Museo de la Piratería - Rincón Cultural Mayo 2013
martes, abril 30, 2013
UBICACIÓN Y HORARIO
Castillo de Guanapay (La Villa de Teguise)
Horario: lunes a sábados 09 a 16h/ domingos-festivos 10:00 a
16:00h
Cerrado: 25.12/ 01 y 06.01
Teléfono: 686 470 376 / (928) 84.50.01 Ext.74
Tarifas:
Residentes en el municipio y niños menores de 12 años:
entrada libre
Residentes canarios: 1,80 €.
General: 3,00 €.
e-mail: informacion.cultura@teguise.es
Castillo de Guanapay |
HISTORIA
Castillo de Guanapay
Su origen procede de una torre de
planta rectangular mandada construir por Sancho de Herrera en la primera mitad del siglo XVI con el
objetivo de que sirviera de vigía a la costa próxima.
En 1551, siendo señor de la isla
don
Agustín de Herrera y Rojas, se produjo el desembarco del pirata
francés “El Clérigo” y su hijo, el comandante “Cachidiablo”. Se pensó
entonces convertir la torre de Guanapay en una fortaleza, añadiéndole otros
cuerpos que sirvieran de refugio ante los invasores y punto de resistencia para defender la Villa.
Tras el ataque del pirata Dogalí “El Turquillo”,
en septiembre de 1571, llegó a Lanzarote el Capitán don Gaspar de Salcedo cumpliendo órdenes de la
Real Audiencia de Canarias. Su cometido era inspeccionar y reformar el Castillo
de Santa Bárbara. Proyectó sumar a la muralla dos torreones circulares en los
ángulos noroeste y sudoeste. Estas obras finalizaron en 1576,
año en el que don Agustín de Herrera y Rojas otorgó el mayorazgo de sus bienes
a favor de su hija natural, doña Constanza.
Se suceden nuevos saqueos como el de los capitanes
franceses Le Tuste y la Monte en 1581 y el de Morato
Arráez en 1588. Don Gonzalo Argote de Molina, marido de doña
Constanza, se ocupó de la restauración del castillo. Por mandato del rey
Felipe II será el ingeniero
militar Leonardo Torriani quien
la finalice en 1596.
Entre los episodios más sangrientos destaca el desembarco
de Tabac
Arráez y Solimán acaecido en 1618. Se recuerda el feroz saqueo a Teguise
y el secuestro de 900 personas.
Vistas desde el Castillo de Guanapay |
Museo de la Piratería
Se inaugura el 25 de febrero 2011. Un recorrido de
carácter histórico-lúdico mediante el cual conocemos diversas
temáticas:
- el papel de las Islas Canarias desde la Conquista
Normanda con la llegada de Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle
en 1402.
- el inicio de la
piratería en el primer tercio del siglo XVI, su continua actividad durante
todo el siglo XVII y XVIII hasta su ocaso.
Organizado en dos bloques históricos: el estudio
de la piratería en Teguise y la piratería internacional en Canarias (John Hawkins, Francis Drake, Robert
Blake). Destacan los cómics
y recursos didácticos: paneles
explicativos y proyecciones audiovisuales. Además se muestran las armas que se
utilizaban en la época, banderas, maquetas de barcos como la de un antiguo
galeón español del s. XVIII, una reproducción del centro de la Villa de Teguise
y vestimentas de milicias y piratas.
ARQUITECTURA
Su planta es de forma romboidal. Irregular
factura con redientes poligonales y elípticos. Diecisiete peldaños de
mampostería revestida que quedan a la altura de la puerta principal. Pequeño
puente fijo que da acceso al interior del castillo. Patio con diferentes
estancias.
SITUACIÓN ACTUAL
O. Duque, S. Hernández y O. Betancor |
El 10 de abril 2013 se abre una
nueva sala: “Almirante Nelson” en
presencia del alcalde del Ayuntamiento de Teguise, D. Oswaldo Betancor García, la
concejal de Cultura, Patrimonio y Turismo, Dª
Olivia Duque Pérez, el director del Proyecto Museístico, D. Sebastián Hernández Gutiérrez, y la
directora del Museo de la Piratería, Dª
Chany de la Hoz Ramos.
