Con Joan Morales Alcudia en Lanzarote - "Saramago por José Saramago"
viernes, enero 31, 2014
Joan Morales Alcudia (Foto: Sergio Betancort) |
En
el año 2000 Joan Morales Alcudia participa en un seminario de verano organizado
por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (Santander) cuyo ponente era
José Saramago. ¿Por qué ese interés en la figura del escritor portugués?
¿Alguna anécdota?
Llegué a la obra de Saramago de casualidad. Durante la exposición
de Lisboa’98 estaba haciendo un viaje a Portugal. Suelo leer autores locales de
los lugares que visito. Así que pregunté al guía turístico que nos
acompañaba por un autor local. Su respuesta fue inmediata: José Saramago. Al
día siguiente, nada más llegar a Porto, entré en una librería. Así fue cómo
adquirí “Memorial del Convento”. Ante la similitud y proximidad con el gallego, y con la ayuda de un diccionario que
hizo el resto, la obra me pareció magnífica. Y, a partir de ahí, vino el resto:
la lectura de toda la obra de Saramago.
Las vivencias y anécdotas que se
sucedieron durante los días en los que transcurrió el taller de literatura en
la UIMP fueron múltiples. Hubo momentos para todo: para la risa, para la
emoción, para la indignación... Una anécdota, por ejemplo, y en la cual pude
comprobar en primera persona la humildad del Nobel, fue cuando tuve ocasión de
comentarle lo que su figura representaba para mí: un faro en la Tierra. Él
contestó lo siguiente: “Bueno, uno hace
lo que buenamente puede, aunque no creo que eso tenga demasiada
importancia”.
2.- Usted grabó las
intervenciones de Saramago. ¿Cómo se le ocurrió la idea de transcribir sus
reflexiones? ¿Qué sintió al releer y vivir de nuevo estos momentos?
Tenía las conversaciones en casa desde
hace casi trece años. Yo sabía que valía mucho la pena compartir todo aquel
material. Necesitaba tiempo. Y, a partir de ahí, todo fue muy natural y
sencillo. En primer lugar, contacté con la editorial "el Páramo" y les propuse el
proyecto. Una vez les pareció bien la idea, llamé por teléfono a la secretaria
de Pilar del Río, en Lanzarote. Le expliqué que quería hacer un libro que fuese
un homenaje a Saramago, y ella me facilitó su mail. La respuesta de Pilar fue
inmediata ¡y positiva! Fue a partir de ese momento que me puse a escribir y a
estructurar toda las intervenciones de Saramago en Santander. Sin contar con la
autorización previa de Pilar, es evidente que este libro jamás hubiese visto la
luz.
He pasado muchas horas leyendo y transcribiendo- además de otros muchos materiales- las intervenciones de Saramago en Santander. Revivir aquellos momentos, aquellas experiencias colectivas tan enriquecedoras, ha sido algo que ha valido realmente la pena.
He pasado muchas horas leyendo y transcribiendo- además de otros muchos materiales- las intervenciones de Saramago en Santander. Revivir aquellos momentos, aquellas experiencias colectivas tan enriquecedoras, ha sido algo que ha valido realmente la pena.
3.- En el prólogo, Julio
Anguita resalta la incitación continua que hace José Saramago para
provocar y causar inquietud, obligándonos a razonar y a dialogar con el autor, en una honda alusión al sentido común. Temas universales como el amor, la
muerte, Dios, los derechos humanos, la globalización ... ¿Cuál ha sido su criterio a la hora de elegir
la estructura del contenido y modelar "Saramago por José Saramago" cual
alfarero que trabaja el barro en "La Caverna"?
La estructuración del libro ha sido probablemente el tema más complejo de gestionar. Se barajaron varias opciones, pero ninguna me acababa de convencer. Dejé el tema para más adelante, y continué complementando la información con la que ya disponía: “el trabajo de arqueología”- como yo le llamo. Después de meditarlo, y tras ver cómo quedaba si lo elaboraba a partir de sus pensamientos y en función del orden cronológico en el que José escribió cada una de sus obras, decidí reescribirlo de nuevo y estructurarlo a partir de 10 ejes temáticos. Ejes, en torno a partir de los cuales se van agrupando sus obras: un ejercicio de descubrimiento para el lector donde el título de cada eje da bastantes pistas al respecto.
