"Las primas", de Aurora Venturini

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Nunca había leído nada de la escritora Aurora Venturini (La Plata, 1921- Buenos Aires, 2015) hasta que hablé sobre ella con Marga en la Biblioteca del Centro Cívico de Arrecife. Me llamó la atención que la fecha de devolución de la anterior usuaria estuviera señalada para el 16 de septiembre cuando ese día era 9 de agosto. Me explicaron que cuando pides un libro con fines educativos te alargan el periodo de préstamo.  

Leí algunos datos biográficos de la autora. Antes de publicar “Las primas” (TusQuets Editores, Colección Andanzas) había escrito más de 40 libros, pero fue en 2007, a los 85 años, cuando consiguió el reconocimiento que se le había negado anteriormente con el Premio Nueva Novela del diario Página/12 en Argentina y el Otras Voces, Otros Ámbitos en España.

Aurora Venturini cuenta con gran sentido del humor la historia de una familia compuesta por mujeres totalmente disfuncional ambientada en los años 40 en la Plata (Argentina). La protagonista es Yuna, una niña con talento artístico (en dibujo y pintura) y una capacidad asombrosa para seguir adelante dada la situación del hogar donde todo gira en relación a la discapacidad de su hermana menor, Betina. La madre de ambas, maestra, lleva todo el peso al haber abandonado el padre a la familia.

Entre líneas descubrimos la falta de educación sexual entre la madre, Clelia, y las hijas. Por ejemplo, en el momento del desarrollo en el que Yuna confiesa quedarse en ascuas al preguntar a su progenitora, enterándose finalmente por amigas. Los años transcurren y un profesor de Bellas Artes anima a Yuna a seguir formándose. Sin embargo, tiempo después, a pesar de ser crucial en el éxito de su trayectoria, conoceremos el lado oscuro del abuso de éste a Betina, aprovechándose de su minusvalía.

Aurora Venturini aborda otros temas como el aborto y sus posibles consecuencias, tal es el caso de la inocente prima Carina, y el de la prostitución, en la figura de Petra, otra de las primas de Yuna, hija de su tía Ingrazia, que la abre los ojos para prevenir y evitar más embarazos no deseados. Un personaje encubridor de una psicópata asesina.

Por otra parte, en los cuadros de Yuna se aprecia su evolución tanto en el arte como en su carácter intuitivo, sirviéndole de reflejo y testimonio de sus emociones. Adopta el seudónimo Riglos, por consejo del profesor, en vez de utilizar su apellido común, López. La narradora nos revela que Yuna posee una minusvalía psicológica heredada, no siendo hábil ni con la palabra hablada ni la escrita. No obstante, su constancia creativa la hace salvar dificultades que antes creía insalvables e incluso plantearse vivir sola, sobre todo, después de la muerte de su madre. Manifiesta que:

Empieza a sentir que tanta gente la cansa (pág. 122)

La suerte la acompaña y encuentra un inmueble que compartirá con su prima Petra, encargada de las labores domésticas con un sueldo acordado. Yuna se dedica en cuerpo y alma a su obra, cada vez más revalorizada, y a dar clases en Bellas Artes, hecho que le permitirá adquirir con el tiempo el piso al propietario. No podía imaginar Yuna que el título de uno de sus cuadros en una exposición, “Decepción”, sería premonitorio. Es precisamente lo que siente con angustia al comprobar el engaño de Petra y la tela de araña tejida en torno a su beneficio habiendo dado vuelta a la realidad.

Mujer con corbata negra (Modigliani)

Yuna necesitó tiempo para nivelarse, borrar todo, exponer y viajar de nuevo. Sus lienzos invadidos por la melancolía fueron consuelo de otras personas, al estilo de “La mujer con corbata negra” de Modigliani.

Sugiero leer el siguiente artículo sobre "Las amigas", novela en la que Aurora Venturini trabajó durante años tras la repercusión de "las primas". En ella Yuna Rigos vuelve a hacerse presente:

https://www.pagina12.com.ar/311900-las-amigas-la-novela-inedita-de-aurora-venturini


Biografía

Aurora Venturini (La Plata,1921-Buenos Aires,2015) fue novelista, cuentista, poeta, traductora, docente y ensayista. Trabajó como asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga íntima. Tras el golpe de Estado de 1955, se exilió en París. Allí compartió tertulias y noches de bohemia con personajes como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Eugène Ionesco o Juliette Gréco. 




El mapa de los afectos, Ana Merino (Premio Nadal 2020)

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Al entrar a la Biblioteca del Centro Cívico de Arrecife saludé a Marga. Mientras se ausentaba un instante para hacer una pregunta a una compañera en otra estancia, me adentré entonces en la zona de las estanterías disfrutando de mi momento vitamina con tantos autores y obras. Me fijé en “El mapa de los afectos” (Ediciones Destino), primera novela de Ana Merino (Madrid, 1971) y ganadora del Premio Nadal 2020. El libro me concedía el honor de ser su primera lectora.

