" Historia de una maestra"

Una deliciosa novela ambientada en entornos rurales cuya autora es Josefina Aldecoa (La Robla - León 1926 /Mazcuerras - Cantabria 16 de marzo 2011). En 1944 va a Madrid y se licencia en Filosofía y Letras. Colaboró en un grupo literario que produjo la revista de poesía "Espadaña". Se casa a los 26 años con Ignacio Aldecoa (novelista). Realiza cuentos, relatos de corte biográfico. Destacan: A ninguna parte (1962), Los niños de la guerra (1983), La enredadera (1984), Porque éramos jóvenes (1986), El vergel (1988) .....
 Fue hija y nieta de maestras republicanas. Formó parte de la conocida como Generación de los Cincuenta. Fundó el colegio Estilo inspirado en la Institución Libre de Enseñanza.
Recomiendo el artículo siguiente en el que se puede ahondar en la trayectoria de esta escritora y pedagoga, una mujer apasionada por el mundo de la educación.



 
 En "Historia de una maestra" los principales protagonistas son Gabriela, una joven maestra con ilusión, entusiasta y que despierta la imaginación de los niños decorando las clases, haciendo teatro, con canciones). Creía en la educación, cultura y justicia; y Ezequiel, maestro también, marcado por su dura infancia en la que incluso la familia había muerto de hambre. El cura lo orienta pero a los 14 años abandona el seminario. Ha estudiado a base de becas y trabajos. De ideas sanas: naturalista (sol, paseos). Quiere que los adultos conozcan sus derechos y no  se los maneje debido a su ignorancia.
La novela es de estilo sencillo, cercano, y claro. Comienza con la siguiente cita de Quevedo:

“… como sé que los sueños, las más veces, son burla de la fantasía y ocio del alma”

Estructurada en 3 partes:

1ª.- EL COMIENZO DEL SUEÑO

       En agosto de 1989 la protagonista comienza a contar una vida. Desde el primer párrafo dice al lector:
“Si tienes paciencia y me escuchas y luego te las arreglas para ir poniendo orden en la baraja…”
Así Gabriela inicia el relato de su trayectoria como maestra recién finalizada la carrera con 19 años en 1923 en la ciudad de Oviedo que coincide con una boda que marcaría siempre su destino: la de Carmen Polo y Martínez Valdés con el Teniente Coronel don Francisco Franco Bahamonde.
Su primer destino como suplente (interina) fue en Tierra de Campos en el que se sintió muy sola pues aparte de los escolares nadie se interesaba por lo que hacía; el segundo era un pueblo de vino, de modo que los niños estaban más vendimiando que en la escuela.
La 3ª escuela se encontraba en un pueblo perdido en la montaña al que la nieve del invierno solía aislarlo. Había 30 niños entre 6 y 14 años a los que la recién llegada animaba a mejorar la escuela. Gabriela recuerda las enseñanzas de su profesor, don Ernesto, quien comparaba la labor del maestro con una chispa que encendía la inteligencia y forjaba el carácter de los futuros ciudadanos. Pronto se da cuenta que el alcalde y el sacerdote eran los que movían los hilos de todo.
Gabriela dedica unas palabras emotivas a su padre:
“Aún ahora que lo contemplo con la frialdad de los años pasados, valoro su pasión por el saber, el ansia por alcanzar fines nobles que proyectó en mí”.
La relación paternal era muy estrecha y procuraba cumplir con su mensaje principal “Respeta a los demás, respeta y trata de comprender a los otros”. Gabriela, todos los días, escribía su diario de clase en el que reflejaba sus logros con los niños cuyo estado de ignorancia era homogéneo en diferentes edades sumado a un entorno en el que la comunicación era mínima. Sin embargo el trabajo estimulaba a Gabriela, la escuela llenaba su vida plenamente a pesar de los comentarios adversos a su metodología, en la que la igualdad era una constante.
Casos difíciles como el de Genaro que vivía en un molino solo con su padre desde la muerte de su madre. Gabriela tiene que agudizar el ingenio ante la escasez de recursos y gracias a los pequeños obsequios de don Wenceslao, un vecino que ha viajado a Guinea, va cubriendo las evidentes carencias. Finalmente el padre decide recogerla ya que su estado de cansancio y debilidad así lo aconsejan.
Gabriela decide prepararse oposiciones, aprueba y ya puede elegir escuela. Ante la sorpresa de sus padres decide a sus 24 años irse a Guinea Ecuatorial. Llega en 1928 a Santa Isabel; en el barco conoce a un médico, Emilio, de aspecto educado y le confirma que los niños la están esperando para aprender con interés. El calor intenso y las condiciones de la cabaña la afectan: ojeras, delgadez así que es trasladada a una casa colonial. Mantiene una buena relación con Émile; el médico vivía con su madre quien desconfiaba de los blancos.
La maestra sufre un intento de agresión y posteriormente el calor, el cansancio y los desmayos provocan delirios que deberán ser observados en el hospital. Termina regresando en barco a su hogar pues necesita un largo tiempo para recuperarse.

