El bolígrafo de gel verde, Eloy Moreno

Editorial Espasa
El deseo de leer este libro surgió al escuchar a Eloy Moreno en una entrevista en la radio. El escritor castellonense se estaba planteando superar el récord Guinness de firmar ejemplares, hasta ahora en posesión del escritor indio Vickrant Mahajan (6.904 libros). Y tanto que lo logró. El 8 de febrero autografió 11.088 libros en 12 horas.

En la conversación se habló también de sus novelas "El bolígrafo de gel verde" (publicada en 2011 que autoeditó y distribuyó él mismo), "Redes" y "Tierra". Pregunté en la Biblioteca del Centro Cívico de Arrecife si disponían de algún ejemplar de la primera y la respuesta fue afirmativa. 

El relato de Eloy Moreno, narrado en primera persona, nos lleva a una noche de insomnio en la que el protagonista recuerda su infancia. Transcurre el mes de agosto disfrutando de la tranquilidad de las vacaciones en familia y con Toni, su mejor amigo, en un pueblo de "la Mancha". Sin embargo, un accidente sufrido por los niños, al desplomarse la cabaña de madera que estaban construyendo, cambió su relación de casi hermanos por la distancia. Este incidente provocó unas grietas que los padres de Toni, los Abat, no olvidaron nunca.

Por otra parte, el autor nos sitúa en la etapa adulta del protagonista, casado con Rebeca, encargada de una tienda de ropa franquiciada en un centro comercial, y con un hijo, Carlitos. Una existencia rutinaria donde solo hay cabida para el trabajo y las obligaciones domésticas. ¿Dónde está aquel tiempo de ilusión y libertad? ¿Cuántos años hace de todo? Las emociones afloran y también un posible plan para salvar la relación conyugal. No obstante implicaba cambiar demasiadas cosas: casa, lugar, trabajo, en definitiva, de vida.

El dilema realmente empieza un lunes cuando el protagonista recibe una llamada durante su jornada laboral en la multinacional de informática y, al querer tomar nota de unas modificaciones para una aplicación, se da cuenta que su bolígrafo preferido de gel negro había vuelto a desaparecer. A partir de este momento, se convierte en detective espontáneo y siguiendo la pista de su bolígrafo nos presenta a algunos compañeros y compañeras de trabajo, tal es el caso de Sara, cuyos ojos verde luto ocultan un secreto (la muerte de su marido y primer hijo en una maniobra de adelantamiento regresando de una carrera de coches); Juanjo, el sabelotodo; Marta, la recepcionista y Rafa, el jefe de personal enchufado por su suegro (uno de los gerentes de la empresa). 

El día siguiente, martes 19 de marzo 2002, se compra en la papelería un bolígrafo de gel verde. Cinco días dura en su cubilete hasta que Sara lo toma prestado y desaparece. Justo lo que él pretendía, que se perdiese. El lunes se fija en un aviso interno que alguien ha escrito con el inconfundible color verde. Desgrapa el post-it y se lo guarda para intentar descubrir a su ladrón/a. Inicia entonces el periplo tardío por las mesas topándose incluso con la señora de la limpieza, su cómplice ilusionante en la búsqueda. Esta acción de hurgar en vidas ajenas, casi un hábito, le hace llegar muy tarde a casa sin avisar haciendo que la tristeza reine en el hogar. La tensión aumenta cuando es llamado por su jefe para averiguar por qué se queda hasta tan tarde en la oficina. ¿Sabrá que ha descubierto que practica sexo con Sara en su despacho?¿Habrá cámaras de vigilancia?

Y mientras sigue dudando en contarle a Rebeca su plan de reinventarse, se encuentra de lleno con una sorpresa. Ve a su mujer salir con su amigo de la infancia, José Antonio, de la oficina, donde también trabaja. La gota que colma el vaso es que se encuentra en casa una carta de despedida definitiva de Rebeca. Su cerebro comienza a elucubrar reclamando venganza. ¿En qué deparará esta historia?

En este libro Eloy Moreno describe con claridad la falta de tiempo que hay en las parejas, en este caso agobiada por la necesidad de tener que trabajar demasiado para ganar dinero con el que mantener a un hijo que apenas ven y contratar a una persona que les limpie el hogar en el que apenas están. Algo muy común en nuestra sociedad, sumado a la eterna hipoteca de pisos pequeños en ciudades que asfixian con las altas cuotas a sus residentes.

Destaco un párrafo de la página 73 muy significativo cuando el protagonista llega a casa cansado de la jornada laboral: 

Hola, amor- me recitó como era habitual, en un tono inexpresivo, mientras me daba uno de esos besos de rigor, de los que apenas ya rozan los labios, de ésos vacíos, de los que se dan sin pensar o de los que se dan pensando en cualquier otra cosa.

Asimismo, se observa la sensación de frustración por una vida no vivida con calidad, de diaria monotonía, que desemboca en que el protagonista malinterprete la cotidianidad y la transforme en indicios de engaños, supuesto de su imaginación desmedida. 

El autor da un giro final esperanzador. El protagonista hace "el Camino" que representa un reto continuo y una gran experiencia humana de convivencia. Asistimos a un desenlace feliz cuyo origen estriba en crear una nueva vida con una nueva historia y un nuevo ritmo. Ese que te permite olvidar el anterior en el que solo veías 25 minutos a tu hijo al día, lo levantabas a las 7h para dejarlo con los abuelos, la tensión de fichar a las 08.30h y finalizar la jornada laboral a las 19:30h, cenar sin apenas palabras o que el domingo fuera la amenaza del lunes. 

Sobre el autor

Eloy Moreno
Nace en Castellón de la Plana en 1976. Se tituló en Ingeniería Técnica en Informática de Gestión por la Universidad Jaume I. 
Trabaja como informático en el Ayuntamiento de Castellón de la Plana.

En su página web se encuentra la historia de la creación de su primera novela "El bolígrafo de gel verde"

Sugiero leerla porque es una lección de vida.

https://eloymoreno.com/mi-historia



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