"Las primas", de Aurora Venturini
Portada |
Nunca había leído nada de la escritora Aurora Venturini (La Plata, 1921- Buenos Aires, 2015) hasta que hablé sobre ella con Marga en la Biblioteca del Centro Cívico de Arrecife. Me llamó la atención que la fecha de devolución de la anterior usuaria estuviera señalada para el 16 de septiembre cuando ese día era 9 de agosto. Me explicaron que cuando pides un libro con fines educativos te alargan el periodo de préstamo.
Leí algunos datos biográficos de
la autora. Antes de publicar “Las primas”
(TusQuets Editores, Colección Andanzas) había escrito más de 40 libros, pero
fue en 2007, a los 85 años, cuando consiguió el reconocimiento que se le había
negado anteriormente con el Premio Nueva
Novela del diario Página/12 en Argentina y el Otras Voces, Otros Ámbitos en España.
Aurora Venturini cuenta con gran sentido del humor la historia de una familia compuesta por mujeres totalmente disfuncional ambientada en los años 40 en la Plata (Argentina). La protagonista es Yuna, una niña con talento artístico (en dibujo y pintura) y una capacidad asombrosa para seguir adelante dada la situación del hogar donde todo gira en relación a la discapacidad de su hermana menor, Betina. La madre de ambas, maestra, lleva todo el peso al haber abandonado el padre a la familia.
Entre líneas descubrimos la falta de educación sexual entre la madre,
Clelia, y las hijas. Por ejemplo, en
el momento del desarrollo en el que Yuna confiesa quedarse en ascuas al
preguntar a su progenitora, enterándose finalmente por amigas. Los años
transcurren y un profesor de Bellas Artes anima a Yuna a seguir formándose. Sin
embargo, tiempo después, a pesar de ser crucial en el éxito de su trayectoria,
conoceremos el lado oscuro del abuso de éste a Betina, aprovechándose de su
minusvalía.
Aurora Venturini aborda otros
temas como el aborto y sus posibles consecuencias,
tal es el caso de la inocente prima Carina, y el de la prostitución, en la figura de Petra, otra de las primas de Yuna,
hija de su tía Ingrazia, que la abre los ojos para prevenir y evitar más
embarazos no deseados. Un personaje encubridor de una psicópata asesina.
Por otra parte, en los cuadros de Yuna se aprecia su evolución tanto en el arte como en su carácter intuitivo, sirviéndole de reflejo y testimonio de sus emociones. Adopta el seudónimo Riglos, por consejo del profesor, en vez de utilizar su apellido común, López. La narradora nos revela que Yuna posee una minusvalía psicológica heredada, no siendo hábil ni con la palabra hablada ni la escrita. No obstante, su constancia creativa la hace salvar dificultades que antes creía insalvables e incluso plantearse vivir sola, sobre todo, después de la muerte de su madre. Manifiesta que:
Empieza a sentir que tanta gente la cansa (pág. 122)
La suerte la acompaña y encuentra un inmueble que compartirá con su prima Petra, encargada de las labores domésticas con un sueldo acordado. Yuna se dedica en cuerpo y alma a su obra, cada vez más revalorizada, y a dar clases en Bellas Artes, hecho que le permitirá adquirir con el tiempo el piso al propietario. No podía imaginar Yuna que el título de uno de sus cuadros en una exposición, “Decepción”, sería premonitorio. Es precisamente lo que siente con angustia al comprobar el engaño de Petra y la tela de araña tejida en torno a su beneficio habiendo dado vuelta a la realidad.
Mujer con corbata negra (Modigliani) |
Sugiero leer el siguiente artículo sobre "Las amigas", novela en la que Aurora Venturini trabajó durante años tras la repercusión de "las primas". En ella Yuna Rigos vuelve a hacerse presente:
https://www.pagina12.com.ar/311900-las-amigas-la-novela-inedita-de-aurora-venturini
Biografía
Aurora Venturini (La Plata,1921-Buenos Aires,2015) fue novelista, cuentista, poeta, traductora, docente y ensayista. Trabajó como asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga íntima. Tras el golpe de Estado de 1955, se exilió en París. Allí compartió tertulias y noches de bohemia con personajes como Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Eugène Ionesco o Juliette Gréco.
