Camino de Letras con Syra

Conocí a Marta Robles en el transcurso de la semana literaria que tuvo lugar en Yaiza a finales del mes de abril 2023. El programa de la “Fiera del Libro” ofrecía infinidad de interesantes propuestas.  Aquella tarde de viernes en Lanzarote parecía de verano con temperaturas más altas de lo habitual. La presentación del libro “Lo que la primavera hace con los cerezos”, fijada a las 18h, tenía lugar en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas. Le había comentado anteriormente a Elsa, una compañera docente, mi ferviente deseo de acudir. Finalmente se sumaron ella y su amiga Diana.

Patio de La Casona de Yaiza

Al término de nuestra jornada laboral en el CIFP Zonzamas, nos dirigimos en coche a la Casona de Yaiza. Habíamos hecho una reserva para almorzar en el restaurante de este Hotel Emblemático cercano al entorno literario, magnífica sugerencia de Diana.

Bajo un sol abrasador atravesamos el diáfano patio de bella arquitectura tradicional. Parpadeamos, acostumbrándonos a la tenue luz del interior. Los tonos amarillos y ocres destacaban el toque rústico y acogedor de su diseño. 

En el intervalo hacia la mesa indicada, mis ojos coincidieron con los de un hombre que estaba ya sentado. Reparé en el brillo inconfundible del vino malvasía blanco que estaba degustando junto a otra persona. Su semblante me recordaba al del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. Lo había conocido en septiembre de 2010 en unas jornadas literarias en el hotel Formentor en la isla de Mallorca. La lectura de su novela biográfica “El olvido que seremos” me había impactado dedicándole un espacio de reflexión en mi blog. Un relato dedicado a la memoria de su padre, médico y activista, asesinado el 25 de agosto 1987. 

Al tomar asiento, mi ángulo de visión quedó frente a la figura femenina que lo acompañaba en el almuerzo. Era la periodista y escritora Marta Robles. Refrenamos el impulso de interrumpir ese sosegado momento de conversación previo al inminente encuentro con los lectores. 

Un rato después ambos se levantaron, despidiéndose agradecidos por la comida y el servicio. Nuestras miradas se volvieron a cruzar. Sin duda, eran ellos. Dos escritores y personas a las que admiro. Adiós- vocalizamos sonriendo con la certeza de volver a verlos. Y así fue. A las 18h estábamos las tres escuchando la explicación de Marta Robles sobre la elección del título “Lo que la primavera hace con los cerezos” y su inspiración relativa a historias de amor y desamor de grandes creadores. Un tema que me atraía sobremanera. Lo que dijo la periodista y cómo lo dijo me cautivó. 

28 abril 2023

Allí estaba Marta, con su amplia sonrisa. Me acerqué dándole la enhorabuena por su interesante intervención  y con un ejemplar en la mano para que me lo dedicara. En un breve instante, le comenté que mi padre era artista y poeta. El 29 de marzo se habían cumplido ya 15 años de su fallecimiento en Arenas de San Pedro (Ávila). El anhelo de ver su libro de versos publicado estaba aún muy latente. 

Seguidamente escribió las siguientes palabras:

Para Syra,
Que tiene muchas cuentas pendientes con el arte.
Que el amor de tu padre te guíe y te haga florecer.
Con todo mi cariño

Abril 2023

Asimismo, Marta me anotó su correo electrónico y teléfono móvil en el envoltorio de papel de la librería El Puente. Tenemos que hablar más adelante- aseveró. Por cierto -continuó hablando- mañana a las 12h participo en una mesa redonda sobre “La mujer en literatura”. ¿Vendrás? 

Salón de Actos Casa Benito Pérez Armas (29.04.2023)

Y claro que volví. A punto de empezar el coloquio, entré al Salón de Actos de la Casa de la Cultura "Benito Pérez Armas". Vi una butaca libre en la primera fila. Marta hizo un gesto de complacencia al reconocerme. A su izquierda, Ana Requena. En el otro lado, Elsa López y Susi Alvarado. Después de la charla intercambiamos impresiones y nos despedimos afectuosamente.

Marta emprendía viaje de regreso esa tarde. La misma a la que yo quería también asistir a la presentación de “Simuladores de vuelo”. Una selección de conversaciones con novelistas realizada por Ricardo Viel, periodista a quien conocía por la etapa en la que trabajé en “A Casa”. Entre los autores entrevistados Javier Cercas, Rosa Montero o el propio Héctor Abad Faciolince quien participaba en la presentación junto al periodista Saúl García Crespo. En la caseta de Itineraria Editorial saludé a Alba Cantón López y cogí un ejemplar de  “Simuladores de vuelo”. La delicada pincelada del dibujo de la portada de “Hacia el sur” (Viajes por España) de Virginia Woolf captó mi atención como un maravilloso imán. Me llevé ambos. 

