"El puente hacia el infinito", Richard Bach

 

Comencé a leer “El puente hacia el infinito” el verano pasado. Solía bajarme el libro a la playa, sin embargo no lo pude finalizar. En esta época estival lo he retomado y con él he conocido más al escritor norteamericano Richard Bach, del que hace años también leí su famosa novela corta “Juan Salvador Gaviota”.

En esta historia se plantea la evolución del protagonista, Richard, en su relación de compromiso con la pareja. Quizá su profesión de piloto sea la causante de su innegable espíritu libre o el hecho de disponer, gracias a sus derechos de autor, de un nivel económico muy alto. Está claro que no quiere pertenecer a la vida de nadie.

Hasta ese momento todas las mujeres que ha conocido han sido con un pasado conflictivo. El piloto tiene un corazón solitario, de carácter  independiente, no obstante se plantea la posible existencia de un alma gemela, en la que no se perciban los defectos y no exista el aburrimiento en la cotidianeidad.


Todo cambiará con la aparición de Leslie Parrish. El primer encuentro se produce en un ascensor donde Richard se fijará en sus ojos gris-azulados que reconocerá un año después. La actriz le inspira serenidad y sentido común. A partir de entonces se convertirá en su equilibrio constante ante complicadas situaciones como la pérdida de grandes cantidades de dinero en inversiones o el embargo de Hacienda que le dejarán en una situación casi de quiebra.

Al principio tenían pocas cosas en común, jugar al ajedrez y querer hacer una película, pero irán descubriendo cómo se complementan. Los libros y la música de sus infancias formarán parte del lenguaje de sus vidas. Habrá asimismo situaciones de transición debido a la necesidad de Richard de alejarse levantando sólidas murallas de defensa que impedirán avanzar la relación, ante el temor de ser cada uno propiedad del otro.

La inteligencia y sensibilidad de Leslie lograrán que el amor se consolide y construyan un hogar en común luchando incluso por el medioambiente. Cuatro años después se celebra el matrimonio legal y deben comenzar de nuevo debido a la implacable quiebra. Conscientes de la Ley Cósmica “La vida nunca abandona la vida” saben que tendrán otras oportunidades de ser felices juntos.

Y así ocurre afianzando la idea de ser almas gemelas, es decir:

Alguien cuyas cerraduras coinciden con nuestras llaves, y cuyas llaves coinciden con nuestras cerraduras

"El puente hacia el infinito", en su título original "The bridge across forever" es una lectura que nos hace reflexionar sobre lo importante que es valorar realmente a la pareja, identificar sus virtudes y la transformación positiva que puede realizar su persona en nuestra vida, sobre todo, si se trata de un alma gemela.  

Lo esencial es reconocer la calidad humana y respetar la forma de ser de cada individuo. Es precisamente su actitud, en los diferentes momentos de la convivencia, la que nos mostrará el verdadero corazón de la pareja. Si en la balanza pesa el amor y la generosidad frente al engaño y el egoísmo, no hay duda de que el vuelo será alto. 


Imagen: Leslie Parrish (actriz)

Estuvo casada con el escritor Richard Bach (1977-1999).

(Nombre real: Marjorie Hellen, Massachussetts13/03/1935)

Si se rema en la misma dirección el vínculo del amor en la pareja es estable y perdura en el tiempo


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"Para mi la escritura es un camino espiritual" (Rosa Montero) "Viviendo rodeados de señales, nosotros mismos somos un sistema de señales"(José Saramago) "Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos" (Ortega y Gasset) "Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia" (Epicteto) "La ingratitud es el precio al favor inmerecido" (Ignacio Manuel Altamirano) "Se viaja para contemplar con los propios ojos la ciudad apetecida y saborear en la realidad el encanto de lo soñado" (Marcel Proust) "Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo"

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