"La maleta de mi padre" de Orham Pamuk

El 21 de agosto comencé la lectura de un libro que me regaló un verdadero ángel. Su título “La maleta de mi padre” y su autor Orhan Pamuk nacido en Estambul (Premio Nobel de Literatura 2006). Esté ángel de la amistad sabía que mi padre había fallecido el 29 de marzo de 2008 y tras haberme escuchado hablar con admiración sobre él y su obra sintió que el contenido de este libro estaba íntimamente ligado conmigo. Y así era.
Le había comentado la necesidad que había experimentado desde su partida de escribir y leer constantemente. Las palabras de Orham Pamuk me sirvieron de consuelo y para afianzarme en el deseo de seguir los deseos de mi corazón.
“La maleta de mi padre” es un emocionante discurso que Pamuk leyó en la entrega del Premio Nobel. Habla sobre la naturaleza de la escritura, del amor a los libros y del propósito de la literatura.
Dos años antes de morir su padre, en diciembre de 2001, le había entregado una pequeña maleta llena con sus notas, manuscritos y cuadernos. Un hecho similar al que yo acababa de vivir recientemente. Mi padre me había escrito una carta en noviembre de 2007 rogándome que, si faltaba antes, le publicara su libro de poesía, fruto de cuatro décadas. Y también me había traído una maleta llena de carpetas en las que había cuidadosamente organizado todos sus escritos.
A medida que me imbuía en las páginas del libro me daba cuenta del inestimable consuelo que para mí representaban las palabras del literato. Entre otras definiciones destaco las que me han marcado profundamente:
ser escritor consiste en descubrir, luchando pacientemente, durante años, la segunda persona que se esconde en el interior de uno y el universo que convierte a esa persona en lo que es.
- el secreto de la escritura no reside en una inspiración que nunca se sabe de dónde va a venir, sino en la obstinación y la paciencia.
Ante la pregunta formulada por un periodista sobre los motivos que le inducen a escribir   Orham Pamuk se sincera y responde:
- le sale de dentro.
- es incapaz de hacer un trabajo normal como los demás.
- le gusta pasarse todo el día escribiendo.
- sólo puede soportar la realidad si la altera.
- cree en la literatura y en la novela.
- es una costumbre y una pasión.
- para estar solo.
- cree en la inmortalidad de las bibliotecas.
- la vida y el mundo es increíblemente hermoso y sorprendente.
- para crear una historia.
. para ser feliz.

Acompañan a este discurso otros dos textos igualmente pronunciados en entrega de galardones como “El autor implícito” (abril 2006) que trata de la psicología del autor, de la aventura que supone ser escritor y de la necesidad de serlo y “En Kars y en Frankfurt” (2005) sobre la posibilidad que tiene el novelista de ponerse en el lugar de otros.
Termino con dos reflexiones de Orham Pamuk.
“La vida es siempre dura cuando no se escribe” y “Se necesita la inocencia infantil para escribir”.

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José Saramago
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible av
anzar cuando se mira lejos"
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"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia"

Epícteto

"La ingratitud es el precio al favor inmerecido"

Ignacio Manuel Altamirano

"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado"
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"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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