Con Ricardo Viel y Saúl García

Ese fin de semana dedicado al mundo de las letras y al arte, no se me ha olvidado. También tuvo cabida la literatura infantil. El cuento “Conoce Timanfaya con Nico” de la editorial siete islas me fascinó. Elegí dos mientras felicitaba a Ismael Lozano. Pensé en mis sobrinas Aitana y Bea, felices mamás en Madrid, a quienes les haría llegar más adelante esta historia inspirada en Lanzarote. 

Editorial Planeta

Concluí su lectura a finales de junio, en plena vorágine de corrección de exámenes y trabajos del alumnado, redacción de burocráticas memorias anuales, reuniones de equipos educativos y la tristeza por la muerte de la madre de Elsa, acaecida el 22 de junio. Un curso académico intenso. Mi mente precisaba de paz para una relectura con detalle.

Marta Robles señala en el prefacio que un Neruda enamorado escribe “Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos” en el poema 14 de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Caso similar a lo que hace el propio amor con los creadores, es decir, inundarlos de exuberancia, color y magia. En la cultura japonesa, la floración de los cerezos, que dura apenas dos semanas, representa la fugacidad de la vida y la belleza de lo efímero. 

Coincido en su acertada observación considerando que la creación es lo único que salva a los artistas de sí mismos, de su zozobra al sentir, de su propia intensidad exacerbada por la pasión. La periodista separa claramente al artista de su obra. A veces resulta difícil admirar una escultura o un cuadro y centrarse solo en su esencia. No juzgar en ella el carácter de su autor, su bagaje emocional o los rumores en torno a su persona. 

El contenido de “Lo que la primavera hace con los cerezos" está estructurado en 13 partes y cada una de ellas nos deja una huella profunda. He elegido algunas referencias de creadores a modo de ejemplo del gran número que lo conforman. Todas me han tocado el corazón. 

La primera está dedicada a "Los donjuanes" movidos por el engaño y la seducción. Fray Gabriel Téllez (seudónimo Tirso de Molina, 1579-1648) creó un personaje universal del teatro español en "El burlador de Sevilla" en el siglo XVII. Dos siglos después José Zorrilla (1817-1893) haría eterno a un conquistador infinito, Don Juan Tenorio.

En "Los atormentados", Marta Robles relata su primer encargo universitario relativo a una entrevista al pintor Alfonso Fraile (1930-1988), uno de los mayores exponentes de la Nueva Figuración española. En un principio el artista misterioso afirmó que -no tenía nada que contar a la estudiante de segundo de Periodismo. Sin embargo, mantuvieron una conversación de más de 5 horas. Entre las respuestas deslumbrantes que Marta nunca olvidará y, a partir de ahora, yo tampoco, destaco:

¿Estamos en crisis? Pues a crear

En la misma página 44, subrayo la reflexión de la periodista sobre que parece que hay cierto acuerdo respecto a que el tormento, el sufrimiento, lo crítico dan mejores resultados que lo armonioso y lineal. Señalo de este grupo a dos creadores. Frida Kahlo, cuyo carácter resiliente le permitió, a pesar del terrible dolor derivado de un accidente en un ómnibus (que le partió a los 18 años la columna en tres partes en la zona lumbar), pintar lienzos acostada; y Emilio Salgari. 

Emilio Salgari (1862-1911)

¿Cómo es posible que Salgari, autor de 84 novelas de aventuras, algunas tan famosas como las once de la saga "Sandokan", tuviera una situación económica tan precaria que le llevara a suicidarse con 49 años? 

Marta nos desvela que sus editores se enriquecieron a costa del sudor de su trabajo. El derrotado escritor, con 4 hijos y una esposa que necesita tratamiento psiquiátrico (quizá por esa vida de continua desestabilización y miseria que padece Ida), se ve abocado a tal decisión el 25 de abril de 1911. Sus cartas, pidiendo caridad para su enterramiento y ayuda familiar, son desgarradoras. 

Por otra parte, el retrato que hace Marta Robles de Philip K. Dick es impactante. El de un paranoico tan inteligente como peligroso. Un escritor que se mata a trabajar para poder cubrir todos los gastos derivados de su complicada vida de adicciones, exesposas e hijos. Autor de la novela corta “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” en la que se basó el cineasta Ridley Scott para filmar "Blade Runner" en 1982. Otra de sus obras, "El hombre en el castillo", ganó el Premio Hugo de Ciencia Ficción. Su sorprendente guion, en el que los aliados pierden la Segunda Guerra Mundial y Japón y Alemania se reparten los EEUU, ha inspirado una espectacular serie que vi hace tiempo en una plataforma digital.

