La sonrisa de las mujeres - Nicolas Barreau



La tarde del viernes 18 de enero tuvo lugar la tertulia organizada por la librería Libertad en el CEIP Alcalde Rafael Cedrés en Tías. El libro elegido fue “La sonrisa de las mujeres”: una deliciosa historia ambientada en el romántico París en la que la literatura y la gastronomía representan un binomio perfecto. Su protagonista principal, Aurélie Bredin, regenta un coqueto restaurante “Le temps de cerises”. Su padre había sido el chef hasta su muerte y ella, sabedora de sus secretos culinarios, continúa su trayectoria con un equipo muy familiar.

El desengaño amoroso sufrido con su anterior pareja, Claude, que la abandona por otra mujer la hace perderse por la ciudad recorriendo Quai d´Orsay, el Sena hasta la Place de la Concorde, las Tullerías, El Louvre, la Île de la Cité, la catedral de Notre-Dame e incluso acercarse peligrosamente a un puente, Le Pont Louis Philippe. Un prudente policía le aconsejará que se aleje. La joven entra en la librería Capricorne; por azar elegirá una novela y al hojearla comprobará que su propio restaurante y ella forman parte de su argumento.
Entretanto tiene lugar la reunión de Éditions Opale. Su director, Jean-Paul Monsignac, desea que el autor Robert Miller, residente en Londres, sea entrevistado en París por Le Figaro. Su novela “La sonrisa de las mujeres” ha cosechado un gran éxito.

Aurélie le comenta a su mejor amiga, Bernadette, el hallazgo del libro, y decide escribir una carta a la editorial para que se la hagan llegar a Robert Miller. Llamará para cerciorarse de la entrega y así a través del hilo telefónico conocerá al editor Monsieur Chabanais quien la confunde con una viejecita y se impacienta al teléfono. Aurélie irá en persona y el editor, André, se dará cuenta que se trata de la mujer que le inspiró al ir a comprar un collar a su novia. La joven le facilita una tarjeta de visita por si Robert Miller viniera a París.

Nicolas
Bernadette y Aurélie buscan información del autor en Internet pero descubren que no tiene página web ni redes sociales, ni siquiera existe la edición en inglés. Su breve biografía dice que trabajaba como ingeniero para una importante empresa de automoción inglesa antes de escribir la novela; adora los coches antiguos, París y la comida francesa. En su despacho André lee la carta de Aurélie dirigida a Robert Miller y ve la foto adjuntada en la que ella aparece con un vestido verde. Reflexiona sobre qué estrategias seguir: ignorar la carta, contestar con amabilidad, proponer una cita… Y contesta al correo de Aurélie haciéndose pasar por el autor. Será Sam, el hermano dentista de Adam, el señalado para este papel.
En el restaurante La Palette conversan Aurélie y Bernadette sobre la película “Vicky, Cristina y Barcelona”. En ese instante aparece Claude con su pareja que además lleva puesto el abrigo rojo que Aurélie deseaba para su cumpleaños. Al llegar a casa Aurélie dejará en la caja de los recuerdos la foto en la que estaban juntos. 

La cita se fija con Robert Miller y André para un viernes a las 19,30h en la brasserie de La Coupole. Aurélie se pregunta si el autor habría leído su carta, va al cementerio de Père-Lachaise en el que está su padre enterrado. Lee el amable e-mail en el que Monsieur Chabanais la invitaba a reunirse con ellos de manera casual.

Días después recibe a través del editor la carta de Robert Miller en la que aceptaba conocerla. Llega la noche y acude a La Coupole. André le dice que está deslumbrante y piden algo de comer ante la tardanza de Robert Miller. En la cena André responde a una llamada del supuesto escritor quien se disculpa por no poder ir por la demora de una entrevista. Comienzan a hablar y Aurelie ve a la anciana dama que había conocido en el cementerio, la señora Dinsmore, viuda de un director de orquesta. Cumple ese día 85 años y entablan una amena charla.

El hermano de Adam, Sam Goldberg, acude a la reunión y preparan la entrevista con Le Figaro además de una lectura en otro punto de encuentro,  la librería Capricorne, donde súbitamente aparece Aurélie quien espera turno para que le dedique su libro. Al recordarle su cita, la joven nota su actitud de desconcierto. El autor la piropea mencionando sus dientes. André, a pesar de la alegría de los demás, siente que ha fracasado con Aurélie y le propone a Adam que, haciéndose pasar de nuevo por Robert Miller, se disculpe por su proceder motivado por la gente. La cita definitiva se fija  para el 16 de diciembre, fecha de su cumpleaños. Y así lo hace.

Restaurante
París, la ciudad de la luz. Aurélie va en taxi mirando el Sena y lleva el regalo que le ha hecho Bernadette, el abrigo rojo. Recuerdos de su familia del restaurante, juntos y brindando. Prepara su cena de cumpleaños, basada en el menú d´amour que su padre le había legado. Entrantes: canónigos, champiñones, aguacates, nueces de macadamia; de plato principal, ragú de cordero y… la mesa junto a la ventana. Se pondrá el vestido verde de seda sin mangas. Una hora antes de la hora prevista escucha el timbre de la puerta y ve un ramo de rosas color champán.

