Baumgartner, de Paul Auster

Portada Seix Barral

Nos encontramos ante la última novela publicada por la editorial Seix Barral del escritor americano Paul Auster (Nueva Jersey, 1947-Brooklyn, 2024). Su personaje principal, Baumgartner, es un profesor de Princeton septuagenario, autor de nueve libros y numerosas obras breves sobre cuestiones filosóficas, inmerso en la redacción de un ensayo sobre Kierkegaard.  

Un pequeño accidente doméstico con un cacillo en la cocina, quemándose la mano, desencadena una serie de emociones entre las que descubriremos que se trataba de uno de los primeros objetos de convivencia en su relación con Anna, la mujer de su vida durante 40 años y fallecida en 2008.

Paul Auster describe con su habitual humor la desgana que le supone a Baumgarter realizar rutinas tales como efectuar una llamada a su hermana Naomi o atender a un operario. Son hechos que le alejan de su concentración ante el escritorio. Sin embargo, el imprevisible destino elige otra opción con inesperadas consecuencias. 

La nostalgia de la presencia de Anna está latente. Baumgartner conserva todo en el mismo lugar.  Papeles, manuscritos inéditos y su vieja máquina de escribir manual en el estudio de la planta baja. Una mujer de personalidad luminosa que además había creado 216 poemas. ¿Por qué no publicar 80 0 100 en un libro de tirada mínima? Al fin y al cabo la poesía no es un planeta sino un asteroide diminuto que vagaba sin rumbo por los espacios celestes de la literatura norteamericana. Así lo hizo Baumgartner.

Anna había encontrado su pequeño sitio en el firmamento

El profesor decide dar un giro a su existencia, a raíz de un sueño. La sensación de haber recibido una llamada desde el teléfono de la planta baja, carente de línea, y con la voz de Anna, consolida el siguiente pensamiento que extraigo de la página 83:

- Sí sabe que los vivos y muertos están conectados, y el hecho de que estuvieran tan unidos en vida puede continuar incluso en la muerte, porque si uno muere antes que el otro, el vivo puede mantener al muerto en una especie de limbo temporal entre la vida y la no vida, pero cuando el vivo muere a su vez todo acaba y la conciencia del muerto se extingue para siempre-.

Baumgartner opta por convertirse en profesor emérito, retirándose de actividades docentes, y con una vida independiente que le permitirá finalizar su ensayo "Misterios de la rueda". Reflexiona sobre su impuesta soledad, atreviéndose incluso a proponer matrimonio a Judith, profesora de Cinematografía en la misma institución. No acepta. Quizá la gran diferencia de edad, 16 años, pudo ser un obstáculo.

Paul Auster anticipa la pérdida de memoria que Baumgartner estima puede sufrir. Lapsus inocuos como olvidarse subir la cremallera del pantalón, la búsqueda de las gafas de lectura y distracciones varias. No obstante, los recuerdos siguen siendo muy nítidos como el del primer viaje en familia a Washington, su talento de estudiante adelantado que le permitió progresar en el mundo académico y el sacrificio que hizo su propio padre al hacerse cargo del negocio familiar de una tienda de ropa y abandonar la escuela nocturna. Sin duda su padre había estado muy orgulloso de él.

El universo tiene una sorpresa preparada para el reciente profesor jubilado. Poco después de terminar su libro y empezar a preocuparse de tareas que, en momentos de intenso trabajo, ignora de forma deliberada, llega una carta remitida desde Ann Arbor, en Michigan. escrita por Beatrix Coen. En ella le informa que su tutor en el doctorado de Lengua y Literatura Comparada de la Universidad, Tom Nozwitszki, le había facilitado la dirección postal. Su objetivo era hacer su tesis sobre la obra de Anna incluyendo el material del que dispusiera sin haber sido publicado, para lo cual necesitaba su aprobación.

Baumgartner no solo se siente conmovido sino que el interés de esta joven brillante por el desconcertante genio de Anna Blume llenará de planes inmediatos y futuros la mente del profesor: obras para acondicionar su alojamiento en casa, comunicaciones previas a la llegada y una inmensa ilusión por conocerla. Casi al final de la novela, Paul Auster trae de vuelta a la historia a Ed Papadapoulos. El operario tuvo el gesto bondadoso de ir a por hielo para su dolorida rodilla cuando, al indicarle donde se encontraba el contador de la luz, se cayó por la escalera. Ahora trabajaba en una empresa de jardinería, así que se encargaría de restaurar el antiguo esplendor de su jardín. 

El escritor del azar y las casualidades enlaza magistralmente los vínculos iniciales propiciando hechos y situaciones con final feliz. La verdad es que Beatrix Coen (Bebe) proyecta una energía similar a la de Anna. El profesor está inquieto por el largo viaje en coche que debe hacer la joven para el encuentro fijado. Antes de verla, la siente ya como una hija imaginaria. Preferiría que hiciera el trayecto en tren y así evitar riesgos. Aún recuerda a Anna corriendo al agua en la playa de Cape Cod. Sus inútiles advertencias.

Os invito a leer esta novela cuya verdadera esencia es el gran amor. Una narración envuelta en el misterio del más allá y otros temas presentes siempre en los libros de Auster como la amistad, la melancolía, los miedos y la soledad.

Destaco las coincidencias entre el profesor emérito y el autor de "Baumgartner". Recordemos que Paul Auster nació en Newark, Nueva Jersey, el mismo lugar en el que ubica el hogar de su protagonista. Por otra parte, el autor de obras tan importantes como "La trilogía de Nueva York" y "El libro de las ilusiones" está escribiendo sin saberlo su última obra mostrando su ingente fuerza creativa. Un testigo que recoge el profesor emérito quien seguirá activo, materializando proyectos y afrontando con dignidad el paso del tiempo. Baumgartner tiene 72 años y todavía reflejos para impedir un fatal desenlace. 

Nota: Los sueños deben ser cumplidos

Imagen Artículo El País 

Sobre Paul Auster (Nueva Jersey, 1947-Brooklyn, 2024)

Escritor, traductor y cineasta. Entre sus obras destacan "La invención de la soledad" (1982), "La trilogía de Nueva York" (1987), "El Palacio de la Luna" (1989), "Leviatán" (1992), "Tombuctú" (1999), "El libro de las ilusiones" (2002), "La noche del oráculo" (2003), "Brooklyn Follies" (2005), "Sunset Park (2010), "Diario de invierno" (2012), "4321" (2017), "La llama inmortal de Stephen Crane" (2021), "Un país bañado en sangre" (2023) en colaboración con Spencer Ostrander, y Baumgartner (2024).

Ha escrito los guiones de las películas "Somoke" (1995) y "Blue in the face" (1995, en cuya dirección colaboró con Wayne Wang, y los de "Lulu on the Bridge" (1998) y "la vida interior de Martin Frost" (2007) que dirigió en solitario.

Ha editado el libro de relatos "Creía que mi padre era Dios" (2001) y su obra poética está reunida en el tomo "Poesía completa" (2021". Es también autor de "Una vida en palabras" (2018), un volumen que recoge sus conversaciones con la profesora I.B. Siegumfeldt sobre su obra y el oficio de escribir.

Ha recibido numerosos galardones, entre los que resaltan el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Médicis por la novela "Leviatán", el Independent Spirit Award por el guion de "Smoke" y el Premio al mejor libro del año del Gremio de Libreros de Madrid por "El libro de las ilusiones".

Miembro de la American Academy of Arts and Letters y Comandante de la Orden de las Artes y las Letras francesas. Su obra está traducida a más de cuarenta idiomas.


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