Semana Santa 2024 en Madrid

Acabamos de regresar de Madrid donde hemos pasado 4 días de la Semana Santa. Surgió por dos hechos. El primero ir a ver a mi suegra, Mila, que cumple el viernes 5 de abril, 90 años. La familia está preparando una gran celebración para ese fin de semana, pero nosotros al no poder acudir por motivos laborales, decidimos adelantarlo. Por otra parte, ha sido también la ocasión propicia para reencontrarnos con nuestros hijos, Marina y Eduardo, y su novia Ana.


"Cristo en la cruz" (Alonso Cano, 1640)

Este breve viaje me ha permitido además retomar visitas culturales. Me refiero a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (ubicada en la calle Alcalá, 13) a la que había ido por primera vez el 27 de enero, coincidiendo con mi estancia y la del alumnado en Madrid, al asistir a la Feria Internacional de Turismo. Siempre la cito en clase al hablar de la biografía del artista César Manrique puesto que estudió allí gracias a una beca del Cabildo de Lanzarote.

Tras contemplar el edificio y la obra que alberga, sentí que debía compartir la belleza de su patrimonio. Sin embargo, en ese momento mi actividad docente me ocupaba todo el tiempo. Uno de los sobresalientes lienzos es el "Cristo en la Cruz" de Alonso Cano (Granada 1601, 1667). 

Destaca su perfecto dibujo y modelado, la intensa evocación de la soledad y la muerte. Cano llegó a Sevilla con trece años y fue, como Velázquez, aprendiz de Pacheco.


"Baño en la playa" (Sorolla, 1908)

Pude contemplar asimismo el magnífico óleo "Baño en la playa" de Joaquín Sorolla. En verano de 1908, Sorolla se instaló en la playa de la Malvarrosa (Valencia) donde pintó numerosas escenas destinadas a una exposición en Nueva York. 

Como la mayor parte de su producción, esta obra se caracteriza por la instantaneidad de la escena, la soltura de la pincelada de trazos grandes y vigorosos, el colorido rico en matices azules y blancos de las olas, y la fuerte luminosidad de la escena. 


El informador me comentó que en marzo iban a inaugurar una exposición sobre Goya, de modo que pensé que quizá en la siguiente visita podría dedicarle un espacio en este blog como estoy haciendo ahora y unir ambos contenidos. El Jueves Santo, 28 de marzo, se presentó la anhelada oportunidad. "El despertar de la conciencia", título de esta muestra temporal, acababa de abrir sus puertas al público. La muestra tiene un valor añadido excepcional, por presentar, restauradas y por vez primera en la historia, la totalidad de las láminas de cobre que Goya creó y empleó para la estampación de sus grabados.

En ella, se observa el cambio de actitud de Francisco de Goya (1746-1828) hacia el mundo a través de sus creaciones gráficas y pictóricas que representan un planteamiento expresivo de lo real. 

Casa de locos (1808-1812, óleo sobre tabla)

El pintor se siente agobiado por tener que pintar obras por encargo y realiza otras en las que, como escribe a Bernardo de Iriarte en 1794, "el capricho y la invención no tienen ensanches", expresión que suponía su convicción de la autonomía y total libertad del artista, que se constata en la edición de los Caprichos, sacada a la luz en 1799, con una mirada crítica y severa o bien en pinturas como la "Casa de locos", "El entierro de la sardina", "Hospital de apestados" y el ciclo de las Pinturas Negras (1820-1823). 


Torrijas "La Duquesita"

La tarde del Jueves Santo queríamos llevar a mi suegra Mila unas torrijas para merendar antes de ir a misa. Buscamos entre las más afamadas y apareció "La Duquesita" en la calle Fernando VI, galardonada como la mejor pastelería de Madrid 2023. 

Elegimos las de crema tostada, ya que nunca las habíamos probado.           ¡Gran acierto! 


La mañana del Viernes Santo nos acercamos a la Casa Museo de Lope de Vega en el barrio de las Letras. Había que hacer reserva en el correo casamuseolopedevega@madrid.org, así que emplazamos la visita al domingo temprano y fuimos a la Basílica de Jesús de Medinaceli.

