácter conciliador, ha optado por el silencio conyugal originado en un verano en Suances donde descubrió la infidelidad de Eduardo, su marido. Desde entonces se produjo la ruptura definitiva en el hogar. Habitaciones separadas y aislamiento emocional. Los años transcurren, los hijos eligen su camino y se independizan. Un día Sofía escucha por casualidad, al descolgar el auricular del teléfono, a Eduardo hablar con su amante. En ese preciso instante decide pasar la noche fuera. Se dirige a la casa familiar, su refugio, en el que coincide con ambos hijos. Allí vuelve a rememorar las vacaciones en Suances. Se sincera con Encarna. Ella es cómplice del duendecillo Noc, ese viejo amigo que apadrinaba siempre sus relatos y ensoñaciones. Con su hija compartirá la alegría de saber que un joven editor va a publicarle su primer libro de relatos y también su hondo deseo de ver a su amiga de la infancia.
¿Dónde se encuentra Mariana León? La psiquiatra solo ha notificado en el trabajo que ha emprendido un viaje, pero no ha dicho el destino. Mariana renunció a su amor con un pintor por la vorágine laboral y ahora ha vuelto a Cádiz. Se aloja en un hotel y ha planificado una cita con él. Sin embargo, se da cuenta de que ya es tarde. Se trata realmente de un adiós definitivo como lo confirma la acuarela recibida. Su título: "Nubes de despedida". Mariana, como su amiga Sofía, también escribe a nivel personal. Hasta ahora había dedicado los apuntes a sus pacientes clasificándolos en la carpeta "Soledad femenina". Toda una experta en el tema.
La autora nos muestra al alma de ambas amigas de manera magistral. Las palabras han tendido puentes preparando el esperado reencuentro. En ese momento leerán sus cartas sin enviar y sus diarios. Constatarán que gracias a ellas se han mantenido en vida. Ese intercambio seguro que dará pie a una novela e incluso a que Mariana deje la psiquiatría y Sofía, a su marido.
Nota: Carmen Martín Gaite dedica "Nubosidad variable" a su hija Marta quien falleció en 1985.
«Para el alma que ella dejó de guardia permanente, como una lucecita encendida, en mi casa, en mi cuerpo y en el nombre por el que me llamaba»
Sobre la autora
Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-Madrid, 2000) es una escritora con una amplia obra literaria. Recibió el Premio "Príncipe de Asturias de las Letras" en 1988 y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.Carmen Martín Gaite
Entre sus novelas figuran "Entre visillos" (Premio Nadal 1957), "Ritmo lento" (1963), "Retahílas" (1974), "Fragmento de interior" (1976), "El cuarto de atrás" (1978, Premio Nacional de Narrativa) y publicadas por la editorial Anagrama: ""Nubosidad variable" (1992), "La Reina de las Nieves" (1994), "Lo raro es vivir" (1997), "Irse de casa" (1998) y "Los parentescos" (inconclusa).
Asimismo "Cuentos completos y un monólogo", los ensayos "Usos amorosos de la postguerra española" (Premio Anagrama de Ensayo), "Usos amorosos del dieciocho en España", "El proceso de Macanaz", "El cuento de nunca acabar", "Agua pasada", "La búsqueda de interlocutor" y "Pido la palabra", y la obra teatral "La hermana pequeña".
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