Mi amigo Thomas e Interitum Mundi- Hipólito Sánchez

Segunda novela
Segunda novela del escritor Hipólito Sánchez (Madrid, 1969) ambientada en la II Guerra Mundial. 
La infancia de Josef transcurría feliz en el pueblecito de Bronisze junto a su hermana Bogumil, sus padres y abuelos. En septiembre de 1940 se temía, tras la invasión de Alemania, un año antes, que la situación empeorara. Así ocurrió. La familia debe abandonar su granja que será quemada, y ellos trasladados al ghetto de Varsovia. 
La fuerza de la amistad surgida entre Josef y Thomas, hijo de otra familia muy distinta, es el pilar de esta historia llena de contrastes con párrafos desgarradores donde prima el terror y la oscuridad pero también la protección constante ejercida por el señor Velkan y Nicoleta, padres de Thomas, sobre la familia de Josef, quien descubre que son realmente vampiros buenos, acostumbrándose a acompañarlos en sus salidas nocturnos envueltas siempre en un halo de secretismo. y el ánimo constante de la frase: 
No pasa nada, Josef, no pasa nada

Adolf Hitler persigue crear un especímen, mitad vampiro y mitad germano, para formar un ejército invencible. Se suceden los episodios cruentos: combates, asesinatos, transporte de huérfanos a lejanos destinos mientras los vampiros buenos intentan salvar a la Humanidad de una peligrosa manipulación genética. ¿Lo lograrán? ¿Cuál será el destino de Josef ? ¿Qué ocurrirá con Bogumil, su hermana; Janina y Ludwik, sus padres; y Jarak e Irenka, sus abuelos? La lectura del diario de Josef nos desvelará cada uno de sus recuerdos y el desenlace final.
Hipólito Sánchez

Hipolito Sánchez reside en la isla de Fuerteventura. En diciembre de 2011 escribe su primera novela, Oportunity, cuya reseña literaria publiqué en la edición digital de Mass Cultura.

Tras su segunda novela, "Mi amigo Thomas" (2012), protagonista de este espacio literario, nace en junio de 2015 "Interitum Mundi: cuando el mundo lloró por última vez", su tercera novela.

Éride Ediciones
Una noche de septiembre de 2012, las islas Canarias empiezan a ser sacudidas por violentos terremotos y tsunamis que se extenderán al resto del mundo. La teoría de la caída de un trozo de la isla de la Palma se hace realidad. Simultaneamente, el volcán de Yellowstone, el más grande del planeta, entrará en erupción, sumiendo al mundo en una nueva era glaciar. 
La vida apacible de millones de personas no volverá a ser la misma, y el caos y la desesperación se apoderarán de ellas. En medio de todo este desastre climático, un investigador español, denostado y olvidado en su momento, tendrá las claves para sobrevivir en el infierno en que se ha convertido la Tierra..., pero no será el único problema al que tendrá que enfrentarse junto a su equipo. La aparición de un virus mortal procedente de la liberación de una cepa de gripe española en un laboratorio suizo provocará que las manecillas del reloj avancen inexorablemente hacia el fin de la Humanidad... ¿Conseguirán evitarlo?


Los ojos del tuareg de Alberto Vázquez-Figueroa

Esta novela es considerada por su propio autor, Alberto Vázquez-Figueroa, su obra literaria más importante. Concluida 20 años después de su inicio (Lanzarote-Madrid junio 2000) a raiz de un rally celebrado en el corazón del Sáhara que motivó a Vázquez Figueroa a denunciar las injusticias sometidas a este noble pueblo tan respetuoso con la Ley de la Hospitalidad.
Gacel Sayah, admirado tuareg que había demostrado que con astucia, valor y resistencia era posible derrotar a un ejército, comete un error fatal. El valeroso inmouchar mata al hombre que protegía, instaurándose como consecuencia una dictadura. Su familia y sirvientes se verán abocados a un incesante éxodo por las dunas debido a sus innumerables enemigos.
Su refugio será un lugar solitario y seguro en el Teneré donde construirán un pozo en la mitad de la nada.
Una mañana, a finales de verano, aparecen dos hombres desorientados buscando el pozo de Sidi-Kaufa. Son realmente dos participantes de un rally que se dirigen a El Cairo. La familia compuesta por Laila, la madre, y los 3 hijos, Gacel, Ajamuk y Aisha, no comprenden cómo arriesgan la vida por una prueba deportiva de la misma forma que ellos no logran entender su hogar basado en un pozo, un huerto, 3 palmeras y una docena de cabras y camellos. Los pilotos reanudan su camino y 2 horas después los Sayah reciben otra visita que cambiará el transcurso de sus vidas. La imprevisible reacción de Marc, uno de los recién llegados, les hará plantearse su suerte y la necesidad de cumplir la ley de los tuaregs:
Quien comete un delito debe pagar por ello.

Una historia de supervivencia, de profundos valores como la familia y la justicia.  Los tuaregs poseen un carácter paciente y dotado de gran fuerza de voluntad marcado además por la herencia de sus antepasados.
Pág. 66
"Un tuareg nunca debe luchar contra un enemigo más débil puesto que eso es a todas luces indigno. Tampoco debe luchar contra un igual, a no ser que también sea tuareg, pero en ese caso únicamente la suerte decidirá el resultado, por lo que la victoria carece de mérito. Eso quiere decir que un auténtico inmouchar tuareg tan sólo debe enfrentarse a quien sea más fuerte que él con el fin de que pueda sentirse justamente orgulloso de su triunfo".

Vázquez-Figueroa
La novela es una lección de justicia donde no cabe el dinero porque simplemente para el tuareg no cuenta en tanto que el rally significa un negocio indiscutible.

Alberto Vázquez-Figueroa nació en Santa Cruz de Tenerife en 1936. Su familia fue deportada por motivos políticos a África, donde el autor pasó sus años de infancia y adolescencia. A los 20 años se convirtió en profesor de submarinismo en un buque-escuela. Cursó estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y, a partir de 1962, empezó a trabajar como enviado especial de Destino, La Vanguardia y, posteriormente Televisión Española. Tras quince años de periodismo se centró en su trayectoria literaria, con más de 40 libros publicados y traducidos a diversos idiomas.

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"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"
José Saramago
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible av
anzar cuando se mira lejos"
Ortega y Gasset
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia"

Epícteto

"La ingratitud es el precio al favor inmerecido"

Ignacio Manuel Altamirano

"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado"
Marcel Proust
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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