2º.- EL SUEÑO

       Gabriela conoce a un maestro al que le une muchas afinidades. Ezequiel no tiene padres, ni hermanos, ni parientes cercanos. Su soledad fue decisiva para que lo aceptara y quisiera.
Los comienzos serán muy duros. El ajuar preparado por su madre será el inicio del nuevo hogar en León en el que sus proyectos en común serán reflexionados con relación a los niños y la alfabetización en la escuela de adultos. El matrimonio le confiere seriedad y trabajo.
Gabriela se da cuenta de que está embarazada. El nacimiento se producirá el 14 de abril de 1931 con la llegada de la República. Será una niña a la que llamará Juana.
Un periodo de ilusión, entusiasmo, por las mejoras que se supone traerá la República como la dignificación del maestro: libertad, autonomía, solidaridad, reforma agraria/sanitaria/enseñanza. Ezequiel decide no bautizar a la niña.
En febrero de 1932 las promesas no han sido cumplidas; la religión se acaba en la escuela y se crean las misiones pedagógicas en las que profesores y alumnos cargados de libros, películas y gramófonos se instalan en el pueblo realizando la fiesta de la cultura (escritores, artistas, intelectuales…). Mundos desconocidos aparecían ante los ojos de los campesinos.
Piensan en solicitar un traslado. Les despiden el cura, el alcalde, don Cosme en un ambiente de agradecimiento en el que niños y  mujeres les hacen entrega de regalos.

3º.- EL FINAL DEL SUEÑO

       Un nuevo destino: un pueblo minero llamado Los Valles en el que la tierra olía a carbón mojado. El alcalde, don Germán, republicano, humanista, con una hija (Eloísa) les considera personas inteligentes; les explica que los mineros tienen sus propias escuelas yendo a las Nacionales los más pobres.
Gabriela sólo tiene niñas. Ezequiel plantea una escuela de adultos; ambos desean la coeducación, es decir, niños agrupados por edad y no por sexos.
Juana ya tiene dos años y medio. Se producen unas elecciones con triunfo absoluto de la derecha. Ezequiel manifiesta su pesimismo, se vuelve huidizo y decide afiliarse al partido socialista. Se suceden protestas, tensiones, mítines, violencias. Gabriela y la niña pasan el verano con sus padres.
En septiembre de nuevo la prohibición de la coeducación. Se vuela un puente y se retiene a dos guardias; muertes, heridos, rebelión en Asturias y la llegada del Ejército. Detienen a Ezequiel y lo llevan a la cárcel. El año 1935 es gris, de tristeza y miedo. El trabajo supone para Gabriela un estímulo y una vital medicina. En enero de 1936 vence el Frente Popular, Ezequiel es liberado volviendo a ser líder en el pueblo y limitándose a una exigua vida familiar.
El padre de Gabriela enferma. Acude en verano a cuidarlo y fallece el 12 de julio de 1936. Días después se produce la sublevación militar en Canarias; en León a los 15 días. Fusilan a Ezequiel y don Germán.
Gabriela vuelve en el coche de línea; imágenes de muertos y un periódico en el que el General Franco aparece. Gabriela recuerda su mirada el día de su boda; el mismo día que ella soñaba con una vida feliz.




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