Según relata la autora, “El mapa de los afectos” persigue el rastro de las personas que construyen las historias escondidas de los lugares; sitios donde se evocan ausencias, sucesos extraños, donde ocurren crímenes inexplicables, se convive con las tensiones personales y familiares y donde solo la pulsión del bien sedimenta el poso necesario para seguir viviendo.


Ana Merino nos nuestra diversas vidas que se entrelazan condicionadas por la fuerza magnética de los afectos, la aleatoriedad del azar o por la justicia poética que a veces nos traen los acontecimientos más inesperados. Las sitúa en Iowa, una zona rural. Entre ellas la de Valeria, una joven maestra que mantiene una relación apasionada y secreta con Tom, quien la lleva treinta años, hecho del cual será testigo Samuel, un adolescente observador que esconde sus tesoros en el bosque. Sin embargo, Valeria se casa con Paul, un compañero. En la luna de miel aparece su lado más oscuro y comprende que esta decisión ha sido un error.

-Estar casada significa compartir la existencia cotidiana con otra persona y aceptar que no podemos controlar a los demás- (pág.25)

Somos testigos también del dolor de las madres como el de la señora Dolan por la inexplicable desaparición de su hija, Lilian (después de dejar a los niños en el colegio y regresar a casa), y el de Maggie Curtis por la muerte de su hija pequeña. Una empatía que las une en la desgracia, aunque por motivos bien diferentes. En el caso de Lilian, son los celos injustificados de su dentista, Gina, los que llevan a culpar de asesinato a su propio marido, Greg, un hombre que esperará en la cárcel la justicia divina. Sin saberlo, su decisión de aparcar el coche cerca del domicilio de Lilian le ha condenado.

Ana Merino aborda otros temas como las drogas y el alcoholismo, sustancias que no solo dañan el cuerpo sino el alma, como la de Emily, bailarina en un club de alterne, haciéndola más vulnerable. El incipiente Alzheimer también está presente en el viejo Curtis y la frustración del desempleo en la figura de la periodista Diana P. que será finalmente vencida gracias a una madre enérgica y vitalista.

Por otra parte, la escritora nos presenta a Aurora Altano. Una mujer con talento que, en vez de seguir en su empresa y ascender al puesto que le correspondía, es enviada a un destino lejano con la promesa de un reto mayor relacionado con las energías renovables en Nebraska y Iowa. La escritora también señala la importancia de seguir los sueños tal le ocurre a la joven Heather con su vocación por el dibujo de los cómics impulsada por su tía Rita.

Casi al final, la autora desvela cómo el azar guía a Valeria hacia el amor verdadero, descrito como -esa pulsión del organismo que nos atrapa con su química invisible-.

La huida del desamor la lleva felizmente al amor certero, el de Manuel, un joven guardia civil gaditano en el puerto de Algeciras, fijando allí para siempre su destino. Valeria experimentará una grata sorpresa tras 15 años: el reencuentro con Adam, su alumno de preescolar e hijo de Lilian.

Felicito a Ana Merino por la publicación de "El mapa de los afectos" y le agradezco la siguiente reflexión por compartirla con ella:

La gente buena tiene un don para irradiar cariño, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demás, y en parte gracias a esas personas y la constancia de sus gestos amables, la humanidad todavía no se ha extinguido

Biografía

Ana Merino 

Ana Merino es catedrática en escritura creativa en español y estudios culturales en la Universidad de Iowa. En 2011 fundó el MFA de Escritura Creativa en Español, que dirigió hasta 2018. Ha publicado nueve poemarios, entre los que destaca "Preparativos para un viaje", galardonado con el Premio Adonáis de Poesía en 1994, y es autora de varias obras de teatro estrenadas en Zúrich y Iowa. Ha sido pionera en el desarrollo de la formación académica del cómic y ha escrito diversos ensayos especializados. Ha sido columnista de opinión en El País, miembro del Comité Ejecutivo del International Comic Art Forum (ICAF), del Comité Directivo del Center for Cartoon Studies (CCS), del Consejo Directivo de Iowa City Unesco Ciudad de la Literatura, y en la actualidad es miembro de la Junta Directiva del Teatro Riverside de la ciudad de Iowa.

"Amigo" (Editorial Destino) es su segunda novela de ficción. Ana Merino indaga en la generación del 27 a través del archivo real de Joaquín Amigo, cercano a Lorca y asesinado por republicanos.