Es André quien llega al restaurante y sorprende a Aurélie con el ramo de rosas. Es consciente de que es un momento inoportuno; le propone a Aurélie brindar. Suena el teléfono y salta el contestador automático con la voz de Adam Goldberg anulando la cita de Robert Miller. André la consuela, Aurélie se echa en sus brazos y él le propone celebrar su cumpleaños. La música de Georges Brassens les acompaña y Aurélie le cuenta su desengaño con Claude y el hecho del abrigo rojo. Sirve el postre: gâteau au chocolat y la canción de “La fée clochette” …. André la besa.

Pasean abrazados; se acuestan y despiertan como en una nube de ensueño. André llama a la editorial para informar de su ausencia; Aurélie prepara dos tazas grandes de café crème. Al recoger la ropa se caen unos papeles y ve su propia foto en la cartera, la que había adjuntado en la carta de Miller. Aurélie descubre el engaño de André. Le pide que se vaya de su casa y la olvide.

Aunque André trata de ponerse en contacto con ella por teléfono y correo electrónico es siempre rechazado. Su estado melancólico llama visiblemente la atención en la editorial. El director, Jean-Paul Monsignac, le pide que se sincere y André finalmente le confiesa que no existe Robert Miller. Tras el relato de la historia, el director le sugiere que la escriba tal como se la ha contado y haga llegar el manuscrito a Aurélie.


Tertulia 18 enero 2013
André se aisla y comienza a transcribir una historia que no tiene final ya que la última frase depende de la mujer que le cautivó con su sonrisa. Durante semanas se dedica sólo a escribir, con música de fondo, y logra terminar la novela a finales de enero. Deja el manuscrito delante de la puerta de Aurélie Bredin anhelando un final feliz. Su título: "El final de la historia".

Regresa a la editorial con un efusivo recibimiento del personal entregando una copia al director quien le llama a su despacho por la tarde para asegurarle que su segunda novela era muy buena. Jean-Paul Mosignac se da cuenta de que Aurélie se encuentra en la puerta de la entrada y entonces André acude a su encuentro. Ella le sonríe y le confiesa que la ha gustado algo más que la primera. Se funden en un abrazo convirtiendo a André en el hombre más feliz de París, la ciudad del amor.

Entre los comentarios de la tertulia destaco:
- Su semejanza con un vodevil, es decir, un género en el que se producen equívocos.
- Ingenio, humor.
- Ambiente romántico, con referencias musicales y entornos bohemios.
- Nélida señalaba:
  • "Todos tenemos nuestras debilidades y excentricidades. Hay cosas que hacemos y cosas que nunca haríamos en determinadas circunstancias. Cosas antes las cuales los demás se ríen, sacuden la cabeza, se sorprenden."
  • La felicidad y la desdicha están a veces muy cerca.
  • Se pueden dividir en tres grandes grupos a las personas que escriben novelas y cuentan algo.   
    1.- Unos escriben siempre sobre sí mismos.  
    2.- Otros inventan historias según ven la realidad.  
    3.- Y otros son los que encuentran historias...
- La estrecha relación con su padre, el chef, y el equipo del restaurante, su familia actual.
- Se pone en valor la amistad (gran relación con Bernadette) y la verdad (vence todos los   obstáculos uniéndolos).
- Conclusión final: libro divertido, ameno, rápido de leer. 

En el CEIP de Tías

28 al 30 marzo 1990
"La sonrisa de las mujeres" me ha transportado al mes de marzo del año 90. Época en la que viajé por segunda vez a París; disfruté muchísimo paseando y perdiéndome por esta bella ciudad. Tras finalizar la diplomatura de Técnico en empresas y actividades turísticas estaba realizando una especialización en "Alojamientos y Restauración". La cadena hotelera del grupo Accor me invitó junto a tres compañeros de estudios a acudir a una reunión para hablarnos de sus proyectos y el planteamiento de darnos una oportunidad laboral en la Cadena Novotel. En efecto, ingresé en ella al término de esta especialidad (Escuela Oficial de Turismo de Madrid) antes de venirme definitivamente a residir a Lanzarote en el año 91. 
Y con una sonrisa y un guiño doy el punto final a esta inserción no sin antes desear, en el día de mi cumpleaños, hoy 21 de enero 2013, festividad de Santa Inés, regresar a París y por supuesto ir a probar ... "le menú d´amour".

1 comentario:

  1. Felicidades y Gracias por contar contigo!! Describirnos con toda tu sensibilidad los buenos ratos que pasamos leyendo los libros,comentarlos y como no,luego echarnos unas risas y compartir anécdotas que tú tienes muchas...
    Besos
    Nélida Cris

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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero) "Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago) "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset) "Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto) "La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano) "Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust) "Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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