Jornada de Puertas Abiertas en la Casa Museo José Saramago

Emma Cabrera Toribio
En el segundo aniversario del fallecimiento de José Saramago, 18 de junio 2012, el complejo cultural  “A Casa” organizó una Jornada de Puertas Abiertas haciéndose eco del deseo del escritor de ser punto de encuentro de voces cuyo nexo de unión sean las letras. La consejera de Educación y Cultura, doña Enma Cabrera Toribio inició a las 12:30 h la lectura continuada de la última novela presentada en Lanzarote: “Claraboya “. Una obra dedicada  a la memoria de Jerónimo Hilário, abuelo del Premio Nobel, y que fue entregada en 1953 a la editorial por el que era entonces un joven autor con 31 años. Nadie podía suponer que la respuesta llegaría en 1999.

Como definiera Pilar del Río en su prólogo se trata de una novela de personajes que viven en la ciudad lisboeta de la década de los 40. Ayer sonaron con fuerza los nombres de Silvestre, el zapatero sabio,  y Mariana, su mujer; una pareja que con el paso de los años aún se quería más. Y el del joven Abel, el solitario viajero.  En ellos reconocemos al propio Saramago, madurez  y espíritu  libre. Datos autobiográficos confesados como la aversión a las habas desde que era un niño y también sus pasiones: el amor por los libros.

Una servidora de la cultura
Las personas que se acercaron para compartir esta fecha tan señalada fueron testigos de  la musicalidad de los párrafos en la biblioteca del literato. Rostros sosegados y cómplices, gestos afirmativos y sonrientes al interpretar los contenidos de esta historia de 6 familias por las que el lector circula libremente como si las paredes del edificio fueran de cristal y pudieran ser contempladas.
Miradas coincidentes subrayando la dura realidad que con todo detalle describe Saramago y que es un reflejo del pensamiento elegido de Raul Brandâo:



“En todas las almas, como en todas las casas, además de fachada, hay un interior escondido” 


Durante la mañana se prosiguió con las visitas del que fuera el hogar de Saramago y Pilar del Río desde 1993. Sin duda un día muy especial en el que el café portugués, servido en la acogedora terraza con vistas al mar, será siempre recordado por todos los que tuvieron la fortuna de saborearlo tras su participación en el segundo aniversario de este escritor universal.
Javier Pérez F-Figares, director de “A Casa”, agradeció la asistencia a todos los que quisieron compartir esta mañana del lunes en Tías, leyendo en voz alta o simplemente depositando, con todo cariño, una delicada flor en el escritorio de José Saramago, el mismo en el que creara sus dos últimas novelas “El viaje del elefante” y “Caín”.  El acto finalizó a las 14:30 h.

Ese mismo día en Lisboa, su compañera de viaje, Pilar del Río, frente a la recién inaugurada Fundación José Saramago (13 de junio) en la Casa dos Bicos, realizaba también un emotivo homenaje. Junto al olivo en el que descansan sus cenizas se recitó el poema “Negra sombra” de Rosalía de Castro en gallego, español y portugués. Música interpretada por los jóvenes João Falcão y Miguel Suscasas. La Presidenta de la Fundación Saramago estuvo acompañada por el secretario de estado de Cultura, Francisco José Viegas, familiares, amigos, lectores, escritores como José Eduardo Agualusa y Filipa Melo y la directora del Instituto Español de Lisboa.
Gracias al fotógrafo Jesús Porteros por las imágenes cedidas.
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"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"
José Saramago
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible av
anzar cuando se mira lejos"
Ortega y Gasset
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia"

Epícteto

"La ingratitud es el precio al favor inmerecido"

Ignacio Manuel Altamirano

"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado"
Marcel Proust
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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