Sugiero la lectura de este artículo al respecto:

https://www.lavanguardia.com/cultura/20220302/8094197/ana-merino-joaquin-amigo-federico-garcia-lorca-luis-rosales-premio-nadal-novela-generacion-27-edad-plata.html


Sira, de María Dueñas

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“Sira”
(Editorial Planeta) es la quinta novela de la escritora María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964). En ella seguimos la vida de la protagonista de “Tiempo entre costuras” en una etapa diferente, a partir del verano de 1945. Ya no es la joven que conocimos ingenua, enamorada y engañada por un hombre, Ramiro Arribas,  sino una mujer casada con un agente británico al Servicio Secreto de Inteligencia, Marcus Bonnard, y en un destino muy lejano, Palestina, donde la población hebrea en los años 40 había llegado a la mitad, hecho que desencadenaría las protestas árabes en 1936. Los británicos emitieron un documento (White Paper) e
n mayo de 1939 que dejaba patente su intención de no permitir la división de Palestina en dos Estados. Tras la Segunda Guerra Mundial se produjo de nuevo el recrudecimiento hostil.


Torre de David (Ministerio Turismo Israel)
En esa Jerusalén convulsa comienza Sira la experiencia tan significativa de vivir para tres credos visitando el Santo Sepulcro (Iglesia de la Resurrección, centro de peregrinación desde el siglo IV) y el Cenáculo, la Torre de David, la Cúpula de la Roca y la catedral armenia de Santiago. Su asistencia a actos sociales con Marcus le abrirá la puerta a amistades de las que surgirán proyectos como el propuesto por Nick Soutter de colaborar en la radio pública del PBS (Palestine Broadcasting Service) informando sobre España bajo la firma de Frances Quiroga. 

La noticia del embarazo de Sira colma también de ilusión a la pareja a pesar de la inquietud constante por la cruda realidad de inesperados ataques que desgraciadamente suceden con más violencia. El 29 de julio 1946 tuvo lugar en Palestina lo que los británicos bautizaron como Operación Agatha y la memoria judía recordó como Black Sabbat (Sábado negro). Aquel sábado y durante los días siguientes, soldados y policías arrestaron por toda Palestina a miles de judíos sospechosos de mantener algún vínculo con el terrorismo. Sin embargo, lo peor estaba por llegar, el Movimiento de Resistencia Hebrea confirmó ser el autor de la explosión de la bomba en el interior del hotel King David en la que pereció Marcus Bonnard, momento en el que Sira sintió las premonitorias contracciones de su bebé.

María Dueñas sitúa la segunda parte de la novela en Gran Bretaña, exactamente en Londres, lugar de residencia de la suegra de Sira, lady Olivia Bonnard. Ella acoge a su nuera y nieto, Víctor, en su casa, tras la evacuación de ambos de Palestina, The Boltons, en un ambiente de racionamiento y restricciones de suministros. La idea de Sira era instalarse en Marruecos donde vivía su madre y amigos, pero la imposibilidad de viajar en un invierno glacial la frenaba, así como las gestiones derivadas de la pensión y herencia de su marido. La recogida de un paquete con enseres personales, entre ellos su radio, por parte de Nick Soutter, en la sede de la BBC, acerca a Sira de nuevo al mundo de la comunicación sacándola física y mentalmente de su micromundo actual con el posible compromiso de tres intervenciones para la emisora del servicio latinoamericano, colaboración que tampoco se producirá (dada la intervención de la mujer de Nick). Sí, en cambio, se materializará el contacto establecido por el Servicio de Inteligencia Británico con ella para proponerle una nueva misión, ser la informadora y observadora cercana de Eva Duarte, la esposa de Juan Domingo Perón, el presidente de Argentina, bajo la cobertura de la BBC en su viaje a España invitada por el general Franco. Su nuevo nombre de reportera será Livia Nash.

Eva Perón (08 junio 1947)
El regreso a Madrid supone para Sira el reencuentro con el pasado y su adaptación a su presente labor. Mientras ella representa el papel asignado y se aloja en el Club de Prensa, Víctor y Philippa (su cuidadora), viven en el domicilio de su padre, Gonzalo, en Hermosilla. Sira recaba las noticias publicadas sobre Argentina, un país que había supuesto para España un balón de oxígeno en su paupérrima economía, ofreciendo carne y huevos, cueros, créditos financieros y un poco de esperanza. 
La llegada de Eva Perón el 8 de junio 1947 al aeropuerto de Barajas implicó un enorme despliegue tanto militar como civil y, por supuesto, un gasto desmesurado como la iluminación de las fuentes de Cibeles y Neptuno. 