Se utilizan dos soportes:
1º.- La ilustración y el dibujo.
2º.- Audiovisual: una película nos describe
la derrota y retirada de las tropas inglesas frente al pueblo canario.
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TANA - Pedro Alisedo Goycoa - I Certamen Relatos Cortos de Yaiza 2013
viernes, abril 26, 2013
Tana es el relato ganador en la categoría de adultos del I Certamen de Relatos Cortos de Yaiza 2013 organizado por la Asociación Cultural Castillo del Águila y el Todo-arte Grupo de Lectura.
Su autor, Pedro Alisedo Goycoa, residente en Playa Blanca y oriundo de Galicia.
Fue leído en voz alta por el presidente del Cabildo, don Pedro San Ginés, en el papel de mago, Cristina Temprano, interpretando a Tana y Aday, y la que escribe ahora, Syra Jiménez-P. Arias, en la figura de narrador.
TANA
Su autor, Pedro Alisedo Goycoa, residente en Playa Blanca y oriundo de Galicia.
Fue leído en voz alta por el presidente del Cabildo, don Pedro San Ginés, en el papel de mago, Cristina Temprano, interpretando a Tana y Aday, y la que escribe ahora, Syra Jiménez-P. Arias, en la figura de narrador.
TANA
El
mago se movía despacio sobre la tarima que hacía las veces de
escenario. Se explicaba en inglés y alemán, pues ingleses y
alemanes eran mayoría entre los clientes del hotel. Era nuestra
última noche de unas vacaciones largamente esperadas y aplazadas
siempre por mil motivos: trabajo, los estudios de nuestra hija o la
delicada salud de Tana, mi mujer, que ahora seguía sus movimientos
con ojos risueños y expectantes.
Mientras
bajaba con alguna dificultad de la tarima fue realizando el último
truco con un largo pañuelo de seda amarilla que recogió lentamente
en su puño . Rondaba los setenta y vestía un esmoquin algo gastado
y que le quedaba un poco grande, pero conservaba el pelo negro y un
aire entre bohemio y aristocrático que le daba un atractivo
misterioso. Con el pañuelo ya recogido el mago miró al público y,
juntando los dedos de su mano libre, sopló sobre ellos y los abrió.
Tana puso su mano sobre la mía y me miró sonriendo.
De
la mano que antes escondía el pañuelo salió una paloma que voló
aturdida entre los aplausos corteses del público.
-
Magia!! dijo Tana encantada.
Sonreí
y la miré. Conservaba todavía su belleza isleña, ahora madura, su
encanto y ese aire especial de despreocupación infantil que la
seguía haciendo, a mis ojos, irresistible.
-
Es bueno - dije
-
No, no. Es mágico - dijo ella.
Parecía
decirlo en serio y yo, sorprendido, levanté las cejas con
escepticismo y me encogí de hombros. Nos quedamos un rato en
silencio, viendo como el mago recogía sus bártulos y disfrutando de
una magnífica noche estrellada y del viento cálido del desierto.
-
La magia existe caballero, ¿no lo cree?
El
mago tenía la voz profunda, aterciopelada y con un fuerte acento
centroeuropeo. Se acercó hacia nosotros con su vieja maleta en la
mano sin dejar de mirarme. No había en sus ojos verdes una mirada
seria o reprobatoria. Era más bien la mirada de un maestro
dispuesto a explicar una lección.
-
Todos nacemos con la magia en nuestro corazón. Nacemos en un mundo
mágico, señor - El mago levantó la nariz, cerró los ojos e
inspiró el aire cálido y dulzón de la isla - ¿O hay algo más
mágico que el olor de la piel de nuestra madre? ¿O de la libertad
de inventarse mundos únicos, particulares? Por desgracia, la inmensa
mayoría de la gente pierde su magia en la niñez. Solo unos pocos
siguen guardando un niño dentro. Un secreto. Solo ellos pueden hacer
magia. ¿Lo comprende señor?
Le
miré sorprendido y asentí amablemente.
