Honores y distinciones en el municipio de San Bartolomé

viernes, noviembre 26, 2010
El viernes 26 de noviembre el Ayuntamiento de San Bartolomé entregó en un emotivo acto los Honores y
Distinciones de esta edición. 
Los protagonistas de los premios han sido Don Esteban Gil Cejudo, a la labor oficio artesanal, y  Don Francisco José Navarro, a la labor social. La concejal María de los Ángeles Millán leyó la semblanza del querido molinero y Áurea Mauri Cadavieco la del conocido divulgador radiofónico




A título póstumo se entregó el de Hijo Adoptivo a Don Antonio Cabrera Barrera que fue recogido por su mujer Juana María Fernández y su hija Idoya, en nombre de sus hermanos Oswaldo, Aida y Beatriz.

Juana Mª Fernández e Idoya Cabrera
El alcalde manifestó que era muy gratificante conceder esta distinción a un hombre trabajador y emprendedor que había luchado por abrir el pueblo de San Bartolomé al resto de la isla del que también había sido alcalde.


El acto contó con la actuación de la coral municipal interpretando la  poesía de Federico García Lorca y Mario Benedetti entre otros temas que eligieron para acompañar este sincero encuentro. Muchas vecinos, amigos y autoridades demostraron el cariño y el profundo respeto que sentían por los homenajeados llenando el aforo del teatro para compartir con ellos la alegría y la felicidad que les embargaba esa noche.
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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero) "Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago) "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset) "Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto) "La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano) "Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust) "Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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