Salón del Trono (Palacio Real)
Sira inicia el ritmo frenético en el seguimiento de la estancia de la primera dama. Desde el salón del Trono del Palacio Real contemplará el lujo y boato que la acompaña siempre tal es el acto de la condecoración de Isabel la Católica. Sira tratará de cumplir con los planes fijados y ganarse la confianza de los miembros de su séquito. Así conoce al naviero Alberto Dodero, principal proveedor de joyas de la esposa del general Perón y también financiero de su viaje. Ramiro Arribas, en un momento de la animada conversación les interrumpe, haciéndose pasar por un hombre de negocios serio, con el nombre de Román Altares.

Alhambra de Granada
Sira logra dirigirse al Palacio del Pardo, con el chófer de Dodero. Su objetivo es hablar con dos modistas y así enterarse de la planificación del calendario del viaje y si en él está confirmada la visita a Gran Bretaña. El azar hizo que el peluquero de Eva Perón se cruzara en su camino y fuera su intermediario. De este modo supo que todavía no había recibido una invitación formal del Palacio de Buckingham. Tras esta exitosa incursión, Sira asistirá a múltiples actos y veladas (hotel Ritz en Madrid, Alhambra de Granada, hotel Majestic en Barcelona) donde coincidirá con gente que le facilitará información para su esperado reportaje lidiando con numerosos obstáculos, entre ellos el chantaje de Ramiro, con posibles secuestros familiares y otras amenazas, si no conseguía su ambicioso propósito. Sira contará con el apoyo de su primer novio, Ignacio Montes, funcionario de policía, para desenmascarar al traidor que había trastocado su vida al haberse llevado a la joven modista con artimañas cuando Ramiro era gerente de la casa Hispano Olivetti. El viaje de Eva Perón toca a su fin. La prensa internacional publica que España había gastado más de un millón de dólares en aquel descomunal agasajo. Sus siguientes destinos fueron Italia, Francia, Mónaco, Portugal y Suiza.

Medina de Tetuán (Paloma Blanca) Foto: elmundook.com
La cuarta parte de la novela se dedica a Marruecos, lugar al que se dirige Sira con Víctor y su nanny tras una breve estancia en Londres para reportar su trabajo y grabar la intervención de la BBC. A su llegada a Tánger les esperaba su amigo Félix Aranda quien les acompañará a Tetuán donde la madre de Sira; Dolores, residía. Sin embargo, la idea de Sira es buscar una casa grande de alquiler en Tánger. Ha aceptado una nueva misión en la que debe colaborar con una entidad aseguradora en estimar el valor de unas esmeraldas y sopesar los límites de la cobertura. 


California (EEUU)
Para ello, necesita relacionarse y acercarse al imperio de Barbara Hutton, millonaria estadounidense, heredera de los almacenes Woolworth, que estuvo casada con el actor Cary Grant entre 1942 y 1945, uno de sus 7 maridos. La habilidad innata de Sira le permitirá introducirse en el palacio de Sidi Hosni y llevar a cabo su objetivo al rimo de las máquinas de coser con un encargo de moda marroquí para la princesa que la llevará a adquirir telas exclusivas a Gibraltar. Allí experimenta una agradable sorpresa, el reencuentro con Nick Soutter; y a su regreso a Tánger, una terrible, la desaparición de Víctor y su nanny. Los indicios señalan a Ramiro Arribas. Las intervenciones del comisario Claudio Vázquez y Nick Soutter serán determinante para mandarle a prisión.

“Sira” es una novela con final feliz cuya protagonista hemos conocido a través de “Tiempo entre costuras”, siendo joven e ingenua, cegada por un amor pasional que la hará abandonar su sencilla cotidianeidad viéndose involucrada en labores de espionaje hasta convertirse con el paso de los años en una mujer fuerte y protectora de su familia, continuo pilar. Su pronta viudedad y ser madre la transforma. La cruel realidad que vive en una época marcada por las guerras la impulsará siempre a buscar el bienestar de los suyos sabiendo moverse con elegancia e inteligencia por diversos ambientes hasta volver a encontrar un amor bueno y generoso.

María Dueñas describe interesantes episodios históricos a lo largo de sus 635 páginas que nos hacen recordar fechas tan importantes como el 15 de agosto 1947 que supuso el principio del fin del Imperio británico. La India obtiene su independencia y emergen dos Estados, Pakistán e India, con un inicio sangriento. Lo mismo ocurre en Palestina, la madrugada del 14 al 15 de mayo 1948 expiraría el Mandato Británico sobre ella. La Asamblea General de las Naciones Unidas había acordado la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Nacía así el Estado de Israel y el amargo conflicto que dura décadas.