-
No, no lo comprende. Y no lo comprende porque no lo cree. Piensa
deductivamente, con la mente, no con el corazón – se llevó la
mano al pecho, negó con la cabeza, la agachó y , con gesto teatral,
la levantó lentamente mirando a Tana. - Pero ella... me he fijado en
ella. Ella guarda aun un brillo de magia. Mire sus ojos caballero.
Tana
permanecía muy quieta, mirando al mago fijamente. Parecía
tranquila, concentrada.
-
Pero, permita que me presente: mi nombre es Karlier. Besanctus
Karlier, y soy mago. Aunque éste no haya sido siempre mi nombre. A
veces los hombres deben cambiar de nombre y de piel como los
lagartos. Voy a demostrarle que la magia existe. ¿Usted cree que su
mujer podría hacer magia? No un truco, no. Magia verdadera, real. Me
refiero a algo inexplicable a la razón. Parece usted una persona
honesta, un hombre de palabra. Contésteme sinceramente.
Lo
miré un instante. No valía la pena mentirle ni mentirme a mí
mismo.
-
No lo creo – dije.
-
Perfecto. ¿Podría tomar asiento?
Asentí
y le indiqué la silla frente a nosotros. Se sentó despacio sin
dejar de mirar a Tana.
-
¿Su nombre? - le preguntó.
-
Tana.
El
mago sonrió y afirmó con breves movimientos de cabeza, como si no
hubiera esperado otro nombre más que ése. Sacó una baraja del
bolsillo.
-
Tome esta baraja. Como verá está precintada. Se trata de una baraja
francesa. Cincuenta y dos cartas distintas. Cuatro palos: corazones,
tréboles, diamantes y picas. Ábrala, por favor, compruebe que así
es, baraje y corte.
Tana
cogió la baraja con las dos manos. Abrió la caja de cartón y
arrancó el precinto. Puso las cartas boca arriba y ambos comprobamos
que era una baraja normal y corriente, con todas sus cartas. Después
Tana barajó a conciencia. Cuando le pareció suficiente dejó la
baraja ante sí, cortó y miró al mago.
-
Esto será muy sencillo. Ahora solo tiene que imaginar, “sentir”
una carta. Verla.
Tana
cerró los ojos. Por un instante me pareció dormida.
-
Ya está – dijo.
-
Ahora coja el mazo y extiéndalo en abanico delante de usted.
Tana
extendió las cartas despacio, parándose a colocar mejor algunas con
las yemas de sus dedos.
-
¿Cual es la carta que ha imaginado?
-
El dos de corazones.
-
Magnífico!!. Ahora piense dónde está la carta, sáquela y
colóquela bajo la palma de su mano.
Tana
no pareció dudar, sino “buscar” dónde se encontraba la carta.
Movió la mano por encima de la baraja apenas un par de segundos y
escogió una carta que separó delicadamente de las demás.
-
Ahora, Tana, dele la vuelta a la carta.
Tana
me miró y sonrió con su sonrisa más traviesa ;volteó la carta
despacio y allí estaba...EL DOS DE CORAZONES!!
El
mago aplaudió sordamente mientras sonreía y Tana estallaba en un
gritito infantil llevándose las manos a la boca. La mía se mantenía
abierta en una expresión bobalicona mientras miraba al mago primero
y después a Tana.
-
Increíble – dije asustado – pero... pero ¿Cómo diablos lo ha
hecho?
-
Yo no he hecho nada señor- dijo mostrándome las palmas de sus manos
– Ha sido ella, Tana. Ha sido capaz de usar algo que guardaba en su
corazón desde hace mucho tiempo. Ella “sabía” que podía
hacerlo. Es simple.
Apoyé
los codos en la mesa y me llevé las manos a las sienes. Aquello era
inexplicable. Tana no podía saber donde estaba la carta, y en cuanto
a casualidades, bueno, yo no creía en ellas. ¿Posibilidades? Una
entre cincuenta y dos. No, no era posible, y sin embargo ocurrió.
-
Vamos caballero, no busque más explicaciones. Es todo de una
sencillez apabullante, primitiva, infantil. Solo magia – El mago se
recostó en la silla y cruzó las piernas – Ahora Tana hará algo
más difícil, más personal. ¿Tiene usted un pañuelo, por favor?
