La loca de la casa, de Rosa Montero

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En "La loca de la casa" (como llamaba Santa Teresa de Jesús a la imaginación) Rosa Montero nos habla de la narrativa como un arte primordial en los seres humanos. Afirma que nuestra identidad reside en la memoria, en el relato de nuestra biografía y que lleva bastantes años tomando notas en diversos cuadernitos con la idea de hacer un libro de ensayo en torno al oficio de escribir. 

Explica que poco a poco fue dándose cuenta que no podía referirse a la literatura sin hablar de la vida. Asimismo nombra a grandes novelistas como Vladimir Nabokov, Simone de Beauvoir, Joseph Conrad y Rudyard Kipling que han creído perder en algún momento el paraíso y escriben para intentar recuperarlo. Dice el psicólogo Philippe Brenot en su libro "El genio y la locura".

Del dolor del perder nace la obra

Rosa Montero señala que el escritor siempre está escribiendo. En su cerebro bulle constantemente un torrente de palabras. Por ejemplo paseando a sus perros es capaz de redactar párrafos y artículos o cambiar verbos y comas. Opina que el novelista tiene el privilegio de seguir siendo un niño y a veces estar habitado por fantasías y delirios de loco. El joven narrador portugués José Peixoto menciona los "y si" como origen de múltiples fabulaciones creativas. En ocasiones las historias nacen de algo ínfimo, puede ser una emoción o el recuerdo de un rostro como le sucedió con la tercera novela "Te trataré como a una reina". Una especie de iluminaciones según Carson McCullers. 

"La loca de la casa" es además un relato autobiográfico. Su autora describe una noche en la que sintió verdadero miedo al transitar por unas calles de Boston con su hermana Martina. Asevera que entre ellas hay siempre algo incierto e indefinido. De esa pesadilla vivida nació "Bella y oscura". 

Rosa Montero confiesa que es una persona enamoradiza. De sus vivencias sentimentales, algunas disparatadas, recuerda una especialmente irreal cuando tenía 23 años. Todo empezó con la invitación de su amiga Pilar Miró a salir a cenar acompañando a un famoso actor americano que estaba rodando una película en Madrid. La periodista desvela este encuentro y la cadena de sucesos acaecidos en la Torre de Madrid. No hablar inglés con fluidez motivó, sin duda, malentendidos.

Por otra parte, Rosa Montero discrimina la actividad de periodismo que pertenece a su ser social y la de narrativa, actividad íntima y esencial. Para ella, escribir es una manera de pensar; y ha de ser un pensamiento lo más limpio, lo más libre, lo más riguroso posible. Está convencida del misterio del proceso de creación de una novela y sus espontáneas coincidencias, como refiere le ocurrió con "El corazón del tártaro". 

Sin embargo también los escritores se pierden (fracasan y se hunden en el silencio) o incluso mueren de éxito. La autora de "La loca de la casa" (publicada por Alfaguara, 2003) reitera la necesidad del reconocimiento público, no solo para seguir escribiendo sino para seguir siendo. Cita a Herman Melville que nunca se recuperó de la incomprensión a su obra "Moby Dick" y a Truman Capote quien demostró su enorme talento en "A sangre fría", siendo después su producción mediocre.

Esta novela está dedicada a Martina, la hermana de Rosa Montero. La escritora afirma que no se parecen nada en absoluto, casi una antítesis a su propia persona. De ella menciona que, además de tener 3 hijos y una pareja estable, es eficaz en todo lo que se propone abarcando multitud de actividades. Sin embargo, Rosa, con mucho humor, confiesa su poca habilidad en las tareas que Martina es exitosa: cocinar, la extremada intendencia del hogar y crear ambientes. La define como hacedora, mientras ella se considera solo palabras que son lo que nos hace humanos.

Una de las recomendaciones de Rosa Montero es abstenerse del uso de la vanidad que delata a algunos autores y autoras. Quizá sea por la especial dependencia de la mirada ajena. Por otra parte admite la fragilidad del escritor/a motivada porque el escribir novelas es una actividad íntima que te sumerge en el fondo de ti mismo y saca a la superficie tus fantasmas más ocultos. Opina que para ser un buen escritor hay que desear serlo, y desearlo, además de una manera febril. Sin la ambición disparatada y soberbia de crear una gran obra, jamás se podrá escribir ni tan siquiera una novela mediana. (página 125)

En las entrevistas a Rosa Montero suele haber dos preguntas reiteradas: "¿Existe una literatura de mujeres? y ¿Qué prefieres ser, periodista o escritora? Responde a ambas explicando que escribe sobre el género humano, sintiéndose sobre todo novelista, su impulso diario para levantarse. 