Dedicatoria de mi suegro
Este libro tiene además para mí una connotación sentimental a la que ya aludí en el homenaje que le dediqué a mi suegro con motivo de su fallecimiento. En él explicaba que me lo había regalado en el puente de diciembre 2021 al que acudí a Madrid con mi marido para pasarlo con él, Eduardo, y mi suegra, Mila. Es precisamente su dedicatoria la que observo ahora, con un trazo muy longevo, el de los 92 años con los que se fue el pasado 
el 13 de mayo 2022. No señaló la fecha, pero yo la recuerdo con nitidez, así como el hecho de que, a pesar de su dificultad al caminar, quisiera ir a comprar “Sira” a la librería Gaztambide y asegurarse su entrega. Para Syra con mucho cariño de Eduardo y Mila, rezan exactamente las palabras. Lo escribió con y porque, aunque en mi DNI consta Sira con i latina, sabía que, exceptuando en gestiones burocráticas, yo siempre firmo Syra como el título del poema que me dedicó mi padre hace años.

Al leer “Sira” busqué por curiosidad su santoral. La gente se sorprende cuando les felicito en el día de su santo. Así sucedió con un compañero docente al conocerle y presentarse como Eduardo. Enseguida le dije: -Tu santo es el 13 de octubre y me miró estupefacto….- Igual me he quedado yo al comprobar que Santa Sira es el 8 de junio, fecha en la que nació mi hijo Eduardo Luis (08.06.1999) y fecha en la que falleció mi abuela Cary (08.06.1990), a la cual le debo mi nombre. Ella vivió en Tetuán y Larache con motivo del destino militar de mi abuelo Luis Jiménez-Pajarero Miranda en el Protectorado Español de Marruecos. Cuando nací, mi padre, cumplió su deseo.

Carta a José, 41 Feria del Libro de Santander y Cantabria (Felisa 2022)

La siguiente carta ha participado en el marco de la 41 Feria del Libro de Santander y Cantabria en un concurso epistolar que rendía homenaje a José Hierro y José Saramago en el año del centenario de su nacimiento, 2022. Con este certamen se ha invitado a lectoras y lectores a escribir todo aquello que nos hubiera gustado expresar en persona a ambos literatos con un máximo de 800 palabras. En mi caso se la he dedicado a José Saramago. Todas las cartas recibidas han sido entregadas a sendas Fundaciones que velan por el legado de los dos escritores.

                                                                                                                               Lanzarote, junio 2022                                                                                                                        

Querido José,

mi vida cambió aquella mañana de agosto en la que llamé al timbre de “A Casa” en Tías. Conocerte minutos después, en la antesala de tu biblioteca, y que me estrecharas la mano mientras Pilar nos presentaba, fue un momento inolvidable.


Mi padre había fallecido en marzo de ese mismo año 2008. Su hermana Isa y su marido, profesores de Filosofía y Letras, habían planificado un viaje en verano a Lanzarote. Sabíamos que les haría mucha ilusión visitar tu biblioteca.

Vuestro acto de generosidad al permitirlo, me impulsó en noviembre a escribir un relato narrando tal hecho en una revista cultural local. Deseaba compartir la inmensa gratitud sentida al encontrarme por primera vez en su interior; describir su paz, la luz natural iluminando su magnético espacio a través de la claraboya y el anhelo de volver.


Dedicatoria de José
Comencé a leer “Las pequeñas memorias”, libro al que tengo especial cariño por varios motivos. En él consta tu dedicatoria firmada el 1 de abril 2009. Su contenido fue crucial igual que la entrevista final realizada por Juan Cruz para El País. En ella manifiestas que habías sufrido volviendo a los recuerdos de la niñez; sin embargo, no podías dar una visión idílica de tiempos que de idílicos no tenían nada. Asimismo, mencionas algunos puntos significativos de tu forma de ser que son los de aquel niño.

Seguí leyéndote y observando de cerca cómo lograste terminar de escribir “El viaje del elefante”. “A Pilar, que no dejó que yo muriera”, - reza en su dedicatoria. Ella asistió en tu nombre al encuentro literario en el que participé en marzo 2010 organizado por la librería Libertad en Tías. La lenta enfermedad te enviaba avisos como el cielo a Subhro, el guía y fiel cuidador del elefante Salomón.

Quizá la muerte depositara antes el sobre violeta sobre tu sencillo escritorio de madera de pino, informando de tu fecha de partida. Quizá la fuerza de vuestro amor la devolviera con firmeza a su remitente. Quizá la muerte ese 18 de junio 2010, tras el frugal desayuno, escuchara contigo la suite número 6 de Bach al violonchelo y se enamorara para siempre de tu bondad, emprendiendo juntos el camino sin retorno.

