Las cenizas de Ángela y su ruta literaria en Limerick


En 2017, adquirí la novela “Las cenizas de Ángela”, (Ed. Maeva), ejemplar nº 3686, correspondiente a una edición especial numerada con motivo de la celebración de su 20 aniversario de publicación en España.
Este verano he releído las memorias de Frank McCourt (1930-2009), clásico del siglo XX, al que me une la feliz coincidencia de haber impartido clases en Institutos de Enseñanza Secundaria.
“Las cenizas de Ángela” fue galardonada en 1997 con el premio Pulitzer. A través de la voz de su autor descubriremos su infancia y adolescencia marcada por la miseria e irresponsabilidad parental.

Francis nació en Brooklyn, Nueva York. Su madre, Ángela, inmigrante irlandesa, había ido a América en búsqueda de empleo; en una fiesta conoce a su padre, Malachy, oriundo de Belfast, y al poco tiempo se queda embarazada. Se casan y nace Francis pero la época de la Gran Depresión sumada a la adicción al alcohol de Malachy agravan la situación familiar. Cuando  Francis tiene 4 años, Ángela decide regresar con su familia a Limerick donde vive su madre y su hermana, la tía Aggie. No les manifiestan mucho cariño porque no aceptan a un irlandés del norte además de tantos nacimientos; sin embargo ayudarán esporádicamente.

Limerick
En esta población trancurre el duro relato de la realidad del autor que incluso se cuestiona cómo pudo sobrevivir con un padre que apenas trabajó. Las contadas ocasiones que recibía el sueldo semanal (o el dinero del paro) se lo gastaba en beber pintas en las tabernas mientras sus hijos pasaban hambre. Así describe las sucesivas ayudas benéficas para comida, ropa y calzado que debían pedir a organizaciones como la Conferencia de San Vicente de Paúl o los fiados en la tienda de Kathleen O´Connell.

Francis es el mayor de 7 hermanos (dedica el libro a Malachy, Michael y Alphonsus); verá desgraciadamente morir a su hermana Margaret y a los gemelos Oliver y Eugene. Pulmonías motivadas por lamentables condiciones de viviendas habitadas, enfermedades, hambre y la constante humedad del río Shanon.
En la escuela Francis deberá soportar los comentarios hirientes de otros niños por haber nacido en América y la crueldad de los maestros que pegaban con correas de cuero, varas y bastones de endrino. Padecerá el tifus y en ese periodo de 3 meses, ingresado en el hospital, agradecerá dormir en sábanas limpias y poder leer libros; le gusta la poesía. 

Película dirigida por Alan Parker (1999)
Algunos de los escasos momentos felices en familia corresponden con las historias que su padre les contaba sobre los grandes héroes irlandeses como Cuchulain. 
Durante la II Guerra Mundial el padre se va a Inglaterra para emplearse en una fábrica de munición.  Allí seguirá con su adicción al alcohol y no enviará el ansiado giro de telégrafos, abandonándoles una vez más a su suerte.

A la edad de 13 años Francis comienza a ganar algo de dinero, ayudando a un vecino, el señor Hannon, en su dura carga habitual de reparto de sacos de carbón en una carreta, hasta que una grave conjuntivitis le aleja de esa tarea.

Francis (14 años)
El desahucio de la húmeda vivienda les obliga a irse a vivir con un primo, Laman Griffin, con el que se hace imposible la convivencia y, tras un altercado, Francis decide irse con su tío Ab Sheehan. Al cumplir los 14 años empieza a trabajar en la oficina de correos. Este hecho le acercará al primer amor de su vida, Theresa Carmody, enferma de tuberculosis. 
Otro de los aspectos tratados es la influencia de la Iglesia: le rechazan como monaguillo, lleva a cabo frecuentes confesiones para redimir los pecados que cree estar cometiendo, algunos propios del despertar de su edad. 

El sueño de Francis es ahorrar para irse a Estados Unidos. Acepta un segundo empleo que le ofrece la señora Finucane que consiste en escribir cartas amenazadoras a sus clientes que le adeudan préstamos. Casi con 19 años, cuando le faltan algunas libras para pagar su pasaje, encuentra muerta a la señora Finucane, de modo que aprovecha para coger las libras que ésta guardaba en un baúl y deshacerse del libro de cuentas. Acto seguido compra el pasaje para embarcar en el Irish Oak que zarpa en unas semanas con destino a Nueva York. Su familia le despide con una pequeña fiesta, la única que han celebrado en su vida, y todos cantan la canción triste de Ángela:

El amor de una madre es una bendición
vayas por donde vayas.
Cuídala mientras la tengas.
La echarás de menos cuando falte.

Los siguientes libros "Lo es" y "El profesor"  son también de carácter autobiográfico. En ellos narra su vida como profesor de literatura en EEUU.

La adaptación cinematográfica de las "Las cenizas de Ángela" se realizó en 1999. Su director es Alan Parker y se incluye casi toda la historia narrada en la novela (2h 25´). La actriz Emily Watson protagonizó el papel de Ángela; Robert Carlyle (Malachy padre); Joe Breen (niño),  Ciaran Owens (preadolescente) y Michael Legge (adolescente) el de Francis.
La película transmite la impresión de humedad por medio de los colores fríos que nos acercan con total autenticidad al escenario central, el callejón Roden Lane. La banda sonora fue compuesta por John Williams (Premios Oscar 2000 y Globos de Oro 2000, nominada a mejor banda sonora original). Premio Bafta 2000 (nominada a mejor actriz, Emily Watson, mejor fotografía y mejor diseño de producción)

Museo Frank McCourt en Limerick

Este fenómeno literario ha sido el origen de la ruta Angela´s Ashes Walking Tour en Limerick y la apertura de un museo dedicado a Frank McCourt, promovido por la artista Una Heaton. 
Está ubicado en el edificio que anteriormente fue la escuela Leamy, a la que asistían Frank y su hermano Malachy.



NOTA: 
Dedico este artículo al XXII aniversario de la publicación de "Las cenizas de Ángela" en EEUU (05 septiembre 1996)

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