Martes con mi viejo profesor, Mitch Albom



Mitch Albom 
La lectura de “Martes con mi viejo profesor” de Mitch Albom ha sido veloz. Siempre había deseado leerlo. Hace unos días vi un ejemplar en la biblioteca del Centro Cívico de Arrecife. Editado por Maeva. Su primera publicación fue en octubre de 1998. Un testimonio sobre la vida, la amistad y el amor que nos hace reflexionar sobre la importancia de acercarnos cada vez más al ser humano.

Mitch Albom comparte con nosotros el reencuentro con Morris Schwartz, profesor de Sociología que le marcó en el transcurso de su carrera universitaria en Brandais (Massachusetts).  No había establecido comunicación con el catedrático desde que se graduara en 1979 y Morris le deseara mucha suerte en su vida laboral, Tras una incursión en la música, ya que soñaba con convertirse en un pianista famoso, estudió un máster en periodismo. Se dedicó en cuerpo y alma al trabajo, sobre todo, después de la muerte de su tío. El tiempo era precioso para Mitch y optó por sumergirse en los éxitos.

Sin embargo, un programa de TV de la ABC en el que verá a su viejo profesor le cambiará su competitiva existencia. Han pasado 16 años y ese viernes noche sabrá que Morris Schwartz ha sido diagnosticado en 1994 de ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica. Morris quiere contar en directo su propia muerte.

En ese momento, Mitch llevaba 10 años trabajando en Detroit y se sentía bastante insatisfecho con sus rutinas. Decide coger un vuelo e ir a visitar a Morris que vive a 1.000 kms de distancia. Definitivamente no es ya la persona jovial al que le gustaba bailar y firmaba como "entrenador" en la supervión de sus trabajos de carrera y tesina final  Aún así se negaba a deprimirse y escribía pensamientos filosóficos considerando que el amor siempre gana.

Morris S. y Mitch Albom (Imagen: www.mitchalbom.com)
Acuerdan un encuentro todos los martes con el propósito de hablar de una asignatura “El sentido de la Vida”, impartida a través de la experiencia. Durante 14 semanas Mitch será testigo junto a Charlotte, la mujer de Morris, y sus cuidadores, de todos los síntomas derivados de esta enfermedad. En este periodo se produce una huelga en el periódico, Mitch se queda sin trabajo y su relación personal con el viejo profesor se enriquece enormemente.



Cada martes abordan un tema diferente y Mitch grabará las conversaciones. Estas versan sobre el mundo, el sentimiento de lástima por uno mismo, los arrepentimientos, la muerte, la familia, las emociones, el miedo a envejecer, cómo perdura el amor, el matrimonio, nuestra cultura, el perdón, el día perfecto y el adiós.
El relato pone de manifiesto el valor, el humor, la paciencia, la sensatez y la franqueza de Morris. Asimismo la necesidad de contar con maestros que nos orienten. Como decía Henry Adams:
Un maestro afecta a la eternidad, nunca sabe dónde termina su influencia
Es sin duda la historia de un hombre bueno con una infancia muy dura. En lugar de compadecerse emplea su tiempo en dar consejos y respuesta a familiares de enfermos de ELA, a adaptarse a su deterioro físico, al dolor de una enfermedad mortal, a dar su tiempo a los demás, a hacer sonreír a alguien que se siente triste, a invertir en las personas. Y es también una lección vital. La mente de Mitch, su carácter, sus ideas se hacen más brillantes, así como la necesidad de ser querido.

Mitch ha vuelto a ser el alumno motivado, ese diamante en bruto que Morris sabía que cada estudiante encerraba y que pulido convenientemente constituía una verdadera joya. Mitch se siente feliz dando cariño al viejo profesor, en forma de masajes o roces. Desgraciadamente, el tiempo apremia y la enfermedad no perdona. En el duodécimo encuentro Morris habla con Mitch del lugar que ha elegido para ser enterrado, en una colina, bajo un árbol, con vistas a un estanque. Le pide que vaya allí a visitarle. -Cuando yo esté muerto, tú hablarás. Y yo te escucharé-.

Su muerte fue sabia. Rodeado de sus libros, notas y pequeño hibisco. Morris no quiso que nadie viera su último aliento y sufriera como le pasó a él con sus padres. El día de su funeral… era martes. Su epitafio:
“Maestro hasta el fin” - (1916-1995)

Film "Tuesdays with Morrie" (1999)
En 1999 Mick Jackson dirigió la película “Tuesdays with Morrie”Hank Azaria en el papel de Mitch Albom y Jack Lemmon en el de Morris Schwartz.


Biografía de Mitch Albom
Licenciado en Sociología, Máster en Periodismo y Administración de Empresas. Columnista de Detroit Free Press, del New York Times y de las revistas GQ y Sports Illustrated. Ha ganado numerosos premios por sus reportajes y artículos. Nombrado el mejor columnista de deportes del país por los redactores jefes de deportes de América (APSE).

Presentador de programas de radio nacionales desde la emisora WJR-AM en Detroit. Conductor de una tertulia semanal en el programa Prime. En la actualidad vive con su esposa Janine en Detroit.

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