Con honda tristeza regresé al hogar de tus libros, José, escuchando casi el lamento de cada uno de sus autores/as, en tanto daba el pésame a tu inseparable compañera. Le dije que eras mi referente y ella contestó - también lo es para mí. La silente biblioteca donde escribiste las últimas novelas desde 2006 estaba llena de personas que querían rendirte homenaje.

¿Sabes, José? En la actualidad vuestra vivienda es frecuentemente visitada. Pilar la abrió como Casa Museo el 18 marzo 2011. Nueve meses después de tu sueño eterno, el mismo tiempo, según “La muerte de Ricardo Reis”, considerabas que el espíritu tarda en abandonar la tierra. Felizmente tu estarás siempre ligado a ella. La de Lanzarote te abraza en Lisboa, bajo el olivo trasplantado de tu pueblo natal, Azinhaga, frente a la Casa dos Bicos.

No puedes imaginar, José, la sorpresa que experimenté cuando sonó mi teléfono móvil aquel mes de abril 2012 en la biblioteca municipal de San Bartolomé. Saro me anticipó que Pilar quería hablar conmigo. En efecto, su intención era que trabajara en “A Casa” con el fin de divulgar este proyecto cultural. No dudé en aceptarlo. Precisamente acaba de crear con Elsa, una amiga docente, la empresa E-culture Lanzarote.

Sala de Juntas A Casa (07.05.2013)


Esta etapa laboral nos permitió reflexionar en profundidad sobre tu obra, organizar charlas educativas en la sala de Juntas, efectuar visitas guiadas y mostrar las dependencias que fueron testigo de alegres encuentros con amistades en la acogedora cocina o el humilde estudio en el que escribiste libros que forman parte de la historia de la Literatura, tal es el caso de “Ensayo sobre la ceguera” en 1995.


Me gustaría decirte, José, que al redactar “El aliento de las letras” lloré igual que lo hiciste tú con 83 años narrando cosas que un niño no debe ver con cierta edad, esa en la que solo deberíamos jugar. No obstante, al leerte, comprendí que la felicidad, aunque a veces tarde tanto en producirse, es susceptible de aparecer cuando uno menos se lo espera. Así sucedió con Pilar, tras la lectura de “Memorial del Convento”, y su posterior entrevista en Lisboa.

Twingo y Syra (Foto: Tomás Sestayo)

Pequeñas coincidencias, José, que nos unen. El 8 noviembre 1995, mientras el Ministro de Cultura de Portugal te informaba de la concesión del Premio Camoens, llegaba un perro de agua portugués que se convertiría en vuestra fiel mascota como “Twingo”, el dálmata que mi hija Marina trajo a casa un 19 de marzo 2010, día de San José y del Padre. A él también le dijimos “Entra: has encontrado tu hogar”. 

Gracias infinitas, José Saramago, por haber corregido mi destino

                                                                     


El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero

Tenía muchísimas ganas de leer “El peligro de estar cuerda” (Ed. Seix Barral) de Rosa MonteroEn la biblioteca del Centro Cívico en Arrecife, al llevarme prestado en junio la novela “La vieja sirena” de José Luis Sampedro, ya había preguntado a Brenda por el último libro de la escritora y periodista madrileña. Tuve la suerte de que lo adquirieran y Sheila me avisara para recogerlo el 18 de julio. 

Un libro que he leído en dos días porque no podía simplemente soltarlo. Cada  página me ha acercado más a la forma de ser de la autora. Alabo su sinceridad que demuestra que somos muchos en este planeta los que necesitamos de estímulos para seguir sosteniendo el mundo en nuestras manos. 

En su inicio, Rosa Montero se refiere a tres citas. Una de Fernando Pessoa cuyo libro del desasosiego leí el año 2020 tras volver de Lisboa, la segunda de William Shakespeare y la tercera de Anne Sexton que transcribo:

-Mis admiradores creen que me he curado, pero no: solo me he hecho poeta-

Entre sus primeras reflexiones destaco una que siento como propia y es:

“Una de las cosas buenas que fui descubriendo con los años es que ser raro no es nada raro, contra lo que la palabra parece indicar. De hecho, lo verdaderamente raro es ser normal”

Como afirma su autora, “El peligro de estar cuerda” va de la relación entre la creatividad y cierta extravagancia. De si la creación tiene algo que ver con la alucinación. O de si ser artista te hace más proclive al desequilibrio mental. Ningún genio fue grande sin un toque de locura, decía Séneca (pág.13).

Así sabremos de las manías de creadores como Proust, Valle-Inclán y Onetti que escribían en la cama; o Srefan Zweig que coleccionaba autógrafos. Las personas más serias y sensatas te pueden sorprender y es que desde siempre han sabido que algo no funcionaba bien dentro de sus cabezas. Según un célebre estudio de la psiquiatra Nancy Andreasen, de la Universidad de Iowa (EEUU), los escritores tienen hasta cuatro veces más posibilidades de sufrir un trastorno bipolar y hasta tres veces más de padecer depresiones que la gente no creativa. En general, sobresalen por su fogosidad, entusiasmo y energía.