La estructuración del libro ha sido probablemente el tema más complejo de gestionar. Se barajaron varias opciones, pero ninguna me acababa de convencer. Dejé el tema para más adelante, y continué complementando la información con la que ya disponía: “el trabajo de arqueología”- como yo le llamo. Después de meditarlo, y tras ver cómo quedaba si lo elaboraba a partir de sus pensamientos y en función del orden cronológico en el que José escribió cada una de sus obras, decidí reescribirlo de nuevo y estructurarlo a partir de 10 ejes temáticos. Ejes, en torno a partir de los cuales se van agrupando sus obras: un ejercicio de descubrimiento para el lector donde el título de cada eje da bastantes pistas al respecto.
4.- Se ha basado en la oralidad
del escritor con el propósito de que la gente conozca la voz de José Saramago.
¿Qué destacaría de ella?
Desde mi punto de vista, la voz de Saramago tiene su origen en una reflexión en voz alta la cual nace con la única pretensión de interrogarnos acerca de nosotros mismos. De ahí que resulte sumamente interesante leer el libro en voz alta. Si lo hacemos, podremos descubrir una voz repleta de matices, pero, por encima de todo, respetuosa siempre. Una voz, sobre la que las propias dudas del escritor sirven para iluminarnos y meternos en nuevos interrogantes. Si tuviera que elegir una metáfora acorde con esa voz, la voz de Saramago sería un poco como el buzo que sube a la superficie para respirar de tanto en tanto, e, inmediatamente, se sumerge de nuevo porque su verdadera labor no es la de respirar, sino la de descubrir las entrañas en las profundidades del mar.
Escuchar la voz de Saramago es un poco eso: estar atento a los anhelos más sencillos y nobles del ser humano. Reclamar un poco de bondad: cuestionando, tratando de comprender, poniendo en solfa los pilares que rigen la vida y la Humanidad. Un loable esfuerzo en separar lo que nos conviene y lo que no.
Desde mi punto de vista, la voz de Saramago tiene su origen en una reflexión en voz alta la cual nace con la única pretensión de interrogarnos acerca de nosotros mismos. De ahí que resulte sumamente interesante leer el libro en voz alta. Si lo hacemos, podremos descubrir una voz repleta de matices, pero, por encima de todo, respetuosa siempre. Una voz, sobre la que las propias dudas del escritor sirven para iluminarnos y meternos en nuevos interrogantes. Si tuviera que elegir una metáfora acorde con esa voz, la voz de Saramago sería un poco como el buzo que sube a la superficie para respirar de tanto en tanto, e, inmediatamente, se sumerge de nuevo porque su verdadera labor no es la de respirar, sino la de descubrir las entrañas en las profundidades del mar.
Escuchar la voz de Saramago es un poco eso: estar atento a los anhelos más sencillos y nobles del ser humano. Reclamar un poco de bondad: cuestionando, tratando de comprender, poniendo en solfa los pilares que rigen la vida y la Humanidad. Un loable esfuerzo en separar lo que nos conviene y lo que no.
5.- En el epílogo, Pilar
del Río señala que este libro no fue escrito por José Saramago y,
sin embargo, a él le pertenece, es tan suyo como nuestras son las palabras que
vamos diciendo o las ideas que dejamos mientras pasamos por el camino que
llaman vida. Este es, sin duda, un libro de aprendizaje. ¿Puede ser por tanto
una acertada herramienta para el aula?
El libro, efectivamente, puede ser una buena herramienta para utilizar en el aula como brújula por la cual el propio autor nos va guiando a través de toda su obra literaria. Es un libro que puede servir tanto para aquellos que desconocen la obra y el pensamiento de José Saramago, como para aquellos que desean profundizar en la misma. Además, considero que, para determinados colectivos, el libro puede tener en sí mismo un valor didáctico añadido como elemento de reflexión. Por ejemplo, para trabajar con los alumnos valores que están ahí, esperando vayamos a rescatarlos. ¿Qué representa, por ejemplo, el agradecimiento? En ese sentido, ¿qué escena más hermosa y emotiva puede haber, que observar cómo un abuelo moribundo se despide de sus árboles porque sabe que ya no volverá a verlos jamás?
