A Rosa, ángel anónimo de Lanzarote

Hoy 9 de octubre, Día Mundial del Correo, inicio este texto como si fuera epistolar dedicado a mi amiga Rosa. Esta inspiración nace del deseo de agradecerle tantas cosas....  Pero antes explicaré cómo nos conocimos. El lazo de nuestra amistad surgió en el año 1993. Yo impartía un curso de idiomas en las instalaciones del Centro Cívico "El Fondeadero" en Puerto del Carmen y Ana Rijo, compañera docente, de informática. Fue Ana quien nos presentó. Rosa acababa de adquirir la casa contigua a su vivienda en Playa Honda tras quedarse viuda. Allí se instaló con su hijo de 4 años, Adexe.

Querida Rosa,

quiero señalar algunos de los momentos que hemos vivido juntas en Lanzarote y anclarlos para siempre en esta carta digital. En mi última visita, el pasado 2 de octubre, sonreías al escuchar pasajes de nuestra memoria compartida. Hablamos de tu gusto para decorar casas y sacar lo mejor de sus espacios. Hogares en los que has cuidado hasta el último detalle convirtiéndolos en agradables lugares de residencia y de encuentro social. 

Cuando supiste en 2014 que por fin nos entregaban el anhelado piso frente al mar (con 8 años de retraso....) removiste Roma con Santiago para quedar con Pilar, amiga común, con el objetivo de ir a ver tiendas de muebles y regalarnos un comedor para el salón. No consentiste que me llevara la misma mesa y sillas de la casa de alquiler de Tías a la nueva de Arrecife. Así tendréis siempre un recuerdo mío - dijiste el sábado y Adexe se enteró de tu generoso acto.

Sin embargo, había habido otros muchos anteriores. De esos que suele caracterizar a la verdadera familia. Nosotros no la teníamos cerca y eras consciente de lo que significa criar a unos hijos sin ella. Cuando los niños eran pequeños te ofrecías a quedarte con ambos algún fin de semana. Insistías en que Thomas y yo teníamos que salir de vez en cuando. Todavía me viene a la mente aquel lunes de Carnaval de 2001, con Marina, Eduardo y Adexe. Cuatro horas de pie en la Vía Medular viendo el desfile de carrozas. Habíamos acordado que esa noche te lleváramos los niños ya bañados y en pijama para continuar nosotros con la fiesta por la noche. A punto estuve, con mi dolor de espalda, de denegar la amable propuesta. Tu motivación era indestructible. 

- Ustedes no se preocupen por nada, diviértanse y recojan a los niños al mediodía.

Finalmente nos disfrazamos de vacas locas (ese año era desgraciadamente conocido por los numerosos casos de la encefalopatía espongiforme bovina) despertando la risa por su originalidad.

"Obras son amores, y no buenas razones". En 2004 clavaste este refrán, Rosa. Una mudanza imprevista nos obligaba a abandonar el que había sido nuestro hogar durante 13 años sin haberse fijado destino. No dudaste en desmantelar uno de tus dormitorios para transformarlo en nuestro guardamuebles a la medida. Las cajas lo ocuparon hasta que Cádiz surgió en el horizonte laboral meses después y lo despejamos.

Y aunque nos habíamos despedido de todos la velada del 24 de julio 2004 en la Bodega de Uga (en medio de una ola de calor extrema en la isla), Lanzarote nos volvió a brindar una nueva oportunidad un año después. Desde entonces nos acostumbramos a reunirnos las amigas el día de mi cumpleaños. Sabía que debía avisarte con antelación, Rosa, porque además de hacerte a la idea de salir, te gustaba ir a la peluquería para tal ocasión. Cuando te recogía en coche para ir al restaurante, te veía muy guapa. ¿Te acuerdas de la comunión de Eduardo celebrada en el año 2009 en el LagOmar? ¡Qué bien lo pasamos!

Rosa (izq.), M.ª José, Pilar, Mila madre, Syra, Mila hija 30.05.2009


Con Rosita (Edu, Adexe y Marina)

Destaco asimismo tu faceta vocacional de educadora infantil. No te hacía falta el título, ya que tu experiencia, sobradamente demostrada con varias generaciones de chinijos, te facultaba para cuidar a cualquier niño, con más paciencia y juicio, a veces, que los propios padres. A Marina le regalaste su primera muñeca de cuerpo blandito, de esas que apetece abrazar en comparación al frío plástico inerte de la mayoría. Su cara era muy risueña. La bautizamos con el nombre de "Rosita" en tu honor.