El mapa de los afectos, Ana Merino (Premio Nadal 2020)
Portada |
Según relata la autora, “El
mapa de los afectos” persigue el rastro de las personas que construyen las historias
escondidas de los lugares; sitios donde se evocan ausencias, sucesos extraños,
donde ocurren crímenes inexplicables, se convive con las tensiones personales y
familiares y donde solo la pulsión del bien sedimenta el poso necesario para
seguir viviendo.
Ana Merino nos nuestra diversas
vidas que se entrelazan condicionadas por la fuerza magnética de los afectos,
la aleatoriedad del azar o por la justicia poética que a veces nos traen los
acontecimientos más inesperados. Las sitúa en Iowa, una zona rural. Entre ellas
la de Valeria, una joven maestra que mantiene una relación apasionada y secreta
con Tom, quien la lleva treinta años, hecho del cual será testigo Samuel, un
adolescente observador que esconde sus tesoros en el bosque. Sin embargo,
Valeria se casa con Paul, un compañero. En la luna de miel aparece su lado más oscuro y comprende que esta decisión ha sido un error.
-Estar casada significa compartir
la existencia cotidiana con otra persona y aceptar que no podemos controlar a
los demás- (pág.25)
Somos testigos también del dolor de
las madres como el de la señora Dolan por la inexplicable desaparición de su
hija, Lilian (después de dejar a los niños en el colegio y regresar a casa), y
el de Maggie Curtis por la muerte de su hija pequeña. Una empatía que las une
en la desgracia, aunque por motivos bien diferentes. En el caso de Lilian, son
los celos injustificados de su dentista, Gina, los que llevan a culpar de
asesinato a su propio marido, Greg, un hombre que esperará en la cárcel la justicia
divina. Sin saberlo, su decisión de aparcar el coche cerca del domicilio de
Lilian le ha condenado.
Ana Merino aborda otros temas
como las drogas y el alcoholismo, sustancias que no solo dañan el cuerpo sino
el alma, como la de Emily, bailarina en un club de alterne, haciéndola más
vulnerable. El incipiente Alzheimer también está presente en el viejo Curtis y
la frustración del desempleo en la figura de la periodista Diana P. que será
finalmente vencida gracias a una madre enérgica y vitalista.
Por otra parte, la escritora nos
presenta a Aurora Altano. Una mujer con talento que, en vez de seguir en su
empresa y ascender al puesto que le correspondía, es enviada a un destino lejano
con la promesa de un reto mayor relacionado con las energías renovables en
Nebraska y Iowa. La escritora también señala la importancia de seguir los
sueños tal le ocurre a la joven Heather con su vocación por el dibujo de los
cómics impulsada por su tía Rita.
Casi al final, la autora desvela cómo el azar guía a Valeria hacia el amor verdadero, descrito como -esa pulsión del organismo que nos atrapa con su química invisible-.
La huida del desamor la lleva felizmente al amor certero, el de Manuel, un joven guardia civil gaditano en el puerto de Algeciras, fijando allí para siempre su destino. Valeria experimentará una grata sorpresa tras 15 años: el reencuentro con Adam, su alumno de preescolar e hijo de Lilian.
Felicito a Ana Merino por la publicación de "El mapa de los afectos" y le agradezco la siguiente reflexión por compartirla con ella:
La gente buena tiene un don para irradiar cariño, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demás, y en parte gracias a esas personas y la constancia de sus gestos amables, la humanidad todavía no se ha extinguido
Biografía
"Amigo" (Editorial Destino) es su segunda novela de ficción. Ana Merino indaga en la generación del 27 a través del archivo real de Joaquín Amigo, cercano a Lorca y asesinado por republicanos.
