Todo esto te daré, Dolores Redondo

Dolores Redondo
“Todo esto te daré” es una novela de Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969), galardonada con el Premio Planeta 2016 así como el premio Bancarella, reconocido por los libreros italianos.
Tras el éxito de la Trilogía del Baztán, la autora elige la Ribieira Sacra como escenario de esta historia que descubre el verdadero origen de Álvaro Muñiz de Dávila. Será su pareja, el escritor Manuel Ortigosa, quien irá desvelando, junto al guardia civil jubilado, Nogueira, y Lucas, un sacerdote amigo de la infancia, los secretos ocultos de la poderosa familia de Álvaro, a raíz de sufrir éste un inesperado accidente de tráfico.
La tranquila convivencia de Manuel con Álvaro durante 15 años, acostumbrado a dedicarse por completo a escribir, dejando a su pareja las responsabilidades cotidianas, se ve atenazada por la duda de su misteriosa vida paralela. Aunque en un principio piensa acudir solo al entierro de su pareja en Galicia y regresar en breve a Madrid, la lectura del testamento de Álvaro, nombrándole heredero del pazo "As Grileiras" de los marqueses de Santo Tomé, sumado a una serie de acontecimientos, le llevarán a tomar la decisión de permanecer allí.

Dolores Redondo 
Dolores Redondo juega con las contradicciones y el rencor subyacentes en esta familia aristocrática que desde el s.XVII  ha  dirigido los hilos de la vida de todos sus miembros en beneficio del apellido. La figura de los marqueses es el exponente de la hipocresía, el desamor y la avaricia. Sus 3 hijos, Álvaro, Santiago y Fran, están abocados a un destino trágico, pero no así la generación siguiente, la de Samuel (hijo de Fran y Elisa) gracias al alma generosa de Manuel, sabio intérprete de las señales de la persona que más le ha querido y protegido, para buscar la verdad.
La autora enmascara perfectamente la doble personalidad de los personajes. En Caterina, la mujer de Santiago, se mezclan la delicadeza y la maldad; en la marquesa, la elegancia y el desprecio; en Álvaro, la nobleza y el odio…. Maestra, sin duda, de la intriga y los engaños que convierten a esta novela en un apasionante recorrido no solo por la Ribeira Sacra, lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres, sino también en un análisis psicológico que permite llegar a lo mejor y a lo peor de los seres humanos o inhumanos que la conforman.

Gardenia
Finalmente destacaría la serenidad y la inteligencia de Álvaro, cuyas meditadas acciones propician un prometedor futuro para el pazo familiar; la empatía y la renuncia de Manuel a su vida cotidiana frente a otra más coherente con el dictamen de su corazón.
A pesar del trasfondo dramático de la novela, la autora se permite la fragancia de bellas gardenias y algún que otro desenlace feliz. 

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"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"
José Saramago
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible av
anzar cuando se mira lejos"
Ortega y Gasset
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia"

Epícteto

"La ingratitud es el precio al favor inmerecido"

Ignacio Manuel Altamirano

"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado"
Marcel Proust
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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