-
Eh..sí, sí, claro. Aturdido, busqué en mi chaqueta hasta
encontrarlo.
-
Bien, muy bien - dijo el mago – Ahora, Tana, vuelva a poner la
carta boca abajo, coja el pañuelo y extiéndalo por encima. Así,
perfecto. Ahora coloque su mano sobre el pañuelo. Bien, lo que
quiero que haga ahora es que cierre los ojos y vuelva a los olores,
al tacto, a los sonidos de su niñez. Quiero que recuerde la magia,
“su” magia, y que escoja un objeto que la represente. Un objeto
donde pueda guardarla, donde puedan concentrarse su mundo mágico y
sus sueños.
Tana
cerró los ojos, echó la cabeza ligeramente hacia atrás y puso su
mano sobre sus labios. Pasaron un par de interminables minutos. A
veces sus dedos temblaban ligeramente y me empecé a preocupar. Miré
al mago, pero éste me hizo un gesto tranquilizador con la mano. De
repente, Tana habló con una voz un poco ronca.
-
Ya viene
Entonces
se relajó. Resopló moviendo la cabeza de un lado a otro, sonriendo,
como una niña que acabara de superar una prueba difícil, una
adivinanza.
-
Ya está, mira – me dijo.
Levantó
el pañuelo con dos dedos y descubrió una piedra verde, pulida y
rectangular: UNA OLIVINA DE LA ISLA!!!. La acercó a sus ojos y la
miró a contraluz y luego la apretó fuerte en su mano. Yo no salía
de mi asombro, no era capaz de articular palabra alguna.
-
Bueno Tana - dijo el mago – esa es tu piedra. Ahí está tu magia.
En ella podrás encontrar recuerdos de un mundo en el que viviste
hace tiempo. Te ayudará. Ahora debo irme. Ha sido un placer
conocerles.
Se
levantó lentamente, me saludó con una inclinación de cabeza y besó
la mano de Tana, que respiraba con la tranquilidad de alguien que ha
recuperado algo muy valioso. Cogió la maleta y comenzó a irse, pero
pareció dudar por un momento y se volvió.
-
Ha escogido usted la carta del amor. “Les deux coeurs”, los dos
corazones!! Pero algo me dice que hay un tercer corazón, un
corazoncito que viene de camino. Debería mirar otra vez la carta.
Tana
se quedó paralizada por un momento, entonces, poco a poco fue
asomando a su rostro una sonrisa de felicidad. Se levantó y abrazó
al mago y lo besó en ambas mejillas mientras las lágrimas cubrían
su cara. Después volvió a sentarse y volteó la carta de nuevo y …
EL TRES DE CORAZONES!!
Antes
de cruzar la puerta el mago se volvió de nuevo, juntó los dedos de
su mano y, soplando sobre ellos, los abrió como si fueran fuegos
artificiales.
- Ha sido increíble, increíble. No entiendo nada – dije.
- Bueno, él ya lo ha explicado todo – dijo ella tranquila.
- ¿Y qué es eso del tercer corazón en camino? Tú ya no puedes...
Tana
me acarició la mejilla.
-
Pero que bobo!. Vamos a ser abuelos!!
Al
día siguiente, al regresar a casa, llamó Beatriz,nuestra hija.
Estaba embarazada. Tana habló con ella largo rato, la tranquilizó y
le transmitió ilusión y confianza. Yo seguía aturdido y confuso.
Llamé al hotel para intentar localizar a Karlier. Necesitaba
explicaciones, algo racional a lo que asirme. Me dijeron que ya no
estaba: aparecía y desaparecía por temporadas, algo que me pareció
natural en un hombre tan enigmático.
Tana
predijo que el bebé sería una niña. Al parecer se lo transmitió
la piedra. La olivina jugó a partir de entonces un papel importante
en su vida. Cuando su salud fue empeorando la veía a veces, muy
debilitada ya, sentada en su sillón y tapada con una manta,
sostenerla frente a sus ojos sonriendo. Creo que le ayudó a
dejarnos, de alguna manera, con más sosiego y naturalidad.