En el apartado de "Los asesinos" queda demostrado que el bien y el mal coexisten en una misma persona. La figura del pintor italiano Caravaggio (1571-1610) es pura contradicción. Maestro en el arte de luces y sombras, del dramatismo tal es su propia realidad. Hombre pasional, imprevisible, iracundo, pendenciero, excesivo y descontrolado. ¿Qué le impulsa a la violencia, a pintar la suciedad y el lado oscuro del ser humano? Marta Robles nos recuerda este pensamiento de Freud:

el mal está en el interior de todos

Duele saber la ruina sentimental, emocional y económica a la que se ve precipitado Óscar Wilde (1854-1900) en el capítulo cinco. La admiración que se profesa al escritor irlandés por obras como "El retrato de Dorian Gray" y "La importancia de llamarse Ernesto" queda eclipsada por su relación homosexual con el poeta Alfred Douglas. Indudable triste final es el de Virginia Woolf. Gran escritora, implacable discutidora, defensora de los derechos humanos y libertades sexuales. 

¿Por qué se suicida? ¿Una mente de altibajos pese a que ella nunca reconociera su enfermedad? Tal vez hoy le habrían diagnosticado un trastorno bipolar. 

La novela "Orlando" (1931) es considerada una de sus más grandes obras. Dedicada a la aristócrata poeta Vita, su gran amor.  En España se propuso publicarla cuando fallece la escritora británica en 1941, pero fue censurada por el franquismo. Hecho que ha vuelto a suceder, ochenta años después, en su adaptación teatral en la población de Valdemorillo (Madrid).

En el capítulo de "Los más promiscuos" Marta Robles cita a Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, y también a Benito Pérez Galdós, al que le dedico este breve párrafo en el blog.

En alguna ocasión nos dejó dicho Azorín, que Galdós fue el único escritor español capaz de realizar la obra hercúlea de revelar España a los españoles. La periodista explica que los estudiosos coinciden en señalar que Galdós vuelca todos sus sentimientos amorosos en sus novelas. En un homenaje a Jacinto Benavente, el soltero de las letras españolas pronuncia las siguientes palabras:

“Sin mujeres no hay arte, son el encanto de la vida, el estímulo de las ambiciones grandes y pequeñas, origen y manantial de donde proceden todas las virtudes”

Retrato Benito Pérez Galdós (1894)

El capítulo siete "Mujeres fatales" nos descubre el significado de su término. Según el dramaturgo irlandés Bernard Shaw se trata de una mujer hermosa y peligrosa que, mediante sus irresistibles encantos, atrae a los hombres hacia el peligro, la destrucción e, incluso, la muerte. Marta Robles apunta que, las mujeres fatales no son más que mujeres libres de escoger su destino sin consultarlo con los hombres. La compositora austríaca Alma Mahler (1897-1964) es una de ellas. 

El beso (1907-08)

Entre "Los maniáticos, fetichistas y depravados" se vuelve a constatar que el amor y las fantasías sexuales impulsan la creación. El escritor irlandés James Joyce (1882-1941) lo demuestra en el último capítulo de "Ulises" donde su esposa Nora personifica a Molly Bloom. Por otro lado, apena ser testigo de la vida de Catherine Hogarth junto a Charles Dickens (1812-1870). El matrimonio tiene 10 hijos. Catherine sufrirá depresiones, justificadas sin duda por el trato rudo y el fetichismo que envuelve al autor de "Oliver Twist" y "Canción de Navidad". Leemos también las obsesiones y denuncias de los cineastas Luis Buñuel (1900-1983) y Luis García Berlanga (1921-2010). 

Marta Robles dice en la página 393 sobre "Misóginos, maltratadores, machistas y malvados", que no se puede pretender cambiar el pasado ni los errores humanos. Tampoco las obras de arte deben ser echadas al fuego por falta de ejemplaridad de quienes las alumbran. En el caso de la obra literaria de Francisco de Quevedo (1580-1645), la sátira a la mujer es una constante. Es como si el escritor español del Siglo de Oro amara en la poesía y no en la realidad y con la carne. La belleza de sus versos-afirma la periodista- hace perdonarle su misoginia como los que dan forma al poema "Amor constante más allá de la muerte". 

Si algo tienen los poetas es esa capacidad asombrosa, casi delirante de reproducir nuestros sentimientos en los suyos, de describir con sus versos, nuestras más ocultas emociones, de descubrir nuestras fortalezas y debilidades y hasta de dedicarnos los más bellos poemas, aunque sus destinatarios sean otros -expresa Marta Robles en la página 405. ¿A qué poeta se refiere? 