Rosa Montero explica que ella forma parte de esa estadística general del 25% de personas que sufrirán algún problema mental a lo largo de su vida, y de la estadística particular de los escritores chiflados. Relata asimismo sus ataques de pánico a los 17, 21 y 29 años que no tienen que ver con stress. Se trata de una dimensión desconocida, una especie de viaje a otro planeta, un súbito e inesperado rayo que te fulmina.

Virginia Woolf experimentó su primera crisis a los 13 años y la escritora neozelandesa Janet Frame, diagnosticada de manera errónea como esquizofrénica, fue internada en un psiquiátrico desde los 22 años hasta los 30 años donde se le aplicaron numerosos electrochoques. Consiguió salir de ese infierno y vivir de forma autónoma hasta los 79 años.

En el segundo capítulo, Rosa Montero confiesa que los escritores contienen multitudes en su interior como ya publicó Robert Louis Stevenson en 1886 en su novela “El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde” con la idea de ser habitados por diversos yoes. En el cuento de Nathaniel Hawthorne (1804-64), “Wakefield”, el protagonista escapa del encierro de la propia vida. Tal como dice la autora, contenerse en una sola identidad resulta empobrecedor. La escritora además nos descubre en "Soy multitud" a una impostora llamada Bárbara Jovellanos que durante mucho tiempo la suplantará. Su desenlace nos lo cuenta al final.

En la página 51 me fijo en el nombre de Doris Lessing. Rosa Montero habla sobre una entrevista que realizó en 1997 a la autora de “El cuaderno dorado” (el cual leí el pasado verano) para El País en su casita de Londres. Señala que la mayoría de los narradores han tenido una experiencia muy temprana de decadencia y pérdida, es decir, siendo pequeños, antes de la pubertad o en torno a ella, han perdido de manera violenta el mundo de la infancia. Tal es el caso de Joseph Conrad y Simone de Beauvoir. El médico húngaro Sándor Ferenczi, uno de los padres del psicoanálisis, establece dos ideas. La primera que, frente al dolor, el niño crea un yo cuidador –que sabe todo, pero no siente nada-. Y la segunda, que ese niño traumatizado, -para defenderse del peligro que representan los adultos sin control, tiene que identificarse con ellos- dejando de ser niño.

Imagen: elnortedecastilla.es

La falta de atención no es que no puedas concentrarte, sino que te concentras tanto en algunos pensamientos que te olvidas de todo lo demás -asevera Rosa Montero. 
Es divertida la anécdota que comparte sobre sus despistes con las gafas o el tedio de estar pendiente de la tostadora y terminar achicharrándose el pan, mientras aclara que los momentos de estupor según Eric Kandel (Premio Nobel de Medicina 2000) son pequeños instantes de desconexión parcial, por ejemplo, salir de una tienda y no acordarse a qué altura de la calle nos encontramos.

En el capítulo “Buitre impaciente”, la autora se acerca con pasos cautelosos al negro corazón de la locura. Descubrimos la batalla que la vida supone a veces a gente con tanto talento como el compositor Robert Schumann (1810-1856), el filósofo Nietzsche (1844-1900), el escritor sueco August Strindberg (1849-1912), el pintor Van Gogh (1853-1890), la poeta Alda Merini (1931-2009) y John Nash (1938-2015, Premio Nobel de Economía 1994).

Agradezco también a Rosa Montero el espacio que dedica a las personas de alta sensibilidad (PAS) y su naturalidad al describir sentimientos cotidianos que experimento a menudo (no poder soportar imágenes violentas, hipersensibilidad al sonido o luces). Es una manera de ser que afecta entre el 15 y 20% de la población mundial (gente reflexiva, con empatía y emocionalidad alta, habilidad para captar sutilezas). Este rasgo del comportamiento es una teoría de la psicóloga norteamericana Elaine N. Aron que incide en el hecho de percibir y procesar más información sensorial simultánea. El irse por las ramas, veo que es algo común en los PAS. ¡Qué alivio! Un rasgo más que compartimos.

Otra de las ideas planteada por la autora es que las novelas son una pequeña isla de significado en el mar del desorden en las que las coincidencias se suceden de manera fortuita. “Rostros, nombres, anécdotas, impresiones de toda clase que proceden del mundo exterior, durante la redacción del libro pueden utilizarse en este si uno está en armonía con el libro y sus necesidades”- considera Patricia Highsmith. En un libro de consejos para los que quieren ser escritores, Ray Bradbury sostiene que el ingrediente más importante es el entusiasmo, esa sensación de arder dentro, la cual suscribo también, y que es vital para luchar contra la musa malvada y acallar al yo consciente. Rosa Montero desvela que muchos creadores han recurrido a las drogas y el alcohol para poder acceder a la vida inconsciente y realzar la sensibilidad.