Años
después acompañé a Beatriz y a nuestra nieta a un congreso en
Praga en calidad de abuelo para todo. Mi yerno, por razones de
trabajo no se pudo hacer cargo de la pequeña, y mi hija insistió
tenazmente en que las acompañara para sacudirme la melancolía que
amenazaba con consumirme. Así que me dispuse a adaptar mis pasos a
los pasitos de la pequeña para descubrir la anciana y encantadora
ciudad a través de los ojos y las sensaciones de una niña.
Una
tarde, recorriendo las estrechas calles de la ciudad vieja me topé
con un cartel frente a un antiguo café que anunciaba: “Koulzelnická
Show!!”, Espectáculo de Magia!!, y debajo, en letras rojas: B.S.
Kharlyer. El corazón me dio un vuelco, faltaban horas para la
actuación, pero tuve la intuición, la certeza más bien, de que era
él y estaría allí, y sin pensarlo dos veces arrastré a mi nieta
adentro.
El
interior estaba oscuro y sin clientes. Los últimos rayos de sol que
se colaban por los cristales emplomados rojos y azules creaban en la
penumbra un ambiente mágico e irreal. La silueta de un hombre se
recortaba contra la luz de la última ventana, sentado frente a una
pequeña mesa. Me acerqué despacio con mi nieta cogida de la mano.
La niña, que había protestado con mi repentina carrera, parecía
encantada ahora con los reflejos de colores y los pequeños floreros
de cristal de Bohemia con siemprevivas que adornaban las mesas.
Levantó
la vista y me reconoció al instante. Estaba más viejo y más
delgado y seguía vistiendo su ajado esmoquin, pero conservaba su
pelo negro y su mirada penetrante.
- Oh, caballero, que sorpresa!!
Se
incorporó para estrecharme la mano. Mientras lo hacía no dejó de
mirarme a los ojos, y pareció saberlo todo. Todo lo que había
pasado en el tiempo transcurrido desde la noche del hotel, los
momentos felices y los tiempos tristes, mi soledad incurable,
irremediable. Me apretó firmemente la mano y me estremecí al sentir
en la mía un calor entrañable y reconocible.
- Lo lamento.
- Gracias – respondí confuso.
- Pero siéntense, por favor. ¿Que le trae por esta apasionante ciudad?
- He venido a acompañar a mi hija a un congreso.
- Y bueno, supongo que esta jovencita tan fascinante que le acompaña es su nieta, conozco esos ojos verdes. ¿Como te llamas querida?
- Aday. ¿Y tú? - la pequeña lo miraba curiosa y tranquila.
- Yo tengo muchos nombres – me miró con picardía – porque soy un mago. Dime Aday, ¿Te gusta la magia?
- Claro – respondió ella – A veces juego a hadas y hablamos.
- Que maravilla!!.
Aunque
se dirigía a la pequeña, me miraba a mí. Sabía que el destino o
lo que fuera me había llevado hasta allí buscando algo
incomprensible para mí, inaprensible. Apoyó los codos en la mesa,
emparejando los dedos de sus manos y volvió a mirar a la niña.
- ¿Quieres jugar a magia conmigo Aday?
- Sííí– Aday se puso de rodillas en la silla y juntó sus manitas imitando el gesto serio del mago.
- Bien. Coge una servilleta del servilletero, levántala con los dedos y ponla delante de ti.
- ¿Así?
- Perfecto. Ahora tápala con las manos y piensa en algo mágico, un tesoro, que te gustaría tener – hizo un gesto con la palma de su mano al frente- pero no lo digas!!. Ah, y tiene que caber en tus manos. ¿De acuerdo?
- Vale.
Aday
tapó la servilleta con las manos, cerró los ojos con fuerza,apretó
los labios e inclinó su cabecita sobre la mesa. Un mechón de pelo
rubio le cayó sobre la cara y reflejó los tonos multicolores de los
cristales de la ventana.
- Ya – dijo sonriendo.
- Veamos – dijo el mago.
Aday
apartó la servilleta y nos mostró en su mano una piedra pequeña,
verde y pulida.
- Una piedra mágica!!
Esta
vez no me pregunté nada, ni siquiera me sorprendí. Sólo “sentí”.