Tu casa ha sido para mí un enorme baúl de sorpresas. Mermeladas caseras, plantas, pájaros, tortugas, telas, ropas, juguetes, objetos diversos a los que tenazmente encontrabas una función o destinatario. Siempre pensando en los demás, Rosa, siempre pensando en los demás.... y acertando en tus decisiones. No solo has estado pendiente de ayudar a tu propia familia sino de contribuir con el prójimo. La solidaridad es otra de tus virtudes. 

El pasado sábado, en un hilo de voz, mencionabas la aportación realizada para la V caminata de AFOL, la Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote y la ilusión de recibir las camisetas correspondientes. El tiempo se nos pasó volando a Thomas y a mi, igual que la hora de tu merienda, pero estabas feliz, apoyada en el sofá con los pies extendidos y atenta a la conversación.

Adexe te preparó un sándwich y un trozo de sandía. Mientras masticabas lentamente y yo acariciaba a tu fiel perrita, Luna, recordé tu habilidad con la costura y la creación en 2017 de una serie de mochilas con diseños exclusivos, a cual más bonita y delicada. Uno de los que hiciste era específico para la Romería de los Dolores. Elegí uno para mi amiga Elsa y otros dos, de temática viajera, para Marina y su amiga Ana. ¡Espectaculares! 

Pensando que ya era hora de partir, me fijé en una máquina de coser Singer que resaltaba en una de las estanterías de tu cocina, Rosa. Al entrar en tu dormitorio había visto un mueble de pedal antiguo. ¡Qué casualidad! Os comenté que era muy parecida la vuestra a la de mi abuela materna de la cual conservo incluso el título de propiedad. Llevo años con la intención de traerla de Madrid a Lanzarote aunque cuento con cierta reticencia.... Enseguida comprendiste mi punto de vista sentimental y Adexe, empático, aseveró: ¡Se trata de una reliquia! 

Y así de distraídos todos nos dieron las 21h. Mantenías la sensación de bienestar, Rosa. Una paz que nos envolvía y daba tregua al dolor despiadado. Con ese semblante sonriente y cómplice de los momentos relatados, te queremos recordar. 

Esta carta la empecé esta tarde, Rosa, sabiendo que estabas sedada. Adexe nos envió un mensaje temprano informándonos de ello y agradeciendo que nos hubiéramos cruzado en vuestras vidas. La termino ahora, de madrugada, entre lágrimas, pues a las 0:37h he leído una frase rotunda de Ana Rijo en el móvil "Rosa nos acaba de dejar". No le he respondido todavía porque estoy hablando contigo a través de otro canal, el canal de la eternidad que siempre llevará este mensaje:

 "Los agradecidos, Rosa, de haberte conocido seremos siempre nosotros"

A un ángel dadivoso que extendió su bondad en el momento preciso y a su querido hijo Adexe

(Thomas, Marina, Eduardo Luis y Syra) 

Lanzarote 09-10 octubre 2021


3 comentarios:

  1. Con los ojos llenos de lágrimas te doy las gracias emocionada por leer tan emotivo homenaje a mi tía... Qué bonito saber que encontró amigos que quiso como familia. Siempre estará con nosotros mientras la recordemos con una sonrisa en los labios. Gracias Syra!!! De verdad...

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  2. Te agradezco tus palabras sinceras y me gustaría saber quién eres. Estando en casa de Rosa he conocido a parte de su familia y quizás hayamos coincidido. La verdad es que en este homenaje no cabe todo el bien que ha hecho tu tía. Han quedado en el tintero otras facetas de ella, como la de participar altruistamente en actividades del colegio de Playa Honda y muchas más. Aun así me alegra saber que esta carta contribuirá a su recuerdo esbozando una sonrisa. Un abrazo. Syra

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  3. Preciosa y emocionante despedida Syra. Una maravilla de amistad. Muy bonito, Syra. Gracias por pasarmela. Un cariñosísimo abrazo.

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