El libro, efectivamente, puede ser una buena herramienta para utilizar en el aula como brújula por la cual el propio autor nos va guiando a través de toda su obra literaria. Es un libro que puede servir tanto para aquellos que desconocen la obra y el pensamiento de José Saramago, como para aquellos que desean profundizar en la misma. Además, considero que, para determinados colectivos, el libro puede tener en sí mismo un valor didáctico añadido como elemento de reflexión. Por ejemplo, para trabajar con los alumnos valores que están ahí, esperando vayamos a rescatarlos. ¿Qué representa, por ejemplo, el agradecimiento? En ese sentido, ¿qué escena más hermosa y emotiva puede haber, que observar cómo un abuelo moribundo se despide de sus árboles porque sabe que ya no volverá a verlos jamás?
6.- Las palabras son como los seres humanos,
tienen vida propia - decía José Saramago. El 16 de noviembre 2012 la
FJS conmemoró el 90 aniversario de su nacimiento con la publicación del opúsculo "90 años, 90
palabras". ¿Cuál se acerca más a la figura del escritor portugués que dedicó su discurso de aceptación del Premio Nobel a su abuelo Jerónimo?
La pregunta no resulta fácil. Es muy complicado definir a Saramago con una sola palabra ¡se me ocurren tantas y tantas ahora mismo! Era una persona coherente, próxima, que jamás solía tener un “no” como respuesta. Un ser humano, cuya orientación vital estaba más enfocada al dar que al recibir. Un ciudadano íntegro. Una persona que supo mantener durante toda la vida la coherencia entre lo que decía y cualquiera de sus actos.
La pregunta no resulta fácil. Es muy complicado definir a Saramago con una sola palabra ¡se me ocurren tantas y tantas ahora mismo! Era una persona coherente, próxima, que jamás solía tener un “no” como respuesta. Un ser humano, cuya orientación vital estaba más enfocada al dar que al recibir. Un ciudadano íntegro. Una persona que supo mantener durante toda la vida la coherencia entre lo que decía y cualquiera de sus actos.
Lo que en el fondo creo que resulta
bastante más interesante era la palabra con la cual a él le gustaría que fuera
recordado. Cuando ya de regreso a Barcelona coincidí con él en el aeropuerto de
Santander salió el tema y estuvimos hablando al respecto. Sus palabras
textuales fueron estas:
"Si alguna vez alguien me recuerda, quiero que sea por esto: era una buena persona"
7.- "Saramago por José Saramago" ha sido publicado por la editorial "el Páramo" en Córdoba. ¿Por qué esta ciudad? ¿Ha contado con algún
apoyo? ¿Qué motivó la decisión de sacar a la luz este testimonio literario?
La ciudad de Córdoba responde
únicamente a motivos personales. Mi madre es de allí, en concreto, del pueblo
de Pedroche. En lo que respecta a la editorial El Páramo, tenía conocimiento de ella a través
de otras publicaciones. Es relevante el cuidado que pone tanto en el diseño
como en la edición. Me gusta además especialmente su filosofía como línea editorial.
Ese trasfondo de páramo como: “un lugar inhóspito pero donde todavía pueden
brotar semillas”
Portada |
8.- La portada con el
rostro del escritor en actitud reflexiva y sosegada es la que mejor representa a
Saramago. ¿Cómo la selecciona y quién es su autor?
El verano pasado estuve en la
Fundación José Saramago en Lisboa. Fui allí expresamente con la intención de
seleccionar unas cuantas fotografías del archivo fotográfico de la Fundación.
Sergio Letria, su director, me ayudó a seleccionarlas. La imagen pertenece
a ese grupo de fotografías y que él tan amablemente me cedió. La idea inicial
que yo tenía era incluirlas todas en el libro. Sin embargo, junto con Antonio
de Egipto, de la editorial el Páramo, descartamos finalmente la idea, dado que
rompía mucho el ritmo de lectura. La portada estaba entre dos de las fotografías
seleccionadas. Elegimos la de la portada porque entendimos que era la que más
se ajustaba al contenido del libro. Estéticamente, considero que transmite
buena parte de los valores que encarnaba Saramago.
9.- Es la primera vez
que Joan Morales Alcudia viene a Lanzarote. Y lo ha hecho precisamente para
presentar el libro "Saramago por José Saramago" el 23 de
enero en A Casa, en la biblioteca del Premio Nobel. Un acto en el que el autor
habló con los medios de comunicación y mantuvo un encuentro muy cercano con los
lectores. ¿Cómo ha sido la experiencia? Y
de la isla ¿con qué recuerdo se queda en la retina?