Rosa Montero estudió también Psicología. En la página 186 aborda la siguiente reflexión: -La esencia de la locura es la soledad. Una soledad psíquica absoluta que produce un sufrimiento insoportable.- Durante mucho tiempo creyó que escribir podía rescatarla de la disolución y negrura, porque supone un sólido puente de comunicación con los demás y anula, por lo tanto, la soledad mortífera. De ahí, la necesidad de publicar y ser leído/a. Piensa que escribir te salva la vida siendo un circuito de comunicación con el mundo y un dique de las derivas psíquicas

"De la loca de la casa" resalto la intervención de la escritora argentina Graciela Cabal hablando de la posibilidad de que un/a lector/a disfrute de una vida más larga que las demás personas porque no se muere hasta que no acaba el libro que está leyendo. Esta hipótesis la enlaza con una anécdota de su padre que pedía un libro más gordo cuando venía el médico a visitarlo con el triste vaticinio de su inminente muerte. La autora sostiene que la imaginación no sólo puede vencer a la muerte (o al menos conquistar un aplazamiento de la condena como sucede con Sherezade en "Las mil y una noches", sino que también nos cura, nos sana, nos hace mejores y más felices (página 204). 

En la novela hay espacio también para las esposas de los escritores que, en vez de vivir para su propio deseo, viven para el deseo de los demás. Rosa Montero las describe como criaturas formidables capaces de desplegar múltiples talentos con el objetivo de que el Gran Hombre pueda dedicar todo su tiempo y energía a crear la Gran Obra. Se cita el ejemplo de Fanny Vandegrift, la mujer de Robert Louis Stevenson, autor de "La isla del tesoro", "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde"; y el de Sonia Tolstoi. 

Rosa Montero alude a la raíz de la novela,  género literariamente urbano, y sus posibles clasificaciones. Italo Calvino distingue a los autores entre escritores de la llama (emoción) y cristal (razón); Juan José Millás los divide en insectos (creación exacta, perfecta, menuda y engañosamente sencilla: "La metamorfosis" de Kafka) y mamíferos (novelas enormes, pesadas, potentes como "Ulises" de Joyce). Ella ha inventado la categoría de autores memoriosos (estilo descriptivo) y amnésicos (estilo metafórico tal es el caso de Joseph Conrad en "El corazón de las tinieblas"). Con este último coincide más. 

La novela es un artefacto temporal, como la misma vida

La escritora señala que todos los escritores ambicionan atrapar el tiempo. Italo Calvino lo consigue en su libro autobiográfico "Ermitaño en París" (1959). En cuanto a la idea primigenia de "La loca de la casa", su autora explica que al principio pensó que iba a ser un ensayo sobre el oficio del novelista, finalmente se sumaron la imaginación y la locura. La madurez de un novelista, según Rosa Montero, proviene de un aprendizaje fundamental: el de la distancia con lo narrado. 

Para mí la escritura es un camino espiritual

Imagen:
https://www.marimenayuso.com/post/entrevista-a-rosa-montero

Confieso abiertamente que leer a Rosa Montero es para mí la certeza de saber que estoy en mi propio camino espiritual. Cada libro de su amplia trayectoria literaria viene a mi en el preciso momento. De esta forma se afianza el deseo de escribir y sacar a la luz el arsenal dentro de mi alma que percibió Lola Herrera en el encuentro que mantuvimos en Lanzarote cuando presenté su libro "Me quedo con lo mejor" en febrero 2014.

Por ahora mi vida tiene la prioridad de la labor docente, que pertenece a mi ser social y, la literatura es también mi actividad íntima y esencial (tal indica Rosa Montero en relación al periodismo y narrativa).

Por último coincido con la frase que Rosa Montero considera la representa en su necrología:

Nunca se contentó con lo que sabía

 

NOTA: "La loca de la casa" fue premio "Qué leer 2004 al mejor libro del año", Premio Grinzane Cavour 2005 y Premio Roman Primeur 2006, Francia. Agradezco a la escritora sus citas literarias. Entre ellas "El Gatopardo" (Giuseppe Tomasi de Lampedusa), "El gigante egoísta" (cuento de Oscar Wilde), "Amor y odio" (William L. Shirer), "Espejo roto" (Mercé Rodoreda) y las de otras autoras como Clara Sánchez con el relato de Marguerite Yourcenar "Cómo se salvó Wang-Fô" (antigua leyenda china).

Biografía: página oficial https://www.rosamontero.es/biografia-rosa-montero.html

En este blog puedes leer más reflexiones sobre libros de Rosa Montero. Os recomiendo:

https://camino-syra.blogspot.com/2023/06/la-desconocida-rosa-montero-y-olivier.html

https://camino-syra.blogspot.com/2023/04/la-ridicula-idea-de-no-volver-verte-de.html

https://camino-syra.blogspot.com/2022/08/el-peligro-de-estar-cuerda-de-rosa.html

https://camino-syra.blogspot.com/2021/08/la-buena-suerte-de-rosa-montero.html

https://camino-syra.blogspot.com/2024/08/amantes-y-enemigos-de-rosa-montero.html


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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero) "Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago) "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset) "Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto) "La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano) "Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust) "Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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