Rosa Montero incide en que ser novelista es una actividad bastante estrafalaria que consiste en pasarte una gran cantidad de tiempo a solas. Se deja de ir al teatro o a un concierto, de ver una serie, de pasear con los perros, de salir con los amigos, de mimar a los amados. Además, se roba tiempo a actividades placenteras para crear y tras la publicación esperar, aguantando el aliento, a que alguien lo lea y te diga que le ha interesado, entendido e incluso vibrado con las mismas emociones del mundo compartido. Cuando esto ocurre, la autora de "El peligro de estar cuerda" afirma que los pequeños delirios controlados que son sus creaciones la sujetan a la tierra.

Manifiesta asimismo que entre los novelistas abunda la tendencia a la obsesión, el perfeccionismo (cita los versos de Ursula K. Le Guin: hay algo del tamaño de un guisante seco que no he escrito. Que no he escrito bien. No puedo dormir) y la inseguridad. Y lo malo es que ésta última cuando es extrema te conduce al silencio o a insultarte a ti misma por algo que crees no has hecho bien (como cuenta Rosa Montero en otra divertida anécdota en la calle con un macarra).

A pesar de todo, la escritura es lo que les permite vivir, es decir, el vehículo a través del cual se relacionan con el mundo y las cosas. Así lo dice Fernando Pessoa: El poeta es un fingidor. Finge tan completamente que hasta finge que es dolor el dolor que en verdad siente. Una vez más experimento, al igual que la escritora y periodista, la necesidad de escribir lo que contemplo, ya que “En el papel todo adquiere una dimensión más real” (Héctor Abad). Rosa Montero se refiere también al “momento oceánico” bautizado así por el Premio Nobel de Literatura 1915 Romain Rolland como el instante de aguda y trascendente intensidad, llamado por los japoneses el “satori” que significa comprensión. Quizá  -insiste- ese impulso místico sea más común en las cabezas mal cableadas.

El tema del suicidio está asimismo presente en “El peligro de estar cuerda”. Según un estudio sueco, los escritores tienen un 50% más de posibilidades de suicidarse que la población general. Rosa Montero menciona una lista de nombres muy conocidos como Hemingway, Virginia Woolf, Stefan Zweig junto a su mujer Lotte, y Salgari, al que se refiere con especial cariño por recordarle sus lecturas aventureras de infancia y quien lamentablemente no conseguía ganar dinero suficiente para pagar las facturas de sus 4 hijos y mujer (enferma mental). Terminó matándose el 25 de abril de 1911. En “El mito de Sísifo”, el escritor francés Albert Camus (1913-1960) dice que vivimos metidos en nuestras rutinas hasta que un día despertamos y dejamos de encontrarle sentido a lo que hacemos.

Rosa Montero cruza los dedos para seguir teniendo la curiosidad, la excitación de conocer cosas nuevas y el placer de escribir a los 70 años actuales y a futuro, como manifestaba Doris Lessing con 78 en la entrevista que le hiciera la periodista en 1997 para El País. Y es que cuando se escribe bien, se baila con las palabras. La vida misma también es una danza y un misterio como el de Bárbara Jovellanos, la mujer que se hace pasar por Rosa Montero durante más de 4 décadas, cuyo desenlace es contado al final de este libro.

Imagen: Patricia A. Llaneza

Destaco una última reflexión de la autora sobre los artistas y es el compartir la sensación de ser simples portadores de un mensaje que no saben bien de dónde sale, aunque en realidad viene del inconsciente. 
El escultor Miguel Ángel quitaba lo que sobraba en el bloque de piedra para liberar la forma que estaba presa dentro. Sin duda, un ejemplo de que la creatividad ofrece una plenitud sin igual, un viaje a otra dimensión, tal como la sintió la autora de “El peligro de estar cuerda” al abrirse paso en este libro por el bosque impenetrable de tantos datos caóticos. La música mágica enseñó el camino a Rosa Montero y esa gran fuerza interior que la hace desear morir estando viva.


¡Gracias Rosa por tanto momento oceánico y afianzar que siga escribiendo en este blog creado en  2008 por el dolor de haber perdido (a mi padre)! Por cierto, el verano pasado leí "la buena suerte" y este mes de julio la sigo teniendo al haber vibrado tanto con "El peligro de estar cuerda". 

Biografía: página oficial https://www.rosamontero.es/biografia-rosa-montero.html


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