Cerré los ojos y comprendí que no debía comprender. Vi a Tana
mirándome serena, escuché su risa cristalina y noté sus manos
mientras apretaba con fuerza en mi bolsillo su olivina y sentía su
calor reconfortante.
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II Feria del Libro de Playa Blanca - I Certamen de Relatos Cortos
viernes, abril 26, 2013
El sábado 20 de abril se celebró en la plaza del Carmen de Playa Blanca la II
Feria del Libro organizada por el Área
de Cultura del Ayuntamiento de Yaiza. El grupo de teatro Clownbaret realizó la
primera actuación que precedió a la inauguración oficial. A mediodía varios
poetas asiduos a clubs de lectura, tertulias y algunos de ellos, con publicaciones en su haber, dieron un recital al que le siguió un concierto de
música Jazz Fusión Project.
El calor fue una
constante en este día que no impidió que los curiosos y ávidos lectores se
acercaran a buscar el título anhelado o a dejarse encontrar por las sugerentes historias que los libreros y asociaciones habían seleccionado.
Se contó con la presencia de autores firmando sus poemarios como Elimaida
Vargas Paz “Detrás de la mirada” y Pepa González Díaz “Me sentaré a esperarte” e
Ismael Lozano Latorre con su romántica novela “La sirena de Famara”.
Por la tarde el teatro volvió al escenario con el
grupo Clownbaret que consiguió que el público infantil disfrutara de sus
divertidas dinámicas ante la mirada
atenta y aplausos de sus familiares, complacidos con las actividades adecuadas a la edad de los más pequeños.
Los cuentacuentos de Daniel Minayo y Cristina
Temprano hicieron vivir momentos felices
a niños y adultos. La magia de sus historias despertaron sonrisas y ganas de
conocer el desenlace. En ellos un certero mensaje: hacer siempre lo que nos propongamos, buscar en nuestro interior, sacar lo mejor de cada uno de nosotros y por qué no, quizá conseguir crear una narración que participe en una de las modalidades de este I Certamen de Relatos Cortos.
A las 19 h Miguel Aguerralde, maestro del CEIP Playa Blanca, escritor y presidente
del jurado, procedió a desvelar el nombre de los ganadores y a la entrega de
premios del I
Concurso de Relatos Cortos Municipio de Yaiza, organizado por la Asociación
Cultural Castillo del Águila y el Todo-arte Grupo de Lectura.
a)
Categoría infantil
- Bogdan Spasojevic con “La batalla final” (cena en el
restaurante La Katedral).
- Cuatro segundos premios a Ana Rodríguez con “La
historia de Carmen”, Ángela Soria con “El secreto”, Nayra Alonso con “Idaira y
las aguamarinas” y Gara Morales con “Martina en Femés”. Cuatro entradas (2+2)
al Rancho Texas, dos al Aqualava Waterpark y una cena en el restaurante
Ke-Majo.
b)
Categoría juvenil: quedó desierto
c) Categoría
adulto
- Pedro Alisedo Goycoa con “Tana” (cena y Thalasso en el H. Princesa Yaiza).
- Sergio Valdés
con “La Visita” (cena en el Hesperia Playa Dorada y Thalasso en el hotel Costa
Calero)
- Francisco Lara con “Icarus” (cena en el H10 Timanfaya
Palace).
La categoría adulto recibió un lote de libros (donación de Miguel Aguerralde y la Librería Barco de Papel de Playa Blanca).
María Trinidad Pérez, directora
del CEIP Playa Blanca, puso voz al de categoría infantil “La batalla final”.
El enlace facilitado corresponde al blog de la biblioteca de Playa Blanca, "La Jaula de los sueños", en el que se irán añadiendo los demás.
El presidente del Cabildo, don Pedro San Ginés,
Syra Jiménez-P. Arias y Cristina Temprano leyeron el de categoría adulto
“Tana”, una historia de magia e ilusión. El acto finalizó con un sorteo y el
agradecimiento a participantes y
empresas que habían colaborado amablemente con donaciones.
Pedro San Ginés (Presidente del Cabildo), Syra Jiménez-P.(A Casa) y Cristina Temprano |
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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero)
"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago)
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset)
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto)
"La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano)
"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust)
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"
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