No creo que existan adjetivos para
responder a la cantidad de emociones y sentimientos que he vivido en Lanzarote
durante estos días. Estar en A Casa presentando el libro ha sido un sueño
convertido en realidad. Estar y poder compartir un acontecimiento como el de
poder hablar del libro "Saramago
por José Saramago" con todos
los lectores que aprecian y aman la obra de José ha sido estupendo,
fantástico. Y haberlo
podido hacer además en A Casa, un lugar donde se respira humanidad en cualquier
rincón, es algo que no tiene precio. Jamás había sentido tanta calidez y
cercanía en un encuentro con lectores.
Me llevo de la isla el azul turquesa de su mar embravecido, el paisaje volcánico que lo condiciona casi todo, y también, el recuerdo de ese viento que trataba de arrancarme el poco pelo que me queda en la cabeza.
Desde el jardín de A Casa |
Me llevo de la isla el azul turquesa de su mar embravecido, el paisaje volcánico que lo condiciona casi todo, y también, el recuerdo de ese viento que trataba de arrancarme el poco pelo que me queda en la cabeza.
Pero, por encima de todo, me llevo el cariño y la hospitalidad de
toda esa gente estupenda que he conocido en la isla.
10.- Usted ha publicado en el año 2010 un libro de relatos, "Me enamoré de la luna" (editorial Umsaloua) presentado en la Feria del Libro de Sevilla. Le siguen en 2012 un poemario "Cenizas de recuerdos" y "EDUKT", novela escrita en lenguaje sms. ¿A qué público va dirigido y qué resaltaría de ellas? ¿Nuevos proyectos?
Los tres libros que mencionas son totalmente diferentes. Me enamoré de la Luna es un libro dirigido a todas aquellas personas que están atravesando por un mal momento. De él destacaría tanto su vitalidad como su optimismo. Es un libro que se puede considerar en cierta forma de autoayuda. El mensaje que encierran todos sus relatos podría ser algo parecido a esto: “Calma, tranquilidad: siempre hay una puerta de salida”
Cenizas de recuerdos es en cambio un poemario íntimo, personal. Una especie de testimonio de esa etapa poética que inicié a los 17 años y que concluí a los 40.
Por último, EDUKT, es un libro denuncia en el que se pone en solfa todo el sistema educativo. Con mucho humor, sus páginas son el reflejo del poco respeto que se le tiene a la mejor herramienta que tenemos para encarar el futuro. Aspecto, este último, que queda reflejado en el poco cuidado con el que se trata al lenguaje. De ahí, precisamente, que toda la novela esté escrita en lenguaje sms.
De momento, no tengo
nuevos proyectos en mente. Además, creo que la mejor tarea que puedo llevar a
cabo durante los próximos años, es precisamente la que he iniciado en
Lanzarote: difundir y compartir la obra de José Saramago.
Gracias Joan Morales Alcudia por su amabilidad en el desarrollo de esta entrevista en la biblioteca del Premio Nobel (Tías) y en su posterior dedicación al regresar a Barcelona.
Biografía Joan Morales Alcudia (Barcelona, 1967)
Diplomado en Estudios Avanzados de Economía Aplicada y Master en Gestión del Conocimiento y Sociedad de la Información. Licenciado en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones por la Universidad de Barcelona. Profesor titular del Grado de Gestión de empresas de la Fundación Universitaria del Bages (FUB) en las especialidades de comercio electrónico y técnicas de investigación social.
Profesor -consultor del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en la especialidad del comportamiento del consumidor. Profesor de marketing y administración y finanzas en el Centro de Estudios politécnicos (CEP). Ha desarrollado diversas actividades profesionales como consultor de marketing, análisis de mercados, estrategia empresarial, y comportamiento del consumidor. Colabora habitualmente en prensa escrita como especialista en Economía y Marketing. Su debut literario tuvo lugar en la Feria del Libro de Sevilla (2010) con el libro de relatos de autoayuda "Me enamoré de la luna". Con posterioridad ha publicado el poemario "Cenizas de recuerdos" (2012) y EDUKT (2012), una novela escrita en lenguaje sms.
