"Tiempo entre costuras" - Sira, Syra o Syrah....

Hacía más de un año que me rondaba la idea de leer “Tiempo entre costuras”. Aparte de la buena acogida entre el público de la primera novela de María Dueñas  había oído que la protagonista se llamaba Sira y que tenía relación con Tetuán. Dos coincidencias con mi persona que me atraían. Mi abuelo Luis Jiménez-Pajarero Miranda, capitán de Infantería en la época de la II República, estuvo en esta ciudad destinado y posteriormente en Larache. De esa estancia su mujer, mi abuela Caridad, conservó siempre el anhelo de bautizar con el nombre de Sira (Syrah) a una nieta. Nací un 21 de enero de 1968 y mi padre  le concedió ese deseo ante la sorpresa del sacerdote en Talavera de la Reina (Toledo). Y como se solía hacer en ese tiempo fue precedido por el de la festividad del día, Santa Inés,  cumpliendo así con la Iglesia y el beneplácito familiar por coincidir además con el nombre de una tía de mi madre.

Desde que colaboro en Mass Cultura me comprometo con agrado a leer libros, es una forma de dar a conocer a sus autores, en ocasiones, noveles, y explicar sus contenidos bien poéticos o narrativos. “Tiempo entre costuras” no necesitaba ninguna carta de presentación siendo un éxito de ventas; sin embargo, el día 12 de septiembre, un hecho fortuito determinó que  me acercara a ella. En el aeropuerto de Ibiza, dirigiéndome al mostrador de facturación de regreso a Mallorca, donde se encontraba mi familia de vacaciones, vi el libro apoyado en una mesita. No había nadie cerca. Pensé que alguien se lo habría olvidado y regresaría a recogerlo en cuanto se diera cuenta del olvido. Con las tarjetas de embarque en la mano, giré la cabeza y comprobé que seguía en el mismo sitio. Faltaba media hora todavía así que me senté y me atreví a hojearlo. Entonces comprobé que… ¡estaba escrito en catalán!  Viví en Barcelona hasta los 9 años y las  palabras pronunciadas en mi infancia se despertaron para con fuerza hacerse un sitio en mi memoria. Las 12:30 h. Los altavoces recuerdan la llamada del vuelo de Iberia. Nadie ha venido a buscar el libro. Me planteo el reto de leerlo en catalán. Y como si fuera un regalo caído del cielo, el día del santo de mi madre, Dulcenombre de María,  me dirijo al control de pasajeros con una eufórica sensación interior.
En una época sosegada comencé su lectura y de nuevo la máquina de escribir Hispano Olivetti Lettera 35, responsable del destino de Sira, la protagonista de esta novela, coincide con mi primer relato en Mass Cultura donde manifesté que era precisamente este objeto un latente recuerdo de mi padre y Saramago. Y así entre hilos, botones y sueños conozco la vida de una costurera con gran talento que cambiará la vida segura y respetable con Ignacio, un funcionario, por la viajera, lujosa y llena de engaños que Ramiro le ofrece. Cegada por su pasión y el deseo de ser independiente, evadiéndose de una infancia marcada por la ausencia del padre, Sira lleva una doble vida.
Las oportunidades se le presentan en diferentes etapas como el encuentro con su padre, don Gonzalo, y la percepción de una parte de la herencia para emprender nuevos horizontes en el Protectorado Español. Sin embargo la inocencia de Sira  la impedirá ver la cruda realidad: Ramiro la ha dejado en Tetuán en un profundo  pozo negro lleno de deudas. Resurgirá de la más honda tristeza y desesperación. La inestimable ayuda de personas como el comisario Vázquez, Candelaria y Rosalinda serán su guía. Sira cambia el ayer por el HOY. Un ejemplo de superación que se verá mezclado con una faceta de espía y que nos acercará de nuevo a nuestra historia reciente y muy bien documentada. Militares, miembros de Servicios de Inteligencia, corresponsales de guerra como José Luis Beigbeder, Alan Hillgarth y Marcus Logan nos harán sentir una época en la que se podía estar en la cima y ser admirado o finalmente relegado a una triste vejez, un lejano retiro o un feliz desenlace.
Falsos patrones y ricas telas  irán dando cuerpo a un ágil argumento cuyos hilvanes se consolidarán en firmes puntadas con un ritmo vertiginoso en el que Sira no dudará en arriesgarse y poner en peligro su vida.
La inocente modista se convertirá en una valerosa mujer que demostrará que puede dejarse la piel en futuras misiones o rendirse a la visión de una sencilla rosa.

 La nostalgia -como dice su protagonista-originada por el paso de los años,  fue lo que motivó el inicio de esta historia. Su lectura nos alienta a investigar, estudiar y seleccionar para volver a sacar a la luz un pasado que marcó la vida de mucha gente, entre ellas … mi familia.

Su resumen (69 capítulos y epílogo) lo pongo a vuestra disposición en el apartado de este blog de resúmenes.

2 comentarios:

  1. Me llamo Sira...pq mi abuela paterna se llamaba así..Bonito relato.Me lo compraré..faltaría más. :)

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  2. Hola.. Yo me llamo Syra! '0'

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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero) "Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago) "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset) "Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto) "La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano) "Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust) "Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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