Syra, Basílica Jesús de Medinaceli

La verdad es que pensaba mucho en mi madre pues era muy devota del Cristo nazareno. Ella vivió en la Calle Jesús 12 hasta que se casó. Bromeaba diciendo que era su vecino. Años después continuó yendo  los viernes y, en especial, el primero de marzo, en el que por tradición se realiza un Besapiés y se piden 3 deseos, de los cuales se cree que uno se verá cumplido. El Viernes Santo era 29 de marzo, fecha del 16 aniversario de la muerte de mi padre. Doble motivo para recordar a ambos progenitores.

Mientras contemplaba la imagen preparada para salir en Procesión sucedió un hecho sorprendente. Giré el rostro a la derecha y reconocí a una prima muy querida de mi madre, Maruja. Desde que falleció mi madre en marzo de 2014 no nos habíamos vuelto a ver. Su cara era la misma, aunque señaló que ya tenía 91 años. De su lúcida mente comentó que podía deberse al negocio al que se había dedicado toda su vida, una tienda de muebles en Villaverde Alto. Ahora reside en Embajadores.


Jesús de Medinaceli (29.03.24)


Le pregunté por Fernando, su marido, y me confirmó que había muerto hace 7 años.... Le alegró encontrarse con alguien de la familia. Su madre Ana y mi abuela Josefa eran hermanas y mantenían muy buena relación. Intercambiamos números de teléfono móvil y fijo. Quedamos en llamarnos.

La imagen de Jesús de Medinaceli es de la primera mitad del siglo XVII. Fue tallada en Sevilla y mide 1.73 metros de altura. En 1682 se trasladó a Madrid. 

Aquella noche la volveríamos a ver. Tuvimos la gran suerte de cruzarnos con ella en el momento en el que la Procesión pasaba por la calle Alcalá. 

Volví a pensar en mi madre. Iba acompañada en ese momento de mi marido Thomas, mis hijos Marina y Eduardo, y Ana. 

El azar nos había unido de nuevo. 


El domingo sí que pudimos finalmente acceder a la Casa Museo Lope de Vega, ubicada en el número 11 de la calle Cervantes. El inmueble, declarado monumento histórico-artístico en 1935, año en el que se abrió al público fue construido en 1578 y adquirido por Lope de Vega en 1610. Allí vivió el poeta y dramaturgo con su segunda mujer Juana de Guardo y familia hasta su muerte acaecida en 1635. 

En el estudio creó la obra más sobresaliente de su producción literaria. La madurez de su teatro como "La hermosa guarda", "El caballero del Sacramento", "La dama boba", "El perro del hortelano", "El acero de Madrid", "El caballero de Olmedo", "Peribáñez", "Fuenteovejuna", "La Dorotea"... En él se observan pinturas, candeleros, un brasero, mesas, sillas y sillones fraileros, además de una gran parte de los libros que albergaba la residencia.

Estudio Casa Museo Lope de Vega

Comedor Casa Museo Lope de Vega
El comedor es una estancia amplia con dos ventanas con vista al jardín y al huerto. 

El escritor incansable ocupó muchas horas cuidando de los árboles y las flores. 

En sus versos dejó constancia con referencia a naranjos, granado, laureles, ciprés o higuera.


C/Cervantes nº2
Tras esta enriquecedora visita, por cierto gratuita, salimos a la misma calle en la que también vivió Miguel de Cervantes Saavedra.

Desgraciadamente el inmueble fue demolido en 1833 por su propietario Luis Francos, a pesar de que el rey Fernando VII ordenara lo contrario.

En la fachada se aprecia un relieve conmemorativo y se leen unas palabras en el pavimento que señalan que en el nº 2 vivió y murió Miguel de Cervantes el 23 de abril 1616.

La entrada original era por la actual calle del León (antes del Mentidero) que hace esquina y vuelve a la de Francos (hoy Cervantes). En ella el llamado "Príncipe de los Ingenios" residió, siendo el primero en elegir un barrio en el que también lo harían otros literatos y gente de las artes escénicas. Pasaría a ser conocido como el Barrio de las Musas

Nota: En la casa de comidas D Diego (Calle León 8) tomamos un café en un agradable entorno. Todo un descubrimiento para poner el broche final a esta inolvidable Semana Santa en Madrid.


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