Joan Morales Alcudia |
Profesor -consultor del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en la especialidad del comportamiento del consumidor. Profesor de marketing y administración y finanzas en el Centro de Estudios politécnicos (CEP). Ha desarrollado diversas actividades profesionales como consultor de marketing, análisis de mercados, estrategia empresarial, y comportamiento del consumidor. Colabora habitualmente en prensa escrita como especialista en Economía y Marketing. Su debut literario tuvo lugar en la Feria del Libro de Sevilla (2010) con el libro de relatos de autoayuda "Me enamoré de la luna". Con posterioridad ha publicado el poemario "Cenizas de recuerdos" (2012) y EDUKT (2012), una novela escrita en lenguaje sms.
Epílogo por Pilar del Río
-El libro que nunca fue escrito-
Dice José Saramago en el arranque de
este libro que todos aprendemos leyendo aunque la literatura no tenga como
cometido enseñar. Esta gran verdad, tan obvia que parece que ni debería ser
enunciada, se hace muy evidente al leer las reflexiones que fue hilvanando el
escritor que figura en el título de este libro. Que no fue escrito por José
Saramago y, sin embargo, a él le pertenece, es tan suyo como nuestras son las
palabras que vamos diciendo o las ideas que dejamos mientras pasamos por el
camino que llaman vida. Este es, sin duda, un libro de aprendizaje. Conocer la
extraña pasión que impulsa a escribir, el aliento que sostiene a escritores y
lectores, el mundo compartido que es el libro nos dice, desde otra perspectiva,
quienes somos. En definitiva, tenemos en las manos una obra de aprendizaje de
nosotros mismos.
Quiso el destino que al Curso de Verano
de la Universidad de Santander, allá por el año 2000, asistiera Joan Morales,
paciente y meticuloso alumno, guardador de una memoria que ha compartido y por
eso le debemos estar agradecidos. El camino de las palabras dichas y oídas es
personal e intransferible salvo que medie la voluntad de expandir el
conocimiento, esa urgencia que parece quemar el interior de la persona si no le
da salida a lo que sabe por haberlo guardado antes. Entonces, en un momento
así, asumido el privilegio de poseer un bien, se decide, por ejemplo, que
compartir con otros las reflexiones de José Saramago en Santander es una
especie de misión porque haber estado allí es tener la categoría de testigo
literario. Y nace Saramago por José
Saramago, páginas en las que la madeja se teje y desteje en función de la
respiración múltiple de los asistentes al encuentro.
Joan Morales ha hecho el levantamiento
de los días de Santander, aquellos en que José Saramago habló sobre sus libros
en diálogo constante con los alumnos. Las palabras no escritas de entonces, al
ser transcritas ahora, adquieren otro significado, tal vez sirvan de brújula
para recorrer el mapa de una obra basta que abarca asuntos que van desde el
sentido de culpa a la responsabilidad, desde la ceguera a la lucidez, desde la
necesidad incontenible de ver en invierno lo que se vio en verano hasta el
desasosiego de quienes portan consigo la sensación de estar excluidos de su
tiempo, pese a habitarlo de pleno derecho. Lo curioso es que la brújula
literaria también nos acerca al ser humano que escribe, un ciudadano que no
acepta dogmas y asume derechos y deberes como un irrenunciable compromiso
cívico. También es la persona que se
cuestiona el sentido de la vida y la medida de todas las cosas y lo hace
compartiendo dudas, ansiedades, planteamientos y reflexiones con los lectores.
Si los escritores no escriben para enseñar, como nos decía José Saramago, sí
abordan esta tarea empujados por la necesidad de decirse a sí mismos. Todas las
propuestas y personajes que el autor elige son el autor, no solo Madame Bovary
es Flaubert, como afirmó en frase célebre, Flaubert también es, a juicio de
José Saramago, el marido y el amante, las calles por donde pasan las personas y
hasta las ventanas desde donde se observa y espera. Así es el oficio de
escribir.
Este libro, que nunca fue escrito por
José Saramago, lleva dentro al hombre que escribe y ese es su mayor don. El
nuestro, poder acercarnos al escritor cuando no está escribiendo y sin embargo
es capaz de producir un volumen que nos envuelve con una voz singular y el tono
de quien espera que los lectores acaben el libro y tal vez lo firmen. Como es
el caso de estas páginas que también llevan el nombre de Joan Morales, al que
tanto agradecimiento le debemos por haber estado allí y contarlo.
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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero)
"Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago)
"Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset)
"Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto)
"La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano)
"Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust)
"Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"
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Gran escritor.Joan Morales, mejor poeta y sobre todo excelente persona.
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