Poemario heredado de mi padre

Precisamente al artífice del título que da nombre al libro "Lo que la primavera hace con los cerezos". 

Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura en 1971, es autor de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, escritos a 3 mujeres distintas: Teresa Vásquez León, Albertina Rosa y María Parodi.

No obstante, su trayectoria biográfica ratifica que el poeta chileno no quiere compromiso ni fidelidad. Vemos su lado oscuro en el desapego a su propia hija, Malva Marina, nacida con una hidrocefalia el 18 de agosto de 1934 en Madrid. La abandonará, igual que a su madre, María Antonieta Hagenaar, al inicio de la Guerra Civil española. 

El relato que hace Marta Robles sobre el artista malagueño Pablo Picasso remueve las entrañas. En la historia del Arte, un genio, y en la personal, un hombre que deja cicatrices a todas las mujeres con las que convive, truncando sus propias carreras. Amélie Lang, Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova (madre de Paulo), Marie-Thérèse Walter (madre de Maya), Dora Maar, Marie Françoise Gilot (madre de Claude y Paloma) y Jacqueline Roque quien cuidará de Picasso hasta su muerte en 1973. La periodista, en la página 426, nos recuerda:

“Ser un gran artista no significa, necesariamente, ser una buena persona” 

Biografía (1929-45)

Clara Schumann (1838)

En el capítulo once, relativo a "Los triángulos amorosos", resalto la historia de los Schumann y Johannes Brahms. Clara es una virtuosa al piano, admirada por Goethe, Lizst y Mendelssohn, cuando conoce al que será su marido, Robert. Ocho hijos y una dedicación absoluta a su obra harán que su brillante talento sea eclipsado. 

El espacio dedicado a "Los que robaron el brillo al otro" nos descubre en su primer relato el origen del seudónimo de Robert Capa, asociado al de un reportero de guerra con prestigio. Una idea cuya raíz parte de la joven Gerda Taro quien, junto a su pareja, Endre Ernö Friedmann, arriesga su vida en la Guerra Civil española en su compromiso con la causa republicana. La obtención de instantáneas en momentos de especial peligro, como el de la batalla de Brunete, lleva finalmente a Gerda a perder la vida en 1937; y a Endre, tras pisar una mina en Vietnam, en 1954 (quien sigue utilizando ese alias). Las cajas repletas de sus negativos encontradas en 1995 darán la pista al cineasta Benjamin Tarver para desvelar la realidad de los hechos. 

Endre Ernö Friedmann y Gerda Pohorylle (Taro)

Llegamos casi al término del libro y su autora lo hace con una reflexión muy personal sobre Grecia y Roma. Solo me resta hablar del epílogo. Lo hago con especial cariño por la coincidencia que interpreto en su lectura. Marta Robles menciona que en medio de la escritura de "Lo que la primavera hace con los cerezos" le llega una nueva publicación de Rosa Montero. Se trata de "El peligro de estar cuerda". Pierde la pista del ejemplar con el lío de su propia creación. Cuando por fin dispone del tiempo, no lo encuentra. Lo adquiere y devora en un viaje en tren, dándose cuenta de que los asuntos son similares. A su regreso, el volumen aparecerá y Marta Robles se emocionará con la dedicatoria de Rosa Montero. Pura sensibilidad. 

Confieso que me ha pasado lo mismo. Llevo varios años eligiendo en verano libros de Rosa Montero porque, como expliqué al principio, es cuando puedo dedicarme en profundidad no solo a leer, sino a pensar y escribir en este blog con el respeto que merece la autora de obras tan sobresalientes como "La ridícula idea de no volver a verte", a quien conocí en la Feria del Libro de Madrid en 2012.

Es una indudable coincidencia que hoy 4 de agosto finalice este espacio dedicado a "Lo que la primavera hace con los cerezos" (en el que llevo inmersa varias semanas) en la misma fecha que publiqué el año anterior el relativo a  "El peligro de estar cuerda". Un libro que aborda la relación entre la creatividad y cierta extravagancia. De si la creación tiene algo que ver con la alucinación. O de si ser artista te hace más proclive al desequilibrio mental. Una tangencialidad entre ambas autoras, como se señala en el epílogo, a la que añado la personal de este Camino de Letras con Syra. 

Lectores y lectoras de este blog, tras esta antesala de momentos oceánicos, os invito a sumergiros en las historias de amor y desamor de los grandes creadores que Marta Robles nos revela. Estoy segura que este libro representará un antes y un después. ¡Espero ver vuestros comentarios al respecto!