Memorial del Convento



Hace tiempo que deseaba leer la novela que unió a José Saramago y a Pilar del Río. En mayo de 2011 la compañera de viaje del escritor concedió una entrevista a Mass Cultura de la que resalto la expresión sincera y valiente de sus sentimientos. Comprendí que había llegado el momento de descubrir qué impulsó a la periodista en 1982 a ir a conocer en persona a José Saramago.
Dos citas de P. Manuel Vehlo y Marguerite Yourcenar sirven de introducción al mensaje que la engloba y que hace referencia a hechos inexplicables y que sobrepasan la realidad.
La historia, ambientada en el Portugal del siglo XVII, tiene como eje principal la construcción de un convento en la villa de Mafra. La sugerencia parte de Fray Antonio de San José, consciente del deseo del rey Juan V, casado con doña María Ana de Austria, de tener descendencia. El viejo franciscano  afirma que  Dios le daría segura sucesión si mantenía  su fe.  El monarca realiza la promesa de levantar un convento ante el obispo inquisidor Don Nuno da Cunha.
Entre sus protagonistas Baltasar Mateus, un  soldado de 26 años que perdió su mano izquierda, destrozada por una bala, en Jerez de los Caballeros (Badajoz). A raíz de este accidente vive de la limosna con la que consigue reunir lo necesario para pagar al herrero el gancho que sustituirá su mano. Vagabundeará perdido buscando hermandades generosas. En un acto de fe conocerá a Blimunda, una joven vidente cuya madre, denunciada al Santo Oficio,  está en ese momento siendo deportada a Angola.  Junto al padre Bartolomeu Lorenço presenciará Blimunda el humillante trato del que es objeto.
Baltasar se enamora de los ojos cenicientos de Blimunda desde el primer instante. Sus miradas  se encuentran e inician una sólida relación que esa misma noche es sellada, al calor de la lumbre, por el padre Bartolomeu Lorenço con su bendición. Baltasar sabrá del anhelo del cura de construir una máquina voladora con el beneplácito del monarca. Siempre de la necesidad han surgido los avances y convence a Baltasar, en espera de una posible pensión de guerra, para que lo ayude.  La pareja se traslada para estar cerca de la máquina hasta que la carencia de uno de los materiales, el éter, motiva el viaje del padre a Francia y que ellos se desplacen de Lisboa a Mafra.
El rey tiene una hija, Doña María Javiera Francisca Leonor Bárbara, y después un varón, el infante Don Pedro. Y como es de palabra elige el sitio en el que será construido el convento, en el alto de La Vela.

  Baltasar regresa a casa de sus padres y allí se entera de que han tenido que vender parte de sus tierras al rey porque se va a iniciar la construcción del convento del que ya se habla de gran obra. Una buena oportunidad para encontrar trabajo para los dos.
Transcurren 3 años y el padre Bartolomeu vuelve con nuevos conocimientos. El éter, asevera, no está constituido por las almas de los muertos sino por las voluntades de los vivos, las cuales se distinguen por ser nubes cerradas. Blimunda deberá estar atenta  y con ayuda del ámbar atraerlas y guardarlas en un frasco. Los necesita en Lisboa mientras él, en Coimbra, finaliza sus estudios. Retoman el trabajo y construyen una fragua.
Aparece la figura de Domenico Sacarlatti, italiano, con habilidades musicales que facilitarán que Blimunda se recupere tras una etapa de decaimiento.
Se termina la máquina voladora y el padre Bartolomeu quiere probarla; sin embargo ante la sospecha de que lo están buscando decide emprender una huída. Efectivamente logran ascender y pasan por Mafra generando sorpresa e inquietud. El descenso será peligroso y se suceden las advocaciones a San Cristóbal, santo  que ayuda en casos de peste, epidemias, rayos, incendios y tempestades. El padre Bartolomeu parece enfermo, atormentado por el temor de ser acusado ante el Santo Oficio e intenta incluso quemar su sueño convertido en máquina. A consecuencia del incidente desaparece sin dejar rastro por la sierra del Barregudo. Baltasar y Blimunda regresan al hogar paterno en el que todavía se comenta la visión del paso del Espíritu Santo.
Un periodo de 7 años les separa del inicio de la construcción del convento. Baltasar pide trabajo en la obra y así, como tantos otros, cargará carretillas con tierra y piedra. Ocurre entretanto un hecho desafortunado que será relatado por el propio Doménico Scarlatti que  les hará estremecer: la muerte del padre Bartolomeu en Toledo. ¿Quizás una señal? El día de su desaparición, 19 de diciembre, coincide con un gran temporal. El italiano les aconseja que guarden la máquina para un futuro que por ahora es incierto. Baltasar se ocupará de mantenerla y evitar su deterioro.
Se acerca la fecha de la consagración y numerosas celebraciones. Baltasar emprende camino a Monte Junto a supervisar el estado de la máquina pero un descuido desencadena que la máquina ascienda. Blimunda al darse cuenta de su tardanza acude al mismo lugar sin éxito.  Amanece el 2 de octubre de 1730. Ante la presencia de 80.000 personas es bendecido el convento en Mafra.  El rey don Juan V ya tiene 41 años.
Esa misma noche Bluminda, fiel y enamorada esposa,  inicia en solitario una desesperada búsqueda que durará 9 largos años en los que soñará con un feliz reencuentro; sin embargo será por desgracia todo lo contrario ya que al entrar en Lisboa será testigo, como hacía 28 años, de un Auto de fe. De nuevo las hogueras, el humo negro, la multitud que lo contempla y entre los cuerpos que ya arden el de Baltasar. Atraída por Blimunda su voluntad se desprende y ...
"no subió a las estrellas, si a la tierra pertenecía y a Blimunda"
Es Memorial del Convento una novela histórica crítica correspondiente a la primera etapa narrativa de Saramago en la que destaca su preocupación por los más pobres, resaltando siempre su gran fuerza de voluntad y su trabajo sacrificado. Con influencias del escritor Alejo Carpentier (1904-1980). Un retrato de la época en la que se ven reflejados los sentimientos con los característicos rasgos del Premio Nobel:

Irónicos
  • Comparaciones sociedad - La cama que vino de Holanda al llegar la reina de Austria (en Portugal más barata- Pág. 15)
  • Contradicciones - Día de alegría general, se celebra un Auto de fe, tras dos años sin quemar gente. Llevan  limonada, tajada de sandía... Para combatir el calor. (Pág. 55)
  •  Pino portugués se utiliza para gente de poco peso/aliviada de bolsillos.
Realistas
  • La situación de pobreza de Baltasar pidiendo limosna al perder su mano o las grandes hambres de Alentejo.
  • El detalle en la descripción de los oficios como el de tonelero. (Años más tarde haría el prólogo al libro de Felipe el tonelero, en Lanzarote, 2000)
  • La situación geográfica como el Rossío (centro neurálgico y testigo de cruentas ejecuciones)
  • Las descripciones como el rostro de la princesa con marcas de viruela.
Humanos
  • La angustia de los ojos de la madre de Blimunda al reconocer a su hija en el auto de fe en el que es deportada a Angola.
  • El trabajo excesivo para los hombres a los que compara con hormigas realizando labores de gigantes.
Mágicos
  • Blimunda come el pan en ayunas como remedio para contrarrestar sus poderes videntes. 
  • Las esferas fabricadas con materia misteriosa.

Poéticos
  • El amor en la relación de Baltasar y Blimunda quienes representan la esperanza y el sueño de los que pueden arriesgarlo todo porque realmente no tienen nada que perder. 
          “Volar es nada comparado con Blimunda”
Humorísticos
  • La barriga de la reina parece una nao de la India.
  • Blimunda atraviesa la raya de España porque no veía en el suelo señal que separase la tierra de allá y la de aquí, sólo oía hablar otra lengua, y se volvía atrás.
Críticos
  •  El poder absoluto de la Corona que si es negativo (trabajo forzoso) arrastra a familias enteras.
  • La ostentación de la Iglesia: anillo centelleante/oros y carmesíes resplandecientes
Respetuosos a las mujeres:
  • Aparte de la conversación de las mujeres son los sueños los que sostienen al mundo en su órbita. (Pág. 139)
  • Parece que las voluntades de las mujeres se resisten a separarse del cuerpo.  (Pág. 173)

Saramago será siempre recordado por sus frases célebres. La que cito a continuación está impregnada de la fragancia de Pilar:



 "Nuestra única defensa contra la muerte es el amor"

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"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"
José Saramago
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible av
anzar cuando se mira lejos"
Ortega y Gasset
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia"

Epícteto

"La ingratitud es el precio al favor inmerecido"

Ignacio Manuel Altamirano

"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado"
Marcel Proust
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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