Sugiero la lectura de este artículo al respecto:
Sira, de María Dueñas
Portada |
Torre de David (Ministerio Turismo Israel) |
Eva Perón (08 junio 1947) |
Salón del Trono (Palacio Real) |
Alhambra de Granada |
Medina de Tetuán (Paloma Blanca) Foto: elmundook.com |
California (EEUU) |
María Dueñas describe interesantes episodios históricos a lo largo de sus 635 páginas que nos hacen recordar fechas tan importantes como el 15 de agosto 1947 que supuso el principio del fin del Imperio británico. La India obtiene su independencia y emergen dos Estados, Pakistán e India, con un inicio sangriento. Lo mismo ocurre en Palestina, la madrugada del 14 al 15 de mayo 1948 expiraría el Mandato Británico sobre ella. La Asamblea General de las Naciones Unidas había acordado la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Nacía así el Estado de Israel y el amargo conflicto que dura décadas.
Dedicatoria de mi suegro |
Al leer “Sira” busqué por curiosidad su santoral. La gente se sorprende cuando les felicito en el día de su santo. Así sucedió con un compañero docente al conocerle y presentarse como Eduardo. Enseguida le dije: -Tu santo es el 13 de octubre y me miró estupefacto….- Igual me he quedado yo al comprobar que Santa Sira es el 8 de junio, fecha en la que nació mi hijo Eduardo Luis (08.06.1999) y fecha en la que falleció mi abuela Cary (08.06.1990), a la cual le debo mi nombre. Ella vivió en Tetuán y Larache con motivo del destino militar de mi abuelo Luis Jiménez-Pajarero Miranda en el Protectorado Español de Marruecos. Cuando nací, mi padre, cumplió su deseo.
Carta a José, 41 Feria del Libro de Santander y Cantabria (Felisa 2022)
Lanzarote, junio 2022
Querido José,
mi vida cambió aquella mañana de agosto en la que llamé al timbre de “A Casa” en Tías. Conocerte minutos después, en la antesala de tu biblioteca, y que me estrecharas la mano mientras Pilar nos presentaba, fue un momento inolvidable.
Mi padre había fallecido en marzo de ese mismo año 2008. Su hermana Isa y su marido, profesores de Filosofía y Letras, habían planificado un viaje en verano a Lanzarote. Sabíamos que les haría mucha ilusión visitar tu biblioteca.
Vuestro acto de generosidad al permitirlo, me impulsó en noviembre a escribir un relato narrando tal hecho en una revista cultural local. Deseaba compartir la inmensa gratitud sentida al encontrarme por primera vez en su interior; describir su paz, la luz natural iluminando su magnético espacio a través de la claraboya y el anhelo de volver.
Dedicatoria de José |
Seguí leyéndote y observando de cerca cómo lograste terminar
de escribir “El viaje del elefante”. “A Pilar, que no
dejó que yo muriera”, - reza en su dedicatoria. Ella asistió en tu nombre al
encuentro literario en el que participé en marzo 2010 organizado por la
librería Libertad en Tías. La lenta enfermedad te enviaba avisos como el cielo
a Subhro, el guía y fiel cuidador del elefante Salomón.
Quizá la muerte depositara antes el sobre violeta sobre tu sencillo escritorio de madera de pino, informando de tu fecha de partida. Quizá la fuerza de vuestro amor la devolviera con firmeza a su remitente. Quizá la muerte ese 18 de junio 2010, tras el frugal desayuno, escuchara contigo la suite número 6 de Bach al violonchelo y se enamorara para siempre de tu bondad, emprendiendo juntos el camino sin retorno.
Con honda tristeza regresé al hogar de tus libros,
José, escuchando casi el lamento de cada uno de sus autores/as, en tanto daba el
pésame a tu inseparable compañera. Le dije que eras mi referente y ella
contestó - también lo es para mí. La silente biblioteca donde escribiste las
últimas novelas desde 2006 estaba llena de personas que querían rendirte
homenaje.
¿Sabes, José? En la actualidad vuestra vivienda
es frecuentemente visitada. Pilar la abrió como Casa Museo el 18 marzo 2011.
Nueve meses después de tu sueño eterno, el mismo tiempo, según “La muerte de
Ricardo Reis”, considerabas que el espíritu tarda en abandonar la tierra. Felizmente
tu estarás siempre ligado a ella. La de Lanzarote te abraza en Lisboa, bajo el
olivo trasplantado de tu pueblo natal, Azinhaga, frente a la Casa dos Bicos.
No puedes imaginar, José, la sorpresa que
experimenté cuando sonó mi teléfono móvil aquel mes de abril 2012 en la biblioteca
municipal de San Bartolomé. Saro me anticipó que Pilar quería hablar conmigo. En
efecto, su intención era que trabajara en “A Casa” con el fin de divulgar este
proyecto cultural. No dudé en aceptarlo. Precisamente acaba de crear con Elsa,
una amiga docente, la empresa E-culture Lanzarote.
Sala de Juntas A Casa (07.05.2013) |
Me gustaría decirte, José, que al redactar “El aliento de las letras” lloré igual que lo hiciste tú con 83 años narrando cosas que un niño no
debe ver con cierta edad, esa en la que solo deberíamos jugar. No obstante, al
leerte, comprendí que la felicidad, aunque a veces tarde tanto en producirse,
es susceptible de aparecer cuando uno menos se lo espera. Así sucedió con Pilar,
tras la lectura de “Memorial del Convento”, y su posterior entrevista en
Lisboa.
Twingo y Syra (Foto: Tomás Sestayo) |
El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero
Tenía muchísimas ganas de leer “El peligro de estar cuerda” (Ed. Seix Barral) de Rosa Montero. En la biblioteca del Centro Cívico en Arrecife, al llevarme prestado en junio la novela “La vieja sirena” de José Luis Sampedro, pregunté a Brenda por el último libro de la escritora y periodista madrileña. Tuve la suerte de que la biblioteca lo adquiriera y Sheila me avisara para recogerlo el 18 de julio.
Un libro que he leído en dos días porque no podía simplemente soltarlo. Cada página me ha acercado más a la forma de ser de la autora. Alabo su sinceridad que demuestra que somos muchos en este planeta los que necesitamos estímulos para seguir sosteniendo el mundo en nuestras manos. En su inicio, Rosa Montero se refiere a tres citas. Una de Fernando Pessoa cuyo libro del desasosiego leí el año 2020 tras volver de Lisboa, la segunda de William Shakespeare y la tercera de Anne Sexton que transcribo:
-Mis admiradores creen que me he curado, pero no: solo me he hecho poeta-
Entre sus primeras reflexiones destaco una que siento como propia y es:
“Una de las cosas buenas que fui descubriendo con los años es que ser raro no es nada raro, contra lo que la palabra parece indicar. De hecho, lo verdaderamente raro es ser normal”
Portada |
Como afirma su autora, “El peligro de estar cuerda” va de la relación entre la creatividad y cierta extravagancia. De si la creación tiene algo que ver con la alucinación. O de si ser artista te hace más proclive al desequilibrio mental. Ningún genio fue grande sin un toque de locura, decía Séneca (pág.13).
Así sabremos de las manías de
creadores como Proust, Valle-Inclán y Onetti que escribían en la cama; o Srefan
Zweig al coleccionar autógrafos. Las personas más serias y sensatas te pueden
sorprender y es que desde siempre han sabido que algo no funcionaba bien dentro
de sus cabezas. Según un célebre estudio de la psiquiatra Nancy Andreasen, de
la Universidad de Iowa (EEUU), los escritores tienen hasta cuatro veces más
posibilidades de sufrir un trastorno bipolar y hasta tres veces más de padecer
depresiones que la gente no creativa. En general, sobresalen por su fogosidad, entusiasmo y energía.
Rosa Montero explica que ella forma
parte de esa estadística general del 25% de personas que sufrirán algún
problema mental a lo largo de su vida, y de la estadística particular de los escritores
chiflados. Relata asimismo sus ataques de pánico a los 17, 21 y 29 años que no
tienen que ver con stress. Se trata de una dimensión desconocida, una especie
de viaje a otro planeta, un súbito e inesperado rayo que te fulmina.
Virginia Woolf experimentó su
primera crisis a los 13 años y la escritora neozelandesa Janet Frame,
diagnosticada de manera errónea como esquizofrénica, fue internada en un
psiquiátrico desde los 22 años hasta los 30 años donde se le aplicaron
numerosos electrochoques. Consiguió salir de ese infierno y vivir de forma
autónoma hasta los 79 años.
En el segundo capítulo, Rosa
Montero confiesa que los escritores contienen multitudes en su interior como ya
publicó Robert Louis Stevenson en 1886 en su novela “El extraño caso del doctor
Jekyll y el señor Hyde” con la idea de ser habitados por diversos yoes. En el
cuento de Nathaniel Hawthorne (1804-64), “Wakefield”, el protagonista escapa
del encierro de la propia vida. Tal como dice la autora, contenerse en una sola
identidad resulta empobrecedor. La escritora además nos descubre en "Soy multitud" a una impostora llamada Bárbara Jovellanos que durante mucho tiempo la suplantará. Su desenlace nos lo cuenta al final.
En la página 51 me fijo en el
nombre de Doris Lessing. Rosa Montero habla sobre una entrevista que realizó en
1997 a la autora de “El cuaderno dorado” (el cual leí el pasado verano) para El
País en su casita de Londres. Señala que la mayoría de los narradores han
tenido una experiencia muy temprana de decadencia y pérdida, es decir, siendo
pequeños, antes de la pubertad o en torno a ella, han perdido de manera
violenta el mundo de la infancia. Tal es el caso de Joseph Conrad y Simone de
Beauvoir. El médico húngaro Sándor Ferenczi, uno de los padres del
psicoanálisis, establece dos ideas. La primera que, frente al dolor, el niño
crea un yo cuidador –que sabe todo, pero no siente nada-. Y la segunda, que ese
niño traumatizado, -para defenderse del peligro que representan los adultos sin
control, tiene que identificarse con ellos- dejando de ser niño.
Imagen: elnortedecastilla.es |
En el capítulo “Buitre
impaciente”, la autora se acerca con pasos cautelosos al negro corazón de la
locura. Descubrimos la batalla que la vida supone a veces a gente con tanto
talento como el compositor Robert Schumann (1810-1856), el filósofo Nietzsche
(1844-1900), el escritor sueco August Strindberg (1849-1912), el pintor Van
Gogh (1853-1890), la poeta Alda Merini (1931-2009) y John Nash (1938-2015, Premio
Nobel de Economía 1994).
Agradezco también a Rosa Montero
el espacio que dedica a las personas de alta sensibilidad (PAS) y su
naturalidad al describir sentimientos cotidianos que experimento a menudo (no poder
soportar imágenes violentas, hipersensibilidad al sonido o luces). Es una manera
de ser que afecta entre el 15 y 20% de la población mundial (gente reflexiva,
con empatía y emocionalidad alta, habilidad para captar sutilezas). Este rasgo
del comportamiento es una teoría de la psicóloga norteamericana Elaine N. Aron que
incide en el hecho de percibir y procesar más información sensorial simultánea.
El irse por las ramas, veo que es algo común en los PAS. ¡Qué alivio! Un rasgo más que compartimos.
Otra de las ideas planteada por
la autora es que las novelas son una pequeña isla de significado en el mar del
desorden en las que las coincidencias se suceden de manera fortuita. “Rostros,
nombres, anécdotas, impresiones de toda clase que proceden del mundo exterior,
durante la redacción del libro pueden utilizarse en este si uno está en armonía
con el libro y sus necesidades”- considera Patricia Highsmith. En un libro de
consejos para los que quieren ser escritores, Ray Bradbury sostiene que el
ingrediente más importante es el entusiasmo, esa sensación de arder dentro, la
cual suscribo también, y que es vital para luchar contra la musa malvada y
acallar al yo consciente. Rosa Montero desvela que muchos creadores han
recurrido a las drogas y el alcohol para poder acceder a la vida inconsciente y
realzar la sensibilidad.
Rosa Montero incide en que ser
novelista es una actividad bastante estrafalaria que consiste en pasarte una
gran cantidad de tiempo a solas. Se deja de ir al teatro o a un concierto, de
ver una serie, de pasear con los perros, de salir con los amigos, de mimar a
los amados. Además, se roba tiempo a actividades placenteras para crear y tras
la publicación esperar, aguantando el aliento, a que alguien lo lea y te diga
que le ha interesado, entendido e incluso vibrado con las mismas emociones del
mundo compartido. Cuando esto ocurre, la autora de "El peligro de estar cuerda" afirma que los pequeños
delirios controlados que son sus creaciones la sujetan a la tierra.
Manifiesta asimismo que entre los
novelistas abunda la tendencia a la obsesión, el perfeccionismo (cita los
versos de Ursula K. Le Guin: hay algo del tamaño de un guisante seco que no he
escrito. Que no he escrito bien. No puedo dormir) y la inseguridad. Y lo malo
es que ésta última cuando es extrema te conduce al silencio o a insultarte a ti
misma por algo que crees no has hecho bien (como cuenta Rosa Montero en otra divertida anécdota en la calle con un macarra).
A pesar de todo, la escritura es
lo que les permite vivir, es decir, el vehículo a través del cual se relacionan
con el mundo y las cosas. Así lo dice Fernando Pessoa: El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente que hasta finge que es dolor el dolor que en verdad
siente. Una vez más experimento, al igual que la escritora y periodista, la
necesidad de escribir lo que contemplo, ya que “En el papel todo adquiere una
dimensión más real” (Héctor Abad). Rosa Montero se refiere también al “momento
oceánico” bautizado así por el Premio Nobel de Literatura 1915 Romain Rolland
como el instante de aguda y trascendente intensidad, llamado por los japoneses
el “satori” que significa comprensión. Quizá -insiste- ese impulso místico sea
más común en las cabezas mal cableadas.
El tema del suicidio está asimismo presente en “El peligro de estar cuerda”. Según un estudio sueco,
los escritores tienen un 50% más de posibilidades de suicidarse que la
población general. Rosa Montero menciona una lista de nombres muy conocidos
como Hemingway, Virginia Woolf, Stefan Zweig junto a su mujer Lotte, y Salgari,
al que se refiere con especial cariño por recordarle sus lecturas aventureras
de infancia y quien lamentablemente no conseguía ganar dinero suficiente para
pagar las facturas de sus 4 hijos y mujer (enferma mental). Terminó matándose el
25 de abril de 1911. En “El mito de Sísifo”, el escritor francés Albert Camus
(1913-1960) dice que vivimos metidos en nuestras rutinas hasta que un día
despertamos y dejamos de encontrarle sentido a lo que hacemos.
Rosa Montero cruza los dedos para
seguir teniendo la curiosidad, la excitación de conocer cosas nuevas y el
placer de escribir a los 70 años actuales y a futuro, como manifestaba Doris
Lessing con 78 en la entrevista que le hiciera la periodista en 1997 para El País. Y
es que cuando se escribe bien, se baila con las palabras. La vida misma también
es una danza y un misterio como el de Bárbara Jovellanos, la mujer que se hace
pasar por Rosa Montero durante más de 4 décadas, cuyo desenlace es contado al
final de este libro.
Imagen: Patricia A. Llaneza |
¡Gracias Rosa por tanto momento
oceánico y afianzar que siga escribiendo en este blog creado en 2008 por el dolor de haber perdido (a mi padre)! Por cierto, el verano pasado leí "la buena suerte" y este mes de julio la sigo teniendo al haber vibrado tanto con "El peligro de estar cuerda".
Biografía: página oficial https://www.rosamontero.es